A?orando a Franklin
?La epidemia de corrupci¨®n entre los pol¨ªticos espa?oles me recuerda una carta del genio Benjamin Franklin mientras ¨¦l estaba en Par¨ªs durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Una amiga suya expresaba en una carta su preocupaci¨®n de que ¨¦l podr¨ªa, sin saberlo, ser rodeado de esp¨ªas. ?l respondi¨®: ¡°Yo siempre he observado y practicado una regla que evita tales inconveniencias. Es sencillamente, la siguiente: evitar cualquier palabra o acci¨®n m¨ªa, que pueda hacerme ruborizar si se hiciera p¨²blica. Cuando las acciones de una persona son justas y honorables, cuanto m¨¢s sean conocidas, m¨¢s valorada y entendida ser¨¢ su reputaci¨®n¡±.
?Ojal¨¢ el se?or Franklin estuviera aqu¨ª ahora!¡ª Richard M. McBride.
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