Nacionalidad espa?ola
Una informaci¨®n sobre el Padr¨®n de Espa?oles Residentes en el Extranjero publicado por el INE y un art¨ªculo analizando sus cifras han motivado el env¨ªo de dos cartas de otros tantos lectores sobre el uso de expresiones referidas a los espa?oles con doble nacionalidad que consideran discriminatorias. En tiempos de crisis, los extranjeros son objeto de odios y recelos. En Espa?a el rechazo al inmigrante, planteado como plataforma electoral, ya ha sabido recoger votos en varias comunidades aut¨®nomas, escribe Luis P¨¢sara. El lector considera que se contribuye negativamente a aumentar o crear brechas cuando el autor del art¨ªculo crea la categor¨ªa "ciudadanos extranjeros con doble nacionalidad". Parecer¨ªa que ahora quienes, habiendo nacido en otro pa¨ªs, hemos adquirido la nacionalidad espa?ola no somos espa?oles del todo. El lector subraya que el INE usa la expresi¨®n personas con nacionalidad espa?ola". Descartando un ¨¢nimo discriminatorio en el art¨ªculo, la persona que ha obtenido la nacionalidad espa?ola es espa?ol.
Por su parte, Dardo Gonz¨¢lez comenta el art¨ªculo de Luis Garrido Medina, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la UNED, analizando los citados datos. El lector nota con asombro que hace una clara diferenciaci¨®n entre lo que ¨¦l denomina espa?oles y "espa?oles nacionalizados"". No entiendo esta discriminaci¨®n puesto que en nuestra legislaci¨®n no existe esta figura. Tal vez el Sr. Medina ha querido decir espa?oles de origen. Sin embargo, por lo que deja entrever en su art¨ªculo considera que aquellos que adquieren la nacionalidad espa?ola por las otras v¨ªas que permite la legislaci¨®n, y no solo por ser hijos de espa?oles, son algo as¨ª como "no espa?oles" que no deben ser contados para las estad¨ªsticas. Al ser una columna de opini¨®n entiendo que el diario no es responsable de las opiniones del columnista, prosigue. Sin embargo, considera que el art¨ªculo alberga algo que se parece mucho a la discriminaci¨®n, su peri¨®dico, que leemos espa?oles en todos los pa¨ªses del mundo, debe controlar los contenidos que siembren este tipo de ideas y alienten animadversi¨®n hacia otros espa?oles que han tenido el privilegio de querer se espa?oles de forma consciente, han sido aceptados y en muchos casos han dado su vida por una concepci¨®n de Espa?a plural.
Remit¨ª la carta al autor del art¨ªculo. Me ha hecho llegar la siguiente respuesta: A la Espa?a de los tres ¨²ltimos quinquenios ha llegado una inmigraci¨®n muy numerosa, y de las m¨¢s variadas procedencias, que era, hasta entonces, un fen¨®meno social desconocido en nuestro pa¨ªs. Su novedad, junto con la acumulaci¨®n en un corto periodo ¡ªcentrado en los a?os 2000-08¡ª, ha hecho necesarias nuevas categor¨ªas anal¨ªticas que identificasen los distintos componentes de ese proceso. Uno de ellos ha sido la obtenci¨®n de la nacionalidad espa?ola por un colectivo importante de esa inmigraci¨®n. En paralelo, la Ley 52/2007 de la Memoria Hist¨®rica (de 26 de Diciembre de 2007) ha a?adido un nuevo componente, al conceder la nacionalidad espa?ola a un colectivo diferente al de la inmigraci¨®n.Por ¨²ltimo, la crisis de empleo ha cambiado los costes relativos de trabajar en el extranjero para los parados o los subempleados. Con ello se han intensificado dos tipos diferentes de salidas en busca de trabajo, la de los inmigrantes y la de los aut¨®ctonos. Para diferenciar estos dos grupos son necesarias categor¨ªas distintas. No se trata de conceptos jur¨ªdicos, sino sociol¨®gicos, porque no es lo mismo retornar al pa¨ªs de origen que abandonarlo.Como ¡ªen Espa?a¡ª muchos datos estad¨ªsticos hacen referencia preferente a la nacionalidad, a menudo se hace anal¨ªticamente necesario diferenciar seg¨²n su lugar de nacimiento (como variable aproximada de su origen nacional) a los ciudadanos de nacionalidad espa?ola que salen de nuestro pa¨ªs para residir en el extranjero. El uso de estas divisiones conceptuales no tiene el m¨¢s m¨ªnimo car¨¢cter discriminatorio sino que es una inexcusable necesidad cient¨ªfica para identificar procesos distintos, incluso biogr¨¢ficamente opuestos.
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