La educaci¨®n cambia el mundo
Esta entrada ha sido escrita por Valeria M¨¦ndez de Vigo, responsable del departamento de Estudios e Incidencia de Entreculturas.
Ni?as del Chad asisten a la escuela. Foto: Entreculturas.
"Cuando sue?as solo, s¨®lo es un sue?o. Pero cuando sue?as con otros, es el comienzo de la realidad" (Helder C¨¢mara)
A tan s¨®lo dos a?os de 2015, urge redoblar esfuerzos para que se cumplan los Objetivos de Educaci¨®n para todas las personas a los que se comprometi¨® la comunidad internacional en la Cumbre de Dakar de 2000. Solo mediante una voluntad pol¨ªtica clara y con la acci¨®n concertada y la participaci¨®n de millones de personas en todo el mundo, podr¨¢ lograrse el derecho a una educaci¨®n de calidad para todos. El informe Educaci¨®n y participaci¨®n, un sue?o posiblehabla del binomio educaci¨®n y participaci¨®n y se?ala que la participaci¨®n en todos los ¨¢mbitos es necesaria para la consecuci¨®n del derecho a una educaci¨®n de calidad. Al mismo tiempo, una mejor educaci¨®n nos ense?ar¨¢ a participar m¨¢s y mejor.
Por ejemplo, en Chad, uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo, el esfuerzo, el tes¨®n y el liderazgo de las madres, padres y l¨ªderes locales propiciaron la puesta en marcha de 25 escuelas rurales comunitaria de educaci¨®n primaria que hoy albergan a cerca de 6.000 estudiantes. Con el apoyo de la cooperaci¨®n internacional, las asociaciones de madres y padres gestionan el d¨ªa a d¨ªa de la escuela, fijan las fechas del calendario escolar, seleccionan a los docentes, gestionan los bienes y mantienen las infraestructuras. Por ello, ¡°si existen escuelas, es gracias a la comunidad¡±, afirma Adef Outrone Awada, miembro del equipo.
Los Alcarrizos y la Caleta, en Santo Domingo (Rpca. Dominicana), son municipios urbanos con altas tasas de pobreza, desempleo y marginalidad. All¨ª, el Centro Bon¨® fortalece las capacidades de las personas y organizaciones sociales para que puedan influir en la esfera de lo p¨²blico y participar en la construcci¨®n de agendas de desarrollo local. "En Dominicana, los pobres tienen que luchar y organizarse para conseguir derechos b¨¢sicos que el Estado est¨¢ en la obligaci¨®n de garantizar; la lucha popular y barrial de nuestras comunidades ha sido fundamental para afrontar los desalojos y el acceso a algunos servicios b¨¢sicos, como el derecho al agua y saneamiento, a la salud y a la educaci¨®n (....)", se?ala la dirigente Rosa Dixon. Esta alianza ciudadana obtiene logros relevantes, como el compromiso del gobierno dominicano de asignar el 4% del PIB a educaci¨®n b¨¢sica, al que ahora dar¨¢n seguimiento para que se gestione con responsabilidad y transparencia.
En Espa?a, la Red Solidaria de J¨®venes, que recientemente ha cumplido 10 a?os de existencia- es un proyecto de participaci¨®n juvenil que aglutina a m¨¢s de 2.100 adolescentes de entre 12 y 18 a?os. Acompa?ados por una red de docentes, los j¨®venes se movilizan por diversas causas, recogen firmas para el apoyo en campa?as o realizan voluntariado en su entorno m¨¢s cercano. Tambi¨¦n celebran encuentros peri¨®dicos con otros j¨®venes de Espa?a y de otros pa¨ªses.¡°Uno no sabe lo que es capaz de hacer hasta que no se ve implicado en algo grande¡±, se?ala un joven de la Red de Andaluc¨ªa.
Participar para tener m¨¢s democracia. M¨¢s democracia para, entre otras cosas, tener mejor educaci¨®n. Y m¨¢s educaci¨®n para aprender a participar mejor y, en consecuencia, convivir y vivir mejor. So?ar con una mejor educaci¨®n y esforzarse por hacerla realidad es una tarea de todos. Todos y todas estamos llamados a protagonizar el cambio para hacer posible una educaci¨®n universal, de calidad y para toda la vida, tal y como ya est¨¢n haciendo muchas personas en Chad, Rep¨²blica Dominicana y Espa?a.
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