El peligro que acecha a los cultivos de Libia: ¡°Era una visi¨®n aterradora, las langostas desnudaron r¨¢pidamente los ¨¢rboles¡±
La plaga, incentivada por el cambio clim¨¢tico y agravada por la divisi¨®n del pa¨ªs en dos entidades aut¨®nomas, ha afectado a unas 2.000 hect¨¢reas de cultivos, sobre todo de d¨¢tiles, y mermado el sustento de los agricultores, que temen una nueva embestida de los insectos
Al principio, el agricultor Khaled al Zuwi, de 40 a?os, no pens¨® que un insecto tan peque?o pudiera devastar sus cultivos de naranjas y mandarinas en Tazirbu, en el sureste de Libia. ¡°Hab¨ªa muchos, de gran tama?o y de distintos colores, algunos verdes, otros amarillos¡±, explica a EL PA?S. Al ver la rapidez con la que arrasaban su cosecha, Al Zuwi intent¨® pararlos por todos los medios. ¡°Quem¨¦ hierbas arom¨¢ticas, esparc¨ª nubes de humo espeso sobre la granja y emit¨ª ruidos fuertes para ahuyentarlos. Pero se quedaron. De hecho, consumieron mi naranjal de dos hect¨¢reas en menos de 48 horas. Destruyeron toda mi cosecha¡±, dice desesperado.
La resistente vegetaci¨®n de Libia, que ya desaf¨ªa las adversidades en uno de los climas m¨¢s secos y con mayor escasez de agua del mundo, se ha enfrentado en estos meses a un nuevo azote: el acecho de las plagas de langostas. Nubes de estos insectos del desierto arrasaron el pasado octubre alrededor de 2.000 hect¨¢reas de cultivos en las regiones oriental, meridional y occidental de un pa¨ªs en el que, seg¨²n la FAO (la organizaci¨®n de la ONU para la agricultura y la alimentaci¨®n), solo el 1,7% de la tierra es apta para la agricultura y que importa el 75% de los productos que necesita para cubrir sus necesidades alimentarias. Los huevos que ha dejado la plaga y la escasa intervenci¨®n oficial hace temer a los agricultores que los da?os ser¨¢n permanentes. Al mismo tiempo, la destrucci¨®n de las cosechas agrava la inseguridad alimentaria que afecta moderada o gravemente a casi el 19% de la poblaci¨®n del pa¨ªs, seg¨²n el Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias de 2023 (el ¨²ltimo con datos sobre Libia).
¡°Unas 400 hect¨¢reas de tierras agr¨ªcolas en Bani Walid han resultado da?adas, junto con cultivos, palmeras y otros campos; adem¨¢s, 1.600 hect¨¢reas de otras ciudades se han visto afectadas¡±, explica Saleh Mubarak, jefe del Comit¨¦ Nacional de Lucha contra la Langosta del Desierto, en una entrevista telef¨®nica. El peque?o insecto, de no m¨¢s de 13 cent¨ªmetros de longitud, ha causado a los agricultores p¨¦rdidas millonarias, en un pa¨ªs donde el sector agrario sigue dando empleo a cerca del 10% de la poblaci¨®n activa.
Los cultivos de palmeras datileras se han visto especialmente afectados. Radi Asbiq, responsable de agricultura del municipio de Tazirbu (sureste de Libia), calcula, en declaraciones a EL PA?S, que dos millones de palmeras datileras han resultado da?adas por la invasi¨®n de langostas, y que unos 4,5 millones m¨¢s corren peligro debido a la posible eclosi¨®n de los huevos de langosta en el suelo. En el caso concreto de las granjas del oasis de Tazirbu, famoso por sus vastos palmerales que producen d¨¢tiles de gran calidad, as¨ª como por el cultivo de mangos y c¨ªtricos, los da?os fueron enormes. Seg¨²n los c¨¢lculos de residentes y expertos, al menos la mitad de las palmeras del lugar han resultado da?adas. Los insectos tambi¨¦n han destruido 50 hect¨¢reas de cultivos de ma¨ªz normal y dulce en Tazirbu, con p¨¦rdidas superiores a los 385.000 euros, seg¨²n informes preliminares de funcionarios agr¨ªcolas locales.
¡°De repente, mis palmeras, llenas de racimos de d¨¢tiles, pasaron de un verde exuberante a estar secas y marrones, como si nunca hubieran dado fruto¡±, sigue detallando Al Burki. Este campesino vive de la venta de d¨¢tiles dajla, una de las variedades m¨¢s famosas y caras de Libia, que puede venderse a 3,90 euros el kilo y por m¨¢s del doble durante el Ramad¨¢n.
Libia alberga m¨¢s de 10 millones de palmeras, sobre todo en las regiones de Jufra, al este y sureste del pa¨ªs, incluidas las ciudades de Hun, Waddan y Sokna, y produce cerca de 100.000 toneladas de d¨¢tiles al a?o, seg¨²n los datos del Ministerio de Agricultura del pa¨ªs. Con m¨¢s de 400 variedades ¡ªentre ellas dajla, saidi, halima y mejhoul¡ª, este fruto es uno de los pocos cultivos que el pa¨ªs exporta al extranjero, con ventas que superan las 50.000 toneladas al a?o. Seg¨²n las estimaciones, los d¨¢tiles son una de las principales fuentes de divisas para el pa¨ªs.
Un enjambre de langostas puede consumir en un d¨ªa m¨¢s alimentos de los que necesitan 2.000 personasAmsaid Mohammed Bouflika, catedr¨¢tico Recursos Naturales y Ciencias Ambientales
El cambio clim¨¢tico ha impulsado, seg¨²n los expertos, esta plaga de langostas, ya que los recientes e inusuales episodios de lluvias torrenciales han favorecido la aparici¨®n de grandes balsas de agua, en las que proliferan con mayor facilidad estos insectos. ¡°Estas lluvias han creado lagos y zonas anegadas en el desierto del S¨¢hara, que se han convertido en lugares de cr¨ªa y en rutas migratorias ideales para las langostas, lo que amenaza a¨²n m¨¢s los cultivos agr¨ªcolas en toda Libia¡±, afirma Amsaid Mohammed Bouflika, catedr¨¢tico de la Facultad de Recursos Naturales y Ciencias Ambientales de la Universidad Omar Al-Mukhtar. Seg¨²n explica el experto, solo un enjambre puede consumir en un d¨ªa m¨¢s alimentos de los que necesitan 2.000 personas, ya que cada langosta adulta ingiere dos gramos de vegetaci¨®n al d¨ªa.
Par¨¢lisis institucional
La divisi¨®n del pa¨ªs en dos instituciones aut¨®nomas tras el derrocamiento de Muamar el Gadafi en 2011 ha obstaculizado la entrega de los equipos necesarios para combatir esta plaga. En el oeste gobierna el primer ministro Abdelhamid Dabeiba con apoyo de la ONU y sede en Tr¨ªpoli; el este lo dirige el general Jalifa Hafter con sede en Tobruk. Los agricultores entrevistados aseguran que sus urgentes peticiones de intervenci¨®n inmediata cayeron en saco roto. Su mayor temor es que los huevos que dejaron las langostas tras su paso queden sin tratar por las limitadas medidas y recursos de los dos gobiernos enfrentados.
¡°Me puse en contacto con los responsables de agricultura, pero las langostas destruyeron mi cosecha antes de que llegara la ayuda. Ahora estamos a la espera de la evaluaci¨®n final, con la esperanza de recibir una indemnizaci¨®n por este desastre que devast¨® inesperadamente nuestras granjas¡±, explica Al Burki. Este agricultor calcula que sus p¨¦rdidas superaron los 135.000 euros.
Saleh Mubarak explica que el Comit¨¦ Nacional de Lucha contra la Langosta del Desierto ha logrado contener el 80% de la propagaci¨®n de la langosta a pesar de sus limitados recursos. ¡°El comit¨¦ solo dispone de 13 veh¨ªculos, lo que impide cubrir todas las ciudades afectadas¡±, se?ala. ¡°Los equipos que trabajan en el marco del comit¨¦ siguen fumigando con pesticidas para combatir las langostas¡±, a?ade. ¡°Tambi¨¦n estamos educando a los agricultores sobre la importancia de informar r¨¢pidamente de cualquier avistamiento en sus granjas¡±.
Pero productores como Al Burki se sienten abandonados por el Estado. ¡°Los funcionarios no se preocupan por nosotros ni por nuestros cultivos. Estamos casi solos contra las langostas. Es poco lo que podemos hacer para intentar evitar m¨¢s p¨¦rdidas¡±, remacha.
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