Vertedero en ¨®rbita
Medio siglo de carrera espacial ha bastado para que dejemos nuestro entorno c¨®smico hecho un basurero
Medio siglo de carrera espacial ha bastado para que dejemos nuestro entorno c¨®smico hecho un vertedero. Entre desechos de sat¨¦lites abandonados y trozos de fuselaje, pintura y torniller¨ªa de las etapas que descartaban los cohetes durante su ascenso, los fragmentos de tama?o superior a un mil¨ªmetro superan ya los 170 millones en las ¨®rbitas bajas. Y, aunque los m¨¢s peligrosos son los 29.000 que miden m¨¢s de 10 cent¨ªmetros, su alta velocidad en esas ¨®rbitas hace que incluso los m¨¢s peque?os supongan un riesgo para los sat¨¦lites en activo.
Hasta los astronautas de la Estaci¨®n Espacial Internacional han tenido que salir pitando alguna vez a refugiarse en sus naves ante la aproximaci¨®n de una nube amenazante de chatarra; aunque huir de la estaci¨®n parezca una salida poco digna, no resulta exagerada, porque un simple tornillo a esa velocidad puede perforar el fuselaje y causar una emergencia por despresurizaci¨®n.
Las agencias espaciales han ido acordando medidas para generar menos basura, como disponer los nuevos lanzamientos de modo que las partes descartables de los cohetes se desintegren en la atm¨®sfera, o ¡®empujar¡¯ los sat¨¦lites al final de su vida ¨²til hacia ¨®rbitas basurero donde al menos no estorben. Pero, como ocurre con nuestros desechos en tierra firme y el CO2 en la atm¨®sfera, el mero hecho de no producir nueva basura espacial ¡ªo no mucha¡ª ya no basta. La mayor¨ªa de los expertos coinciden en que hay que ir pensando en recoger la existente.
No va a ser f¨¢cil, pero s¨ª necesario para garantizar la seguridad del millar de sat¨¦lites en uso, convertidos en un pilar b¨¢sico de la tecnolog¨ªa de la navegaci¨®n y las comunicaciones.Las ideas que manejan los ingenieros est¨¢n, como parece l¨®gico, inspiradas en las tradicionales artes de pesca, con naves que despliegan redes, o incluso que lanzan arpones para capturar piezas de chatarra ambulante.
Una de las pocas buenas noticias que ha salido de la catalogaci¨®n de la basura es que la mayor parte est¨¢ concentrada en un sector orbital discreto, entre los 800 y los 1.000 kil¨®metros de altitud. Eso facilitar¨¢ las cosas, aunque despu¨¦s de dise?ar los ingenios necesarios quedar¨¢ por aclarar un problema: qui¨¦n paga la limpieza. Tal vez lo resuelva el libre mercado.
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