Israel entra en escena
Los ataques a¨¦reos en territorio sirio aumentan los riesgos de expansi¨®n de la guerra
En el transcurso de tres d¨ªas, Israel ha realizado dos ataques a¨¦reos en toda regla en el interior de Siria. En el primero, sus cazabombarderos han destruido un cargamento de misiles iran¨ªes recientemente entregados a Damasco y supuestamente en tr¨¢nsito hacia la milicia islamista libanesa Hezbol¨¢. En el segundo, de mayor envergadura, el blanco han sido complejos militares de investigaci¨®n pr¨®ximos a la capital siria y al cuartel general de la divisi¨®n m¨¢s moderna y fiel con las que cuenta Bachar el Asad.
Las acciones israel¨ªes, que Jerusal¨¦n ni confirma ni niega y Damasco considera una declaraci¨®n de guerra, se?alan claramente los riesgos de expansi¨®n de un conflicto que se prolonga ya m¨¢s de dos a?os ante el ensimismamiento de los poderes internacionales. Israel ha evitado hasta ahora implicarse en la guerra civil vecina. Sus preocupaciones no son el r¨¦gimen homicida de El Asad o la suerte de los sirios que mueren por decenas de miles. Son la seguridad de su territorio y la larga batalla que le enfrenta a Ir¨¢n y Hezbol¨¢, la poderosa milicia fundamentalista chi¨ª a la que arman Damasco y Teher¨¢n. En este contexto, el primer ministro Netanyahu viene anunciando que no tolerar¨¢ que armas qu¨ªmicas sirias u otras convencionales avanzadas lleguen a Hezbol¨¢. Los misiles destruidos en Damasco ¡ªlos Fateh 110 tierra-tierra, con 200 kil¨®metros de alcance y cabezas de gran potencia explosiva¡ª lo son. La aviaci¨®n israel¨ª ya bombarde¨® en enero, en territorio sirio y rumbo a L¨ªbano, un convoy de cohetes antia¨¦reos iran¨ªes menos peligrosos.
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Que Israel est¨¢ decidido a hacer cre¨ªbles sus propias l¨ªneas rojas parece fuera de toda duda. Por m¨¢s que Damasco considere una declaraci¨®n de guerra los bombardeos, condenados por el conjunto del mundo ¨¢rabe, es muy poco probable que el acorralado El Asad o sus aliados libaneses est¨¦n en condiciones de abrir un nuevo frente. Una respuesta militar directa llevar¨ªa a una confrontaci¨®n de mucha mayor envergadura.
Los contundentes ataques israel¨ªes se?alan la debilidad creciente del Gobierno de Damasco y, de paso, la inoperancia de sus temidas defensas antia¨¦reas. Pero suscitan tambi¨¦n el turbador interrogante de hasta cu¨¢ndo Israel puede lanzar operaciones de esa envergadura sin verse definitivamente arrastrado a la guerra. La crisis siria cobrar¨ªa entonces una nueva y todav¨ªa m¨¢s temible dimensi¨®n.
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