A 65 a?os de la Nakba es hora de decir basta
Hay que lograr que Palestina vuelva al mapa como un Estado libre y soberano
Cada 15 de mayo una naci¨®n entera conmemora su cat¨¢strofe. En 1948, el pueblo palestino fue condenado al exilio mientras que Palestina desaparec¨ªa de los mapas. Un total de 418 aldeas fueron destruidas, el 70% de los palestinos se convirtieron en refugiados. Desde entonces, nuestro pueblo ha vivido las vicisitudes y humillaciones de ser tratado como extranjero tanto en el exilio como en su propia patria. Despu¨¦s de 65 a?os, a¨²n luchamos por devolver Palestina al mapa.
Esta conmemoraci¨®n, que nos llena de dolor como palestinos, debe ser motivo de verg¨¹enza. Despu¨¦s de d¨¦cadas de resoluciones incumplidas que llaman al respeto de los derechos inalienables del pueblo palestino, Israel continua actuando en la m¨¢s profunda impunidad. Veinticinco a?os despu¨¦s de que Palestina, en un compromiso hist¨®rico y doloroso, reconociese al Estado de Israel sobre el 78% de la Palestina hist¨®rica, Israel no solo no ha reconocido a Palestina, sino que contin¨²a expandiendo colonias en nuestro ocupado pa¨ªs. Eso mientras las relaciones internacionales israel¨ªes se desenvuelven con total normalidad.
En 1949, la comunidad internacional puso como condici¨®n para la membres¨ªa israel¨ª en la ONU su respeto a las resoluciones 181 (dos Estados) y 194 (retorno de los refugiados palestinos). Ninguna se ha cumplido. No solo eso, 65 a?os despu¨¦s Israel no solo no se ha disculpado por lo realizado en 1948, sino que ha legislado para que incluso los palestinos ciudadanos del Estado de Israel no puedan conmemorar la Nakba. El querer negar la Nakba no quiere decir que no existi¨®. El no querer asumir responsabilidades por la cuesti¨®n de los refugiados no quiere decir que ellos vayan a desaparecer. Por el contrario, simplemente hace m¨¢s dif¨ªcil la perspectiva de una reconciliaci¨®n hist¨®rica y de una paz justa y duradera.
La Nakba hoy se vive en la realidad de los 11 millones de palestinos alrededor del mundo. Un gran ejemplo son los refugiados palestinos en Irak y Siria que hoy sufren las consecuencias de la violencia sectaria, en conflictos donde no tienen nada que ver. Esa situaci¨®n refleja una vez m¨¢s que la responsabilidad internacional para con la seguridad y bienestar del pueblo palestino no puede ser efectiva sin el retorno de los palestinos a su patria.
Israel debe saber que el precio por negar los derechos del pueblo palestino es m¨¢s alto
que el de lograr la paz
Sesenta y cinco a?os despu¨¦s, hemos asumido dolorosos compromisos pol¨ªticos para lograr la paz. Junto a nosotros hemos tra¨ªdo la Iniciativa ?rabe de Paz, que confirma el deseo de normalizar relaciones con Israel a cambio de un m¨ªnimo de justicia hist¨®rica, l¨¦ase el fin de la ocupaci¨®n que comenz¨® en 1967 y una soluci¨®n justa a la cuesti¨®n de los refugiados palestinos, seg¨²n la resoluci¨®n 194 de Naciones Unidas.
Pero frente a nosotros tenemos a una potencia ocupante que no desea la paz. Un Gobierno extremista hecho para y por colonos. Un Gobierno que cada vez que ha tenido la posibilidad de optar entre la paz y las colonias elige lo segundo, un Gobierno cuyos ministros llaman a la eliminaci¨®n del Estado palestino y a la construcci¨®n de casas para un mill¨®n de colonos en territorio ocupado. Eso incluye ataques en contra del tejido social palestino, como la ley de ciudadan¨ªa que proh¨ªbe a los palestinos ciudadanos de Israel ¡ª1,5 millones de cristianos y musulmanes¡ª casarse con palestinos del Estado de Palestina, a costa de decenas de miles de esposas e hijos que deben separarse debido a esa discriminadora pol¨ªtica.
Por ello, la nueva iniciativa del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, debe ser apoyada. A 65 a?os de la Nakba, el mensaje unitario de la comunidad internacional debe decir simplemente basta. Es una verg¨¹enza para todos que 65 a?os despu¨¦s a¨²n sigamos en la etapa de los discursos. Hoy es hora de poner las cosas en su lugar y hacer lo necesario, no solo lo posible, para que Palestina vuelva al mapa como un Estado libre y soberano.
Para poder lograr eso, la comunidad internacional debe dejar de intentar a?ejas f¨®rmulas condenadas al fracaso. Llamamientos a la negociaci¨®n sin t¨¦rminos de referencia o sin forzar a que Israel respete sus compromisos son simplemente llamamientos a otros 20 a?os de un di¨¢logo vac¨ªo, que sirve como una cortina de humo para que Israel contin¨²e su pol¨ªtica de colonizaci¨®n que destruye las esperanzas de paz.
Despu¨¦s de 65 a?os, este es el primer aniversario de la Nakba con Palestina como un Estado reconocido en Naciones Unidas. Si bien estamos bajo ocupaci¨®n, hemos dado un paso concreto, positivo y en la direcci¨®n correcta. Nosotros seguiremos nuestro camino hacia el ejercicio de nuestros derechos inalienables. Para ello se necesita acabar con la impunidad de 65 a?os. La comunidad internacional no puede seguir marcando conmemoraciones sin hacer nada concreto. Israel debe saber que el precio por negar los derechos del pueblo palestino es m¨¢s alto que el de lograr la paz. Para Israel, hasta el momento, esa ecuaci¨®n se muestra al rev¨¦s.
Saeb Erekat es miembro del Comit¨¦ Ejecutivo de la OLP y jefe negociador palestino.
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