Mujer en una formaci¨®n de la FAO en El Salvador. @lularoal
D¨ªcese de aquellas mujeres que avanzan y
hacen avanzar. No lo busquen en el diccionario porque no existe. Pero miren a
su alrededor, seguro que reconocen a muchas mujeres avanzadoras. Mujeres que
con una fuerza casi sobre humana se elevan para adem¨¢s de conseguir mantenerse
a flote ellas, y mantener a los que las rodean, luchar por hacer de este mundo
un sitio mejor.
Hace unas semanas nos reunimos un grupo
de trabajo con 3 creativos de viern.es con el fin de encontrar un nombre diferente
para un proyecto dirigido a conservar los programas de mujeres que
desde a?os se desarrollan en la organizaci¨®n para la que trabajo. Hab¨ªamos dado
muchas vueltas. ?C¨®mo llamar a un proyecto de mujeres sin utilizar el t¨¦rmino ¡°mujeres¡±?
Lo primero que hicimos fue analizar que
queremos transmitir cuando hablamos de derechos de las mujeres. Nos dimos
cuenta de que en general los derechos de los que est¨¢bamos hablando no eran espec¨ªficos
de las mujeres, sino derechos universales que las mujeres no disfrutan por el
hecho de no ser hombres. Tambi¨¦n vimos que la feminidad conlleva una serie de
aspectos que nos hacen m¨¢s vulnerables, aunque sea a mucha honra. Quiz¨¢s sea
esta vulnerabilidad la que nos lleva a luchar de una forma m¨¢s contundente por
la comunidad en la que nos encontramos. En realidad somos creadoras y custodias
de nuestras comunidades. En definitiva nos dimos cuenta de hay muchas mujeres
que dedican su vida a defenderse de no ser hombres, mientras a la par luchan
por sacarse a ellas y a los suyos adelante. Esa lucha consume todas sus
fuerzas, y ya no les da para m¨¢s.
Como sucede con los hombres hay mujeres que
luchan por cambiar el mundo. En sociedades como la nuestra donde, pese a que
siguen existiendo desigualdades, las oportunidades entre hombres y mujeres son
m¨¢s parecidas, las mujeres luchadoras no llaman tanto la atenci¨®n. Aun as¨ª son
recurrentes las mujeres que renuncian a su feminidad y se
masculinizan en sus actitudes y enfoques. Asustan los ejemplos de mujeres que
ocupan cargos de responsabilidad pol¨ªtica que han renunciado a su derecho a la
baja de maternidad por incorporarse al trabajo, dando un claro ejemplo de que
ambas cosas, maternidad y trabajo, no son compatibles. En realidad se trata de
una cuesti¨®n de recursos tambi¨¦n, cuantas mujeres que no han podido pagarse una
ayuda han perdido sus trabajos por no poder compatibilizarlos con su condici¨®n
de madres.
Pero hay sitios en el mundo en los que
nacer mujer es directamente una desgracia. En esos lugares la lucha por los derechos b¨¢sicos
es casi a vida o muerte. Y si adem¨¢s se a?ade el cuidado de una comunidad extremadamente
vulnerable parece imposible que puedan surgir mujeres que todav¨ªa tengan tiempo
y fuerzas para luchar por cambiar un mundo injusto. Pero las hay y son tan
fuertes que mueven monta?as. A veces mueren en el intento. En cualquier caso
siempre dejan un legado inspirador para para todas, y para todos.
De nuestro trabajo en equipo afloraron
miles de t¨®picos tan arraigados en nuestra sociedad que nosotras mismas est¨¢bamos
completamente intoxicadas. ?C¨®mo explicar la importancia de los detalles en
unas sociedades donde el machismo est¨¢ tan arraigado que nos resulta imposible
verlo? Las mujeres damos por hecho que tenemos que trabajar el doble para lucir
lo mismo, que tenemos que ser capaces de poder con todo y con un poco m¨¢s. Pero
a trav¨¦s de esas mujeres que ten¨ªamos ah¨ª identificadas, mujeres especiales en
entornos muy hostiles, nos descubrimos capaces de romper con todos los
paradigmas. Esas vidas que cambian vidas y que llegan hasta nosotros como un
chorro de energ¨ªa y rebeli¨®n.
Descubrimos que las mujeres somos una
minor¨ªa mayoritaria. Llegamos a un eslogan dirigido a cualquiera: ¡°t¨² tienes derecho a que las mujeres
participen en el cambio del mundo¡±¡ t¨², quien sea que fueres.
Descubrimos todas estas cosas pero no
encontramos el nombre.
Tres d¨ªas m¨¢s tarde me llamaba Nacho
Padilla: ¡°tengo un nombre: Avanzadoras¡±. No me gust¨® pero no puede negar que
reun¨ªa todos los requisitos que necesit¨¢bamos: eran mujeres, en movimiento,
robustas, l¨ªderes.
Desde entonces se me llena la boca:
A-V-A-N-Z-A-D-O-R-A-S. Yo quiero pensar que soy una mujer avanzadora, que con
los golpes salgo volando y vuelvo a caer sobre mis pies. Conozco a muchas m¨¢s mujeres
avanzadoras, empezando por mi madre. Y creo que el mundo deber¨ªa estar hecho de
un modo en que cualquier mujer pudiera ser avanzadora sin que le costase la
vida. Hasta que esto suceda, no pienso dejar de luchar. Les animo a que hagan
lo mismo.
Si lo que quieres es bucar donde comer bien y disfrutar de ello nosotros os recomendamos un mont¨®n de sitios http://www.capitanfood.com
Me incluyo entre ellas, porque s¨¦ de herida brutal cong¨¦nita propia lo que es la superaci¨®n.Con todas las letras de la resistencia de la inocencia, por escritora autodidacta de la cultura.Hacerlo sola desde la infancia, superar la dictadura del horror, y lograrlo a cuestas de enfermedad sin tratar.Y dedicar tu vida, a que nadie pase por el calvario que el coraz¨®n pas¨®, en todos los sentidos f¨ªsicos y emocionales.
Con los sucesos de las ¨²ltimas semana (los palos a la educaci¨®n, la m¨¢s que probable reforma de la ley del aborto, las mujeres asesinadas, los inmigrantes sin sanidad...) no puedo dejar de pensar que es una verdadera l¨¢stima ver como seguimos la senda de la desigualdad y de la injusticia entre la mayor¨ªa de las personas para facilitarle la vida a unos pocos sinverg¨¹enzas. No s¨¦, ?hasta cu¨¢ndo seguiremos tolerando estar dentro de una sociedad en la que la identidad individual se nos otorga desde la primera ecograf¨ªa con el fin de lastrarnos, controlarno y etiquetarnos?. Estamos necesitados de estas personas, avanzadores y avanzadoras, para que nos abran los ojos a un mundo de equidad a una realidad m¨¢s comprometida y basada en la justicia, la felicidad y el cari?o entre las personas. Y a mi parecer, solo hace falta estar un poco atentos para encontrarlas cerca de nosotros, en la cola del mercado o en la parada del bus. Hoy por hoy, la sociedad necesita identificar en estos s¨ªmbolos como destellos de esperanza, que nos muestren que esta realidad de machos y hembras es absolutamente premeditada y que viene acompa?ada de violencia, de sumisi¨®n, de una profunda desigualdad y demasiadas injusticias. Se?ores de las altas esferas, dejadnos en paz de una vez por todas. No queremos seguir vuestro c¨®digo de conducta, no necesitamos de vuestros capitales y de vuestras fant¨¢sticas posesiones y por supuesto no queremos pagar el precio de ser como vosotros. Dejadnos construir nuestras vidas, sin blancos o negros, porque vivimos para ser de un bello color gris. Una enorme masa gris, heterog¨¦nea y amorfa.
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