Basta de desverg¨¹enza fiscal
Queda mucho por hacer, pero el intercambio de datos ya est¨¢ en marcha
En 2009, con el impulso del G20 y la adopci¨®n de las normas desarrolladas por la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), el conjunto de los centros financieros mundiales se comprometieron a acabar con el secreto bancario a efectos fiscales. En el contexto excepcional de la profunda crisis financiera, presupuestaria, pol¨ªtica y social que estamos atravesando, ya no tienen cabida ni la tolerancia al fraude fiscal, ilegal ni la planificaci¨®n fiscal agresiva que, si bien se encuentra dentro de la legalidad, es inaceptable.
Aunque todav¨ªa quede mucho por hacer, las exigencias medi¨¢ticas de la actualidad no deben ocultar los notables progresos realizados hasta la fecha. No hemos esperado las ¨²ltimas revelaciones de Offshore Leaks para llevar a cabo un trabajo de fondo en este ¨¢mbito.
Todos los centros financieros del mundo que, bajo presi¨®n, se hab¨ªan comprometido a terminar con el secreto bancario, han cumplido efectivamente su palabra. M¨¢s all¨¢ de las famosas ¡°listas de la OCDE¡± publicadas en 2009, las leyes de todos los pa¨ªses implicados han pasado por el sistema de criba y escrutinio de la OCDE.Los 120 miembros de nuestro Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Informaci¨®n son evaluados bas¨¢ndose en criterios precisos y exigentes. Los progresos son notables: en la actualidad, todos los pa¨ªses, cuando reciben una solicitud de otro pa¨ªs, aceptan intercambiar informaci¨®n bancaria; desde 2009 se han firmado casi mil acuerdos bilaterales para intercambiar este tipo de informaci¨®n; y numerosos reg¨ªmenes opacos han sido desmantelados.
El paso siguiente es
el acceso autom¨¢tico
a la informaci¨®n
de otros pa¨ªses
Pero a¨²n deben producirse importantes progresos, y centenares de recomendaciones ya han sido formuladas por el Foro Global. Algunos pa¨ªses como Liechtenstein, cuya legislaci¨®n fue considerada insuficiente, han cambiado sus leyes para responder a estas exigencias. Otros han sido invitados a acelerar sus reformas como requisito previo para un examen m¨¢s exhaustivo. Porque, en definitiva, el Foro Global examina la pr¨¢ctica efectiva del intercambio de informaci¨®n y cada pa¨ªs recibir¨¢ una calificaci¨®n global evaluando su comportamiento. Una primera serie de 50 calificaciones estar¨¢ disponible este oto?o para permitir identificar claramente qui¨¦n respeta las reglas y qui¨¦n no.
Sin embargo, un n¨²mero creciente de Estados, como en el caso de Singapur y Luxemburgo, consideran que conviene ir todav¨ªa m¨¢s lejos en el salto cualitativo de transparencia que ha constituido el intercambio de informaci¨®n bancaria a solicitud. Ahora se trata de pasar al intercambio autom¨¢tico de informaci¨®n. El G20 ha decidido ser ejemplar en este ¨¢mbito con un llamamiento a todas las jurisdicciones para que adopten el intercambio autom¨¢tico, que se convertir¨ªa en el nuevo est¨¢ndar global. Por su parte, el G8 nos ha pedido que implementemos una plataforma en la que los Estados puedan intercambiar informaci¨®n autom¨¢ticamente de forma segura y eficaz. Con el fin de aplicar las nuevas exigencias de Estados Unidos en el marco de la denominada ley FATCA (Foreign Account Tax Compliance Act), varios pa¨ªses, entre ellos Suiza, han firmado acuerdos en los que se prev¨¦ un intercambio m¨¢s profundo. Adem¨¢s, 17 pa¨ªses de la Uni¨®n Europea acaban de comprometerse a elaborar un proyecto piloto para establecer entre ellos un intercambio similar al propuesto por la FATCA. Nos corresponde garantizar la eficacia de estos acuerdos y su acceso, que haremos en estrecha coordinaci¨®n con la Uni¨®n Europea. En junio presentar¨¦ al G8 los elementos clave para establecer un est¨¢ndar ¨²nico y global sobre el intercambio autom¨¢tico de informaci¨®n bancaria.
No podemos
seguir tolerando
la planificaci¨®n
fiscal agresiva
Numerosos pa¨ªses como Arabia Saud¨ª, Austria, Belice, Luxemburgo o Singapur firmar¨¢n el Convenio Multilateral de la OCDE sobre Asistencia Administrativa en Materia Tributaria pasado ma?ana, 29 de mayo, durante nuestra reuni¨®n Ministerial anual. En este Convenio se establecen todas las formas de intercambio de informaci¨®n e incluso la asistencia en el cobro de deudas fiscales. Dentro de poco, m¨¢s de 60 pa¨ªses habr¨¢n suscrito lo que est¨¢ en v¨ªas de convertirse en el instrumento de referencia para un mundo m¨¢s transparente en el que ya no ser¨¢ posible ocultar fortunas o ingresos para evadir el pago de impuestos.
Adem¨¢s del esc¨¢ndalo que constituye el fraude fiscal, no podemos seguir tolerando la planificaci¨®n fiscal agresiva, que es objeto de una condena masiva por parte de la opini¨®n p¨²blica y la clase pol¨ªtica en todo el mundo. Dado que esta lacra mundial no la puede frenar solo un pa¨ªs, se requiere una acci¨®n colectiva y coordinada a nivel internacional.
Es m¨¢s, el G20 nos ha instado a revisar y reforzar las normas de fiscalidad internacional para poner en pie de igualdad a las PYMEs y las multinacionales. El combate contra la erosi¨®n de las bases fiscales y la deslocalizaci¨®n de beneficios a trav¨¦s de la planificaci¨®n agresiva se ha convertido en una prioridad global. La confianza de los contribuyentes en la eficacia y la justicia de sus sistemas fiscales nos va en ello. Si bien hay que mantener la lucha contra la doble imposici¨®n de las inversiones internacionales para asegurar el crecimiento y el empleo, es igualmente imprescindible luchar contra otro esc¨¢ndalo: la ¡°doble no imposici¨®n¡± y las localizaciones de beneficios en jurisdicciones sin impuestos en las que no se realiza ninguna actividad real. En julio presentar¨¦ en el G20 un Plan de Acci¨®n para acabar con estas pr¨¢cticas.
La imposici¨®n fiscal es una de las piedras angulares del contrato social entre la ciudadan¨ªa y el Estado, en quien recae la responsabilidad de velar para que esta recaudaci¨®n sea adecuada y justa. Una cooperaci¨®n insuficiente entre los Estados y el retraso en la adaptaci¨®n de nuestras normas de fiscalidad internacional a la globalizaci¨®n de la econom¨ªa y de las empresas es lo que nos hace encontrarnos en estra encrucijada. Si queremos restaurar la confianza de nuestros ciudadanos y de nuestros contribuyentes, no tenemos otra alternativa que ganar la lucha por la transparencia y el establecimiento de normas mundiales justas.
Angel Gurr¨ªa es secretario general de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico.
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