Un respiro para Letta

La elevada abstenci¨®n registrada en las elecciones municipales italianas (15 puntos m¨¢s que en los comicios de 2008) mantiene la tendencia que ya despunt¨® en las generales de febrero y confirma el desapego de la ciudadan¨ªa hacia sus dirigentes. La escasa asistencia, el viernes, a los cierres de campa?a en Roma hac¨ªa presagiar la espantada de los votantes (en la capital, la participaci¨®n no llega al 53%).

Siempre es arriesgado hacer extrapolaciones entre comicios locales y nacionales. Y m¨¢s si, como en este caso, son parciales (en juego estaban 564 de las m¨¢s de 8.000 alcald¨ªas). Pero desde el principio esta votaci¨®n se consider¨® como un term¨®metro para el Gobierno de unidad que preside desde hace un mes Enrico Letta, y sobre todo para su grupo, el Partido Democr¨¢tico (PD, centroizquierda).

La decisi¨®n del PD de encabezar un Ejecutivo de coalici¨®n con los centristas de Mario Monti y el Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi salv¨® a Italia de la quiebra institucional, pero indign¨® a una parte de sus votantes, que lo ¨²ltimo que quer¨ªan es un pacto con el denostado ex primer ministro. Sobre todo porque Berlusconi, fiel a su estilo, est¨¢ tratando por todos los medios de marcar la agenda.

Pese a las malas perspectivas, el PD ha salvado la cara, a tenor de los resultados provisionales. Su candidato se ha impuesto en Roma, desbancando al alcalde de centroderecha, el berlusconiano Gianni Alemanno, si bien ambos ir¨¢n a una segunda vuelta. La tendencia es similar en la mayor¨ªa de las principales ciudades en juego, donde el centroizquierda va en cabeza sin llegar a la mayor¨ªa absoluta. Incluso en Siena el PD revalida su victoria a pesar de haberse visto salpicado por el esc¨¢ndalo del banco Monte Paschi.

Si el PD se mantiene a flote, no puede decir lo mismo el Movimiento 5 Estrellas. El batacazo en Roma (un 13% de los votos, la mitad que en febrero) se ha visto acompa?ado por resultados escu¨¢lidos en el resto del pa¨ªs, donde llegan a perder hasta dos tercios de los votos cosechados en las generales, cuando se erigieron en la tercera fuerza con un 25%. La intransigencia de Beppe Grillo y las divisiones internas les han desgastado a velocidad r¨¦cord.

Los italianos parecen mostrar comprensi¨®n hacia Letta, una figura respetable que est¨¢ dando muestras de responsabilidad en una aventura incierta. Hay cansancio, s¨ª. Pero a las formas alternativas de hacer pol¨ªtica les falta tiempo para madurar.