Dios y Beatriz
El caso de Beatriz en El Salvador demuestra hasta d¨®nde llega la obsesi¨®n y el cinismo de los fan¨¢ticos
Amanecemos casi cada d¨ªa con la noticia de otra mujer asesinada a manos de un macho que la consideraba una posesi¨®n dom¨¦stica. Una mezcla de animal de compa?¨ªa, criada y esclava sexual. Para los que de verdad defienden la vida, creyentes o no, esta modalidad de terror deber¨ªa ser el primer problema de Espa?a. Pero, ?qu¨¦ tenemos? Declaraciones breves, balbucientes, con el rostro compungido de quien parece tratar con un enemigo imposible o una fatalidad ancestral. Unas medidas tibias, de quita y pon. Porque al mismo tiempo que la actualidad vomita otro crimen, una comandancia combinada de pol¨ªticos y jefes religiosos opera con las leyes a la manera del posadero Procusto con los hu¨¦spedes en la cama de hierro: les serraba los pies para ajustarlos a las medidas del lecho. Renunciar a dominar, esa es la prueba de la propia libertad. Pero del integrismo prehist¨®rico hemos pasado al poshist¨®rico y la mujer sigue siendo la principal v¨ªctima. Y las adolescentes. Y las ni?as. Resolvamos de una vez el dilema de la educaci¨®n ¨¦tica en Espa?a. En vez de Religi¨®n o Valores C¨ªvicos deber¨ªan ense?arles Artes Marciales. Por cierto, la activista tunecina Amina Tyler est¨¢ procesada por ¡°profanaci¨®n¡± (?ense?ar los pechos!) y portar un ¡°arma inflamable¡±: un aerosol defensivo. En nombre de Dios, la cuesti¨®n es dominar. Serrar los pies a las mujeres. Una identidad delictiva muy internacional. Fe o ideolog¨ªa que ocultan un inter¨¦s: aprovecharse de ellas. Explotarlas. En casa, en la f¨¢brica, en un prost¨ªbulo. Y para eso hay que anular su voluntad: culpabilizarlas, humillarlas. El caso de Beatriz en El Salvador demuestra hasta d¨®nde llega la obsesi¨®n y el cinismo de los fan¨¢ticos. Quienes martirizan a esta muchacha son de la casta de los poderosos machos que en Guatemala anularon la condena al genocida R¨ªos Montt. Si hay un Dios, ser¨¢ tambi¨¦n diosa y hembra. Debe estar aterrorizado con esta tropa que lo invoca.
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