Igual¨¢ndonos en desigualdad
Esta entrada ha sido escrita por Lidia Garc¨ªa Garc¨ªa desde El Salvador.
Cocina rudimentaria de bloques de hormig¨®n y paredes de placas metalicas (EL Salvador)
Una chica de unos veinte a?os, aunque probablemente tenga menos, empuja el carrito de un beb¨¦ en la plaza de un barrio de clase alta en la ciudad de Lima en Per¨². Lleva uniforme. Inmediatamente me recuerda una escena de esas pel¨ªculas espa?olas de los sesenta con Gracita Morales. En un banco, cerca, una se?ora con abrigo de piel, sentada, observa, tambi¨¦n, la misma escena.
Esta es mi primera fotograf¨ªa sobre la desigualdad. Ingenuo. Quiz¨¢s s¨ª. Pero hab¨ªa crecido creyendo que todas y todos ¨¦ramos iguales. Ingenua. Sin duda.
Latinoam¨¦rica es la regi¨®n m¨¢s desigual del mundo seg¨²n el informe sobre desarrollo humano del PNUD en 2010. Una forma de medir esta desigualdad es a trav¨¦s del ¨ªndice de Gini que indica la distribuci¨®n de ingresos entre la poblaci¨®n. Cuanto m¨¢s cerca de cero, mejor distribuidos est¨¢n los ingresos, es decir, lo que ingresamos est¨¢ repartido de una forma equitativa. En caso contrario, cien es cuando una persona recibe todo el ingreso y el resto de la poblaci¨®n nada. Tambi¨¦n nos ayuda a dibujar ese espacio existente entre estos dos extremos: la clase media. Hasta hace poco me sent¨ªa orgullosa de haber dejado mi ombligo en un pa¨ªs donde la clase media es (perd¨®n, era) mayoritaria, donde el trato con otras personas era independiente de lo que ganaras o la profesi¨®n que ejercieras. Incluso con nuestros vecinos pa¨ªses europeos esta diferencia era notable.
Pero hoy Espa?a destaca por ser uno de los pa¨ªses que m¨¢s ha crecido en desigualdad en menos tiempo. Es as¨ª como la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) publica un estudio este a?o en el que se?ala que Espa?a es uno de los pa¨ªses a nivel mundial que m¨¢s ha aumentado el ¨ªndice de Gini desde que comenz¨® la crisis. De hecho, es el segundo pa¨ªs, tras Irlanda, donde el ¨ªndice medido a nivel de ingresos por hogares aument¨® m¨¢s entre 2007 y 2010. A¨²n m¨¢s, esta inequidad ascendi¨® m¨¢s en estos tres a?os que en lo observado en los doce a?os anteriores para el conjunto de los pa¨ªses de la OCDE donde realizaron este estudio.
Y, sin querer queriendo hurgar en la herida, tambi¨¦n ocupamos el primer puesto en la medici¨®n del ratio 80/20 que compara la poblaci¨®n con mayores y menores ingresos en 27 pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. En 2011 Espa?a tiene una puntuaci¨®n de 7,5, siendo el promedio europeo de 5,3. Este valor pr¨¢cticamente es el m¨¢s alto desde que se inici¨® esta medici¨®n en 2003 para todos los pa¨ªses.
Esto tiene consecuencias dr¨¢sticas en nuestro d¨ªa a d¨ªa en Espa?a: aumento de los niveles de pobreza (27% desde 2008), desaparici¨®n progresiva de la clase media, proliferaci¨®n de instituciones caritativas que ofrecen comida¡ Y este aumento del distanciamiento entre los que ganan m¨¢s y los que ganan menos (o no ganan), ?tambi¨¦n nos llevar¨¢ a un distanciamiento en el trato personal, en no considerarnos tan iguales?.
En Suchitoto, municipio de El Salvador, hace unos a?os, escuch¨¦ a Jon Sobrino, durante el Tribunal Internacional de Justicia Restaurativa que se realiza todos los a?os, decir algo que todav¨ªa no he olvidado: la humanidad se est¨¢ deshumanizando. La desigualdad nos conduce a la deshumanizaci¨®n. Nos lleva al desencanto, la lucha, la violencia, la guerra. A olvidarnos de porqu¨¦ luchamos.
Luchar por la igualdad es humanizarnos. Otras medidas de desarrollo humano est¨¢n empezando a incorporar la desigualdad como parte indisoluble. As¨ª, el ?ndice de Desarrollo Humano (IDH) desde 2010 incorpora el IDH ajustado por la desigualdad que tiene en cuenta el ¨ªndice de Gini. Si revisamos el IDH y el IDH ajustado por la desigualdad, Espa?a desciende un puesto en el ranking mundial, El Salvador, 11 puestos y Panam¨¢, 15. Deshumaniza.
Hablamos de una desigualdad no s¨®lo de ingresos, de mercados o de consumo, si no del trato entre nosotras y nosotros, de la humanizaci¨®n.
A trav¨¦s de la ventana puedo ver casas grandes y hermosas con alambradas en sus muros frente a champitas* construidas con pl¨¢sticos negros. Esta es mi ¨²ltima fotograf¨ªa sobre la desigualdad, pero ?cu¨¢l ser¨¢ la pr¨®xima que tome al regresar a Espa?a?
*1.f.El Salv.,Guat.,Hond.yNic.Casucha que sirve de vivienda. (Real Academia Espa?ola, www.rae.es )
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