A ambos lados de la puerta

Los procesos de privatizaci¨®n sanitaria emprendidos en varias comunidades aut¨®nomas han puesto de manifiesto la facilidad con la que algunos pol¨ªticos y altos cargos de la administraci¨®n p¨²blica utilizan la puerta giratoria para ocupar, cuando dejan el puesto, cargos importantes en las empresas que han resultado beneficiadas por esos procesos.

En Catalu?a esas puertas giratorias funcionan desde hace d¨¦cadas y eso ha propiciado que las mismas personas hayan ocupado de forma alternativa cargos en el lado del mostrador que adjudica las partidas sanitarias, y en el lado que las recibe. El llamado modelo sanitario catal¨¢n consiste precisamente en agrupar bajo un mismo paraguas ¡ªla Red de Hospitales de Utilizaci¨®n P¨²blica¡ª a los centros p¨²blicos, concertados y privados que prestan servicios para la sanidad p¨²blica.

Esta promiscuidad ha dado lugar a no pocas sospechas de conflicto de intereses, pero lo que no hab¨ªa ocurrido hasta ahora es que una misma persona, y justamente la de m¨¢s responsabilidad, estuviera a la vez en los dos lados de la puerta giratoria.

En su calidad de director general del Servei Catal¨¢n de la Salud (CatSalut), Josep Maria Padrosa controla los 8.685 millones de euros ¡ªla mayor partida de la Generalitat¡ª del presupuesto sanitario p¨²blico. Pero Padrosa es al mismo tiempo apoderado de seis de las empresas contratadas por CatSalut para prestar servicios de fisioterapia y rehabilitaci¨®n, por los que han recibido m¨¢s de 40 millones de euros en tres a?os. Resulta sospechoso que mientras muchos hospitales han sufrido recortes de hasta el 20%, el de esas empresas haya sido muy inferior: el 9%.

Cuando CiU regreso a la Generalitat en 2010, ya caus¨® suspicacias que nombrara consejero de Sanidad a quien era presidente de la patronal de hospitales concertados y privados. No parec¨ªa que su trayectoria fuera la m¨¢s adecuada para estar al frente de la sanidad p¨²blica. Fue entonces cuando atravesaron la puerta giratoria varios otros cargos de esa patronal, entre ellos Padrosa, hasta entonces director general del holding que presta la inmensa mayor parte de la rehabilitaci¨®n en Catalu?a. Aunque dimiti¨® como director general, es apoderado de seis empresas, lo que vulnera todas las leyes de incompatibilidad.