Esta gallega le ofrece un trabajo en BMW
Milagros Cai?a-Andree es la primera mujer en la junta directiva de la empresa l¨ªder automovil¨ªstica Sus padres campesinos emigraron de un pueblito de Ourense a Alemania hace 47 a?os Preocupada por nuestro pa¨ªs, ofrece 25 puestos a espa?oles en un programa piloto
Hace 47 a?os, los padres de Milagros Cai?a-Andree, que subsist¨ªan cultivando la tierra en Bobor¨¢s, una peque?a localidad de Ourense, decidieron cambiar de vida. Cansados de la pobreza reinante en la ¨¦poca en Galicia, emigraron a Alemania. No pod¨ªan imaginar entonces que su hija de tres a?os, Milagros, acabar¨ªa ocupando el primer puesto para una mujer en el Consejo de Administraci¨®n de BMW y tendr¨ªa a 100.000 personas a su cargo repartidas por los cinco continentes.
La familia lleg¨® a un pueblito en Sauerland, una id¨ªlica regi¨®n monta?osa del land de Renania del Norte-Westfalia, en el marco de un ambicioso programa destinado a sostener la floreciente econom¨ªa germana en los a?os sesenta. El pa¨ªs necesitaba mano de obra y, cuando el ¡°milagro econ¨®mico¡± que sobrevino a la guerra estaba en su apogeo, las autoridades firmaron sendos acuerdos laborales, primero con Italia y posteriormente con Espa?a, Portugal, Turqu¨ªa, Marruecos, Grecia y T¨²nez, para contratar a los llamados gastarbeiter (trabajadores hu¨¦spedes).
Los seleccionados, de entre 18 y 25 a?os, deber¨¢n sumergirse a lo largo de 12 meses en la cultura alemana
¡°Mis padres fueron trabajadores inmigrantes¡±, recuerda Milagros Cai?a-Andree. ¡°Eran agricultores y, aunque ten¨ªan suficiente para vivir, quisieron un futuro mejor para s¨ª mismos y para sus hijos. Se preocuparon desde un principio de que yo fuera biling¨¹e. Tuve la suerte de no sufrir problemas en la escuela y de aprender r¨¢pidamente el alem¨¢n. Mi madre trabaj¨® en una planta industrial porque mi padre, lamentablemente, hab¨ªa enfermado¡±.
Hoy su padre no est¨¢, pero su progenitora, que pasa los veranos en Espa?a y los inviernos en Alemania junto a su hija, ha podido verla convertida en una de las mujeres m¨¢s influyentes de la industria germana. En junio del a?o pasado, el grupo BMW, la marca m¨¢s codiciada como fuente de trabajo en Alemania, anunci¨® que Milagros Cai?a-Andree ser¨ªa la primera mujer en ocupar un sill¨®n en el exclusivo vorstand (o junta directiva) del grupo, como jefa de personal. Este nombramiento la convert¨ªa adem¨¢s en el segundo miembro no alem¨¢n de esa mesa, tras el ingl¨¦s Ian Robertson, jefe de ventas y marketing de la compa?¨ªa.
La ejecutiva recibe en un sal¨®n de exposiciones que BMW tiene en el bulevar Kursf¨¹rtstendamm, epicentro de las firmas de lujo en Berl¨ªn, donde hace unos d¨ªas se ofici¨® una conferencia sobre la diversidad en la industria alemana. Ella acud¨ªa como una de las anfitrionas, pero nada en sus modos amables y poco autoritarios parec¨ªa delatar el peso de su cargo. Con pocas joyas y el maquillaje justo, un riguroso traje de dos piezas que parece servirle de uniforme y el pelo negro recogido en un cl¨¢sico mo?o espa?ol, Cai?a-Andree est¨¢ imponiendo una nueva cultura laboral en la compa?¨ªa b¨¢vara.
Tiene 100.000 personas a su cargo como jefa de personal de la compa?¨ªa
Hace un mes anunci¨® desde las p¨¢ginas del influyente peri¨®dico Frankfurter Allgemeine Zeitung que el grupo hab¨ªa decidido iniciar un proyecto piloto para reclutar a 25 j¨®venes espa?oles, que ser¨¢n formados durante un a?o en la sede de la empresa en M¨²nich, como un gesto para contribuir al desarrollo profesional de los j¨®venes espa?oles y ¡°devolver algo¡± a los pa¨ªses donde BMW vende sus autom¨®viles. Una iniciativa que viene a a?adir su grano de arena para paliar esa tasa de paro juvenil del 55% que asola Espa?a.
Los seleccionados, de entre 18 y 25 a?os, deber¨¢n, a lo largo de 12 meses, sumergirse en la cultura alemana, vivir¨¢n con una familia anfitriona de BMW y trabajar¨¢n en desarrollo, ventas y marketing. ¡°La intenci¨®n es que posteriormente regresen a Espa?a y apliquen sus conocimientos en su patria. Por ejemplo, en BMW Espa?a o en los establecimientos de nuestros concesionarios. La cuota del paro juvenil de m¨¢s del 50% es catastr¨®fica¡±, asevera la ejecutiva. Si este proyecto piloto tiene ¨¦xito, relata, es posible que se aplique a otros pa¨ªses europeos donde tambi¨¦n existe la plaga del paro juvenil, como Italia, Grecia y Portugal.
Milagros Cai?a-Andree est¨¢ abriendo las puertas de BMW en Alemania a los extranjeros. Tan solo en 2012, el grupo contrat¨® a 700 de un total de m¨¢s de 4.000 personas, bajo una premisa que puede revolucionar el mercado laboral germano. ¡°Para garantizar el futuro de una empresa es indispensable disponer de profesionales bien cualificados, tanto del propio pa¨ªs como de fuera. Estamos convencidos de que el trabajo, la capacidad creativa y la calidad de nuestra empresa se benefician de la presencia de personas de diversa procedencia¡±, asegura, recordando que m¨¢s de 100 espa?oles trabajan en BMW en Alemania.
Est¨¢ abriendo las puertas de BMW en Alemania a los extranjeros. En 2012 contrat¨® a 700
¡°Aportar¨¢ al grupo BMW su amplia experiencia en la gesti¨®n de recursos humanos¡±, dijo de ella Joachim Milberg, presidente de la junta de vigilancia de la empresa, cuando anunci¨® su contrataci¨®n. La elecci¨®n no fue gratuita. La hija de campesinos gallegos pas¨® 22 a?os en Vossloh, una firma l¨ªder en infraestructura y t¨¦cnica ferroviaria con sede en Werdohl, donde entr¨® a trabajar en 1984. En 1999 fue nombrada jefa de personal de Vossloh, con 5.000 empleados a su cargo, un puesto que la llev¨® a su junta ejecutiva. En 2001, su actual esposo, Werner Andree, fue nombrado presidente de la junta directiva de Vossloh, cargo que ocupa actualmente.
Cai?a-Andree fue fichada en 2006 por Deutsche Bahn, la empresa nacional ferroviaria alemana, donde en 2011 alcanz¨® el puesto de jefa de personal de su subsidiaria de log¨ªstica Schenker AG, con 60.000 empleados en n¨®mina. En esa ¨¦poca vivi¨® un a?o y medio en Berl¨ªn, hasta trasladarse a M¨²nich, su actual lugar de residencia, para consagrarse a BMW.
Sus planes de futuro pasan por regresar a sus or¨ªgenes, al lugar donde aterrizaron sus padres en pos de una vida mejor hace 47 a?os. Celosa de su intimidad, se niega a revelar el nombre del pueblito de Renania del Norte-Westfalia que los acogi¨® y que ha de servirle a ella de nuevo de refugio. ¡°Prefiero no dec¨ªrselo¡±, se excusa. ¡°Porque pienso volver a vivir all¨ª y no quiero que nadie sepa d¨®nde tengo mi casa¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.