Fantasmas

Los espa?oles no somos malos, pero somos muy incultos. Si cada dos por tres, un diputado usa el adjetivo incierto cuando quiere decir falso, y hay periodistas que confunden a diario lo posible con lo plausible, como si la posibilidad y la admisibilidad de un hecho fueran la misma cosa... ?Qu¨¦ errores no seremos capaces de cometer con los n¨²meros por medio?

Tal vez, Cristina de Borb¨®n sospeche ya que testificar con la asistencia de su abogado ante el juez Castro, podr¨ªa haber resultado menos lesivo para su imagen que el misterio doloroso del n¨²mero 13 que ha incrementado los d¨ªgitos de su DNI. Por esa raz¨®n, ser¨ªa aconsejable que ella misma pusiera fin a un esperpento que est¨¢ da?ando a las instituciones del Estado, m¨¢s all¨¢ de la que encarna su propio padre. Le resultar¨ªa muy f¨¢cil. Bastar¨ªa con que hiciera p¨²blicas sus declaraciones del IRPF de los a?os correspondientes. Ese simple gesto convertir¨ªa la presunta equivocaci¨®n de la Agencia Tributaria en una intranscendente an¨¦cdota.

Porque los espa?oles somos, ya digo, muy incultos. La incultura es la madre de la malevolencia, y si este inexplicable error permaneciera inexplicado, podr¨ªamos acabar pensando que su origen est¨¢ en una declaraci¨®n fraudulenta de transacciones ficticias, destinadas a crear un mill¨®n y medio de euros blanqueados para pagar un palacio en Barcelona. De esta mal¨¦vola hip¨®tesis podr¨ªa nacer un fantasma capaz de volar muy alto, pues no s¨®lo tendr¨ªa la virtud de ser, en s¨ª misma, una explicaci¨®n, sino que resultar¨ªa adem¨¢s veros¨ªmil para los contribuyentes que jam¨¢s hemos padecido errores de este calibre. Hay que tener en cuenta en qu¨¦ pa¨ªs vivimos. Despu¨¦s de que B¨¢rcenas se inventara a Miguel Crisantemo, el abogado inexistente que, seg¨²n ¨¦l, avalaba la legalidad de los sobresueldos del PP, nadie puede reprocharnos que creamos en los fantasmas.