Cuando la sospecha es ley y el amor, un crimen
Autora invitada: Ana G¨®mez P¨¦rez-Nievas (periodista)
¡°Mis antiguos vecinos me preguntan: ?por qu¨¦ sigues vivo?¡±. Frank vive en Uganda y, de momento, tiene suerte: sigue vivo. Si el proyecto de Ley Anti-Homosexual no consigue ser aprobado en el Parlamento; si al menos se permiten las enmiendas que retiran la pena de muerte como castigo por conductas homosexuales; si no se convierte en rango de Ley, quiz¨¢ siga con esa suerte el resto de su vida...
El centro de Yaound¨¦, Camer¨²n, mayo de 2013. Un hombre joven que ha sido golpeado con frecuencia en su barrio y desalojado de su casa, a causa de su orientaci¨®n sexual e identidad de g¨¦nero. ? Amnist¨ªa Internacional
Acoso, marginaci¨®n, detenciones arbitrarias, y ataques: en la regi¨®n de ?frica Subsahariana se est¨¢ incrementando, en los ¨²ltimos a?os, la persecuci¨®n a lesbianas, gays, transexuales e intersexuales (LGBTI). La Ley Anti-Homosexual de Uganda es s¨®lo un ejemplo de esta tendencia. Tambi¨¦n Sud¨¢n del Sur, pa¨ªs independiente desde 2008, criminaliza la conducta homosexual de hombres y mujeres con, al menos, diez a?os de c¨¢rcel. Igual que Burundi, que prohibi¨® este tipo de relaciones sexuales revisando en 2009 el C¨®digo Penal, o Nigeria y Liberia, que introdujeron proyectos de ley para endurecer las penas para LGBTI. Todo ello sin olvidar que Mauritania, las regiones al norte de Nigeria, las del sur de Somalia y Sud¨¢n, siguen manteniendo la pena de muerte para este ¡°delito¡±. Es por eso que Amnist¨ªa Internacional ha presentado un informe titulado Making Love a crime: criminalization of same-sex conduct in sub-saharan Africa, que analiza c¨®mo 38 pa¨ªses africanos imponen sanciones y criminalizan al colectivo LGBTI, contraviniendo tratados internacionales y violando derechos como el de la libertad de pensamiento, de opini¨®n y de expresi¨®n, de conciencia y de religi¨®n, de reuni¨®n pac¨ªfica y asociaci¨®n, la libertad y la seguridad de las personas, o el derecho a la intimidad.
A estas personas se les persigue, detiene y acosa en muchas ocasiones bajo la simple sospecha, someti¨¦ndoles a hostigamientos que pueden ir desde la marginaci¨®n o la discriminaci¨®n, por ejemplo, en el acceso universitario, con la denegaci¨®n de becas; hasta casos extremos como son las violaciones correctivas de mujeres lesbianas o el asesinato, tal y como le ocurri¨® a David Kato, activista gay cuyo crimen en 2011 fue objeto de denuncia de muchas organizaciones y condenado hasta por el propio presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Ley mata gays
En algunos pa¨ªses africanos, l¨ªderes conservadores acusan falsamente y de manera abierta al colectivo LGBTI de esparcir el virus del VIH o de ¡°convertir¡± a ni?os y ni?as a la homosexualidad.
¡°Es una ley que s¨®lo trata de prevenir, es decir, evitar que los homosexuales salgan a la luz, porque la homosexualidad es algo vergonzoso¡±: as¨ª se explica Edward Mpagi, ex condenado a muerte ugand¨¦s, sobre el proyecto de Ley Anti-Homosexual de Uganda. Tanto ¨¦l como Alice Alaso, parlamentaria ugandesa, han acudido este mes de junio al Congreso Mundial contra la Pena de Muerte celebrado en Madrid. Mientras hablan y aclaman el derecho a la vida, su vehemencia parece desinflarse cuando se refieren a los derechos del colectivo LGBTI. ¡°No queremos que nadie muera, pero el resto de los t¨¦rminos del proyecto de ley se mantendr¨¢n porque no deseamos encontrar gente reclutando a nuestros ni?os en la homosexualidad¡±, asegura Alaso sin que le tiemble el pulso. ¡°La homosexualidad est¨¢ prohibida por la Constituci¨®n ugandesa. Tenemos una cultura, y un fuerte enraizamiento religioso al que nos queremos mantener atados. El proyecto de ley lo que busca es regular este tipo de relaciones¡±, a?ade.
De momento, y aunque en el mes de mayo ha vuelto al Parlamento para su discusi¨®n, todav¨ªa no est¨¢ claro el resultado final de la conocida como ¡°Ley mata gays¡± en Uganda. Sin embargo, se cree que algunos de los posibles castigos ser¨ªan tales como tres a?os de c¨¢rcel por no denunciar a tu vecino homosexual; siete si te encuentran con un libro o un v¨ªdeo de tem¨¢tica gay; o la cadena perpetua si te casas con alguien del mismo sexo.
Pero no todo el mundo est¨¢ a favor de este proyecto de Ley. Muchos colectivos y organizaciones, ayudados por la presi¨®n internacional, est¨¢n trabajando para que no salga adelante. ¡°Lo que hagan las personas adultas en la cama y en su privacidad no tiene nada que ver con la ley. As¨ª que vamos a impugnarla¡±, explica Frederick E. Ssempebwa, abogado ugand¨¦s y uno de los mayores activistas contra la pena de muerte en el pa¨ªs. Seg¨²n este profesor miembro y antiguo presidente de la East Africa Law Society, y de la International Bar Association, existe la creencia popular de que la homosexualidad ha sido empujada desde fuera del pa¨ªs. ¡°Algunas personas que somos m¨¢s abiertas no decimos que debamos permitir las relaciones homosexuales, s¨®lo que la ley no tiene que inmiscuirse en los asuntos privados de la gente. Es su elecci¨®n y el Estado no tiene que darles licencia para hacerlo¡±, asegura. Para Ssempebwa, la manera de combatir esta acoso al colectivo LGBTI tiene que partir del derecho. ¡°Ahora los homosexuales salen m¨¢s a la calle a manifestarse, y nosotros les decimos que podemos ganar esta batalla por la libertad. Para m¨ª se trata de una batalla por la libertad de la gente, no sobre la homosexualidad¡±, relata.
Un ugand¨¦s lee titulares en un quiosco en el centro de Kampala, 3 de junio de 2013. Algunos peri¨®dicos del pa¨ªs han defendido la violencia contra las personas LGBTI y la publicaci¨®n de informaciones sobre sospechosos de serlo ? P.M.
Una batalla complicada, si se tienen en cuenta situaciones como la que tuvo lugar en febrero de 2012, cuando el ministro de ?tica e Integridad cerr¨® un taller para activistas en la ciudad ugandesa de Entebbe, aduciendo que era ilegal. O que en junio del a?o pasado, la polic¨ªa cerr¨® de forma arbitraria otro taller, organizado por el Proyecto sobre Defensores y Defensoras de los Derechos Humanos de ?frica Oriental y el Cuerno de ?frica, para ense?ar t¨¦cnicas de observaci¨®n de los derechos humanos a activistas de LGBTI de Ruanda, Tanzania y Kenia, adem¨¢s de Uganda. Los organizadores fueron detenidos y el Ministerio del Interior amenaz¨® con ilegalizar 38 ONG, acus¨¢ndolas de promover la homosexualidad.
¡°Ahorcadlos¡±
A pesar de que 80 pa¨ªses persiguen a homosexuales, lesbianas, transexuales e intersexuales en todo el mundo, activistas como Frank Mugisha, presidente de la organizaci¨®n Minor¨ªas Sexuales de Uganda, contin¨²an luchando por sus derechos. En 2010 su foto sali¨® junto a la de otras 99 personas, entre ellas, el activista posteriormente asesinado, David Kato, en el peri¨®dico sensacionalista Rolling Stone, con el titular ¡°100 fotos de los homosexuales m¨¢s importantes de Uganda". Bajo ¨¦l, un cruel y directo subt¨ªtulo: "Ahorcadlos". ¡°No duermo bien por las noches porque me siento paranoico. Hay mucha homofobia¡±, explica Mugisha en el informe ¡°Making love a crime¡±.
Sin embargo, el documento tambi¨¦n analiza los pasos que se est¨¢n dando para acabar con la homofobia en el continente africano. En 2009 Mauricio descriminaliz¨® la homosexualidad y en 2011 Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe, as¨ª como las Seycheles, hicieron lo mismo. Cabo Verde elimin¨® ofensas relativas a conductas homosexuales y la nueva constituci¨®n de Kenia, que entr¨® en vigor en 2010, anunciaba cambios positivos para el colectivo LGBTI en algunos aspectos.
Por otra parte, varios pa¨ªses africanos como Seychelles, Mozambique, Cabo Verde, Botswana y Mauricio han introducido una legislaci¨®n para prohibir expl¨ªcitamente la discriminaci¨®n sobre la base de la orientaci¨®n sexual o eliminado las disposiciones discriminatorias de la legislaci¨®n laboral existente. Adem¨¢s, Sud¨¢frica tambi¨¦n ha sido testigo de una serie de novedades jur¨ªdicas positivas en la ¨²ltima d¨¦cada, incluyendo el permitir la adopci¨®n conjunta por parejas del mismo sexo en 2002, la introducci¨®n de una ley sobre el reconocimiento legal de g¨¦nero en 2004, y la disponibilidad para el matrimonio del mismo sexo en 2006. A¨²n as¨ª, todav¨ªa existe una brecha entre la ley y la realidad en el pa¨ªs sudafricano. Uno de los ejemplos m¨¢s cruentos es el de Noxolo Nogwaza. En abril de 2011, esta activista lesbiana de 24 a?os, fue asesinada cuando volv¨ªa a casa en KwaThema, un municipio al este de Johannesburgo. Fue violada, apu?alada varias veces y golpeada antes de arrojar su cad¨¢ver en una zanja de drenaje. Poco progresos se han hecho en la investigaci¨®n de su caso y pocos m¨¢s se har¨¢n si la regi¨®n de ?frica subsahariana sigue haciendo de la sospecha una ley y del amor un crimen.
M¨¢s informaci¨®n en la web de Amnist¨ªa Internacional. www.es.amnesty.org
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.