El d¨ªa que por fin conoc¨ª a un gran viajero de verdad

Acabo de volver de este pa¨ªs asi¨¢tico donde he estado acompa?ando a un grupo organizado por Cadena Ser Viajes. Ha sido un viaje maravilloso y sobre todo, un grupo de gente maravillosa; buen rollito, viajeros con ganas de conocer y descubrir y mucho buen humor. Pero entre ellos hab¨ªa adem¨¢s una persona excepcional: Fernando.

De Fernando me hablaron por primera vez los agentes de Cadena Ser Viajes que gestionan las reservas de estas salidas especiales en las que yo acompa?o al grupo de oyentes. ¡°Ll¨¢malo por tel¨¦fono para darle instrucciones; no podemos envi¨¢rselas por email, como tampoco el resto de documentaci¨®n, porque nunca ha usado internet¡±.

Fernando apareci¨® efectivamente vestido con los dos elementos que le caracterizar¨ªan a lo largo del viaje: su camiseta del Barcelona y una eterna y sincera sonrisa. En la exigua maleta (mucho m¨¢s exigua que la m¨ªa) llevaba tambi¨¦n unas inmensas ganas de ver, conocer y aprender. Solo que yo en ese momento no lo sab¨ªa.

Entr¨® en el avi¨®n de Thai Airways como un ni?o entrar¨ªa por primera vez en Disneylandia: feliz y absorto con cada detalle, disfrutando de su biso?ez en ese tipo de situaciones, toc¨¢ndolo todo, maravill¨¢ndose con cada cosa que ve¨ªa. Y con esa actitud positiva sigui¨® todo el viaje. Poco a poco se fue convirtiendo en el alma del grupo, en el tipo alegre y dicharachero que anima los momentos de baj¨®n.

Poco a poco fui tambi¨¦n conoci¨¦ndolo mejor: era un lector empedernido, un hombre comprometido con muchas causas solidarias y con una desmedida afici¨®n por los documentales de naturaleza y animales. Nunca hab¨ªa salido de su pueblo, pero sab¨ªa de leones, de tiburones, de ecosistemas, de selvas y desiertos y del funcionamiento del cuerpo humano.

En todos los a?os que llevo viajando y compartiendo viajes con otras personas creo que nunca he visto a nadie capaz de disfrutar tanto de cada minuto del d¨ªa como Fernando, ni de agradecer tanto por las cosas que estaba viendo, por los momentos que estaba disfrutando. Se extasi¨® con el tama?o de los rascacielos de Bangkok, flipaba con las selvas que rodeaban los r¨ªos que recorr¨ªamos en barca, con la cantidad de agua que anega las zonas bajas de Tailandia, sabore¨® cada mercado que vimos, apreci¨® cada templo y se fotograf¨ªo con cada monje budista que nos tropez¨¢bamos. Y siempre dec¨ªa: ¡°?Qu¨¦ bonito, qu¨¦ maravilla!¡±.

Fernando no sabe nadar, pero fue el primero que se apunt¨® a hacer snorkel en los arrecifes de Koh Tao. Le puse un chaleco salvavidas, le expliqu¨¦ c¨®mo se respiraba con un tubo y unas gafas (jam¨¢s lo hab¨ªa hecho) y los fui llevando de la mano por los arrecifes mientras alucinaba viendo los corales, los peces y los nudibranquios que tantas veces hab¨ªa visto en los documentales. Cada poco se me ahogaba porque le entraba agua al tubo y sacaba la cabeza como una tortuga en apuros buscando un poco de aire y a¨²n as¨ª, entre bocanadas, estertores y tragos de agua salada, aprovechaba para decirme: ¡°?Qu¨¦ bonito, qu¨¦ maravilla!¡±.

Al d¨ªa siguiente venci¨® todos sus miedos e hizo un bautizo de buceo; estoy seguro de que es el hombre de su generaci¨®n que m¨¢s profundo ha estado de todos los vecinos de su pueblo y los pueblos de su comarca. En 12 d¨ªas no le vi un mal gesto ni un baj¨®n de humor. Acept¨® los contratiempos que surgen en un viaje con la misma sonrisa y buen talante. Estuvo siempre dispuesto a ver cosas nuevas, a vivir nuevas experiencias y a todas les sac¨® una ense?anza.

Y as¨ª, poco a poco, tambi¨¦n yo fui aprendiendo de ¨¦l. Aprend¨ª que Fernando, el agricultor de un pueblo de Castilla y Le¨®n que nunca hab¨ªa tenido un pasaporte, reun¨ªa en realidad todas las cualidades de un gran viajero: afrontaba las adversidades con buen humor, estaba dispuesto a renunciar a comodidades a cambio de vivir nuevas experiencias, actuaba con humildad y ten¨ªa la fuerza de voluntad suficiente para romper l¨ªmites con tal de descubrir otros mundos.

Hay quienes se las dan de grandes viajeros porque han estado en no se cuantos pa¨ªses, porque tiene un blog de viajes, porque han escrito alg¨²n libro o porque han visto mucho mundo pero siempre en hoteles de cinco estrellas.