Seguir haciendo bien las cosas

Mientras terminamos de salir de una de las peores recesiones econ¨®micas desde la Gran Depresi¨®n, seguimos esperando que las piezas del rompecabezas econ¨®mico vuelvan a ocupar su lugar. Estados Unidos contin¨²a padeciendo de forma persistente bajas tasas de crecimiento; en Europa es todav¨ªa patente la agitaci¨®n que produce la incertidumbre econ¨®mica, y la suerte de China, que parec¨ªa que fuera invulnerable, comienza a extinguirse.

Am¨¦rica Latina, que cuenta ya con una clase media de 225 millones de personas, crecer¨¢ un 4% este a?o, casi el doble del porcentaje previsto para Estados Unidos, seg¨²n las predicciones de varios expertos. Como bien ha se?alado el vicepresidente norteamericano, Joseph Biden, la pregunta ha pasado de ser ¡°?qu¨¦ puede hacer Estados Unidos por Am¨¦rica Latina?¡± a ¡°?qu¨¦ puede hacer Estados Unidos con Am¨¦rica Latina?¡±

Hay distintos factores que han contribuido a la relativa resistencia econ¨®mica de Am¨¦rica Latina en los a?os posteriores a la crisis financiera global de 2008. Entre todos ellos destaca la fuerte demanda china de exportaciones de materias primas y un boom de infraestructuras como el que podemos ver hoy en Brasil. No obstante, no deber¨ªa ignorarse el papel desempe?ado por las distintas estrategias de amortiguaci¨®n que Am¨¦rica Latina despleg¨® antes de la recesi¨®n, estrategias que permitieron que la regi¨®n saliera r¨¢pidamente y casi indemne del colapso global. En parte como resultado de las crisis de los a?os noventa e inicios de la primera d¨¦cada del nuevo siglo, en los a?os anteriores a la crisis de 2008 los Gobiernos latinoamericanos realizaron varios cambios macroecon¨®micos inteligentes, desde la reducci¨®n de la deuda del sector p¨²blico a la adopci¨®n de pol¨ªticas destinadas a controlar las tensiones inflacionarias por parte de los bancos centrales.

Am¨¦rica Latina cuenta
ya con una clase media de 225 millones de personas y crecer¨¢
un 4% este a?o

En conjunto, estos cambios permitieron a los Gobiernos latinoamericanos aplicar adecuadas pol¨ªticas antic¨ªclicas: reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s, introducci¨®n de est¨ªmulos monetarios e inyecci¨®n de liquidez en los mercados financieros. Esta nueva pol¨ªtica fiscal represent¨® una ayuda significativa superior a la de los estabilizadores autom¨¢ticos, en la medida en que se aceler¨® el gasto discrecional, bajaron los impuestos y los bancos centrales supieron distinguir entre aquellas herramientas capaces de estimular la demanda interna, tales como los tipos de inter¨¦s, y los instrumentos capaces de asegurar una adecuada transmisi¨®n de la pol¨ªtica monetaria al conjunto de la econom¨ªa.

Mientras la econom¨ªa global contin¨²a recuper¨¢ndose, otros pueden beneficiarse de la experiencia latinoamericana. Al mismo tiempo, para que el crecimiento en Am¨¦rica Latina prosiga es esencial que los pa¨ªses de la regi¨®n sostengan la misma actitud proactiva y preventiva que les permiti¨® capear la crisis reciente. Lo cierto es que los marcos de las pol¨ªticas macroecon¨®micas todav¨ªa se pueden mejorar. En particular, pa¨ªses como Per¨² deber¨ªan desdolarizar a¨²n m¨¢s sus econom¨ªas para reducir la disparidad de cambio, y M¨¦xico deber¨ªa diversificar su base impositiva. Todos los pa¨ªses deber¨ªan hacer algo m¨¢s para aumentar sus reservas.

El sector privado ¨Cen particular, las instituciones financieras¨C tambi¨¦n tiene su responsabilidad. Para fomentar el crecimiento continuo y protegerlo de la actual incertidumbre global, en primer lugar debemos prestar atenci¨®n a nuestros principios b¨¢sicos, invirtiendo en capital humano y prepar¨¢ndonos para escenarios potenciales de una reducci¨®n del crecimiento. Debemos trabajar para fortalecer nuestra posici¨®n de liderazgo mundial, explorando nuevos mercados y desarrollando alianzas que nos permitan expandir nuestras relaciones internacionales.

Econ¨®micamente, Am¨¦rica Latina tiene mucho de qu¨¦ enorgullecerse, pero es crucial que avancemos con un cauto optimismo. No s¨®lo nos enfrentamos a desaf¨ªos pendientes dentro de nuestras econom¨ªas ¨Centre los que se cuentan las persistentes barreras sociales¨C, sino que a¨²n formamos parte de una econom¨ªa global mayor, interconectada y todav¨ªa fr¨¢gil. Abracemos nuestra nueva prosperidad econ¨®mica al tiempo que conservamos todo lo que hemos aprendido, de forma que Am¨¦rica Latina mantenga el rumbo actual para las futuras generaciones.

Ricardo Villela Marino es presidente ejecutivo para Am¨¦rica Latina del Banco Ita¨² Unibanco.