Reforma atrevida
El nuevo modelo el¨¦ctrico bajar¨¢ el d¨¦ficit, pero encarece la luz para consumidores dom¨¦sticos
El Gobierno present¨® ayer una reforma el¨¦ctrica, orientada a reducir el d¨¦ficit de tarifa (superior ya a los 26.000 millones) que, en t¨¦rminos generales y a falta de detalles, es m¨¢s atrevida de lo que cabr¨ªa esperar dados los precedentes de gesti¨®n de Industria. La pieza fundamental que avala esa buena impresi¨®n es el nuevo sistema de retribuci¨®n de la distribuci¨®n, el transporte y las energ¨ªas renovables, actividades claramente sobrerretribuidas en el modelo actual y que contribu¨ªan de forma importante al citado d¨¦ficit. Caben pocas dudas de que el cambio normativo enunciado ayer por el Gobierno contribuir¨¢ significativamente a reducir su cuant¨ªa, aunque es dudoso que consiga eliminarlo.
As¨ª pues, Industria se ha tomado en serio la urgencia de bajar los costes reglados y ha obrado en consecuencia. Es cierto que pod¨ªa haber bajado m¨¢s las retribuciones, pero en comparaci¨®n con la situaci¨®n anterior es una mejora apreciable. Las consecuencias sobre las empresas, sean las tradicionales o las recientes de renovables, no se han hecho esperar. El mercado interpret¨® correctamente el alcance de la reforma y castig¨® a todas las sociedades el¨¦ctricas con ca¨ªdas que van desde m¨¢s del 8% de Acciona hasta casi el 2,5% a Iberdrola. La reacci¨®n del mercado responde al hecho de que los recortes de Soria se dejar¨¢n notar directamente en las cuentas de resultados. Tampoco es descartable que las compa?¨ªas respondan con acciones legales, con el criterio de que las retribuciones actuales (en especial las de las renovables) constituyen derechos contractuales.
El atrevimiento para bajar el d¨¦ficit (la eficacia de las medidas depender¨¢ tambi¨¦n de la evoluci¨®n de la demanda el¨¦ctrica, hoy en tasas de ca¨ªda desestacionalizada del orden del 7%) no se ha trasladado al reparto equitativo del d¨¦ficit entre empresas y consumidores. Aunque el ministro apel¨® a la equidad como criterio de la reforma y esgrimi¨® el argumento de los 2.700 millones que recaer¨¢n sobre las empresas, la cuenta global dice que son los consumidores dom¨¦sticos quienes est¨¢n soportando abrumadoramente la carga del d¨¦ficit. La deuda viva en manos de terceros, que tendr¨¢n que pagar indefectiblemente los usuarios, supera los 20.000 millones a trav¨¦s de la tarifa; y lo que ya han pagado a trav¨¦s de las subidas en el recibo est¨¢ en torno a los 10.000 millones. Por tanto, mal puede decirse que el reparto de la carga es equitativo. El impacto inmediato de la subida de los peajes se traducir¨¢ en un nuevo encarecimiento de la luz, esta vez del 3,2%.
Editoriales anteriores
La reforma tampoco responde satisfactoriamente a dos problemas fundamentales del mercado el¨¦ctrico: las dificultades de los consumidores para cambiar de suministrador y el escandaloso precio de la electricidad en Espa?a, situado entre los m¨¢s caros de Europa. Es un peso considerable para la competitividad de las empresas y la capacidad de ahorro y consumo de los consumidores dom¨¦sticos.
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