Juguetes b¨¦licos
Cuando al hijo de cinco a?os de Santiago Roncagliolo le regalan su primer juguete b¨¦lico comienzan sus tribulaciones: ?a favor o en contra de juguetes rabiosos? ?Libre albedr¨ªo o control estricto en la educaci¨®n de los hijos?
Compara la regulaci¨®n europea con la facilidad de cualquier ciudadano norteamericano para adquirir el ¨²ltimo grito en fusiles ametralladora. Cita el ejemplo de Newtown (Connecticut), donde un adolescente fuertemente armado mat¨® a 20 ni?os y 7 profesores.
Los asesinatos en escuelas en Estados Unidos alertaron a los fabricantes de chalecos antibala, que vieron un nuevo mercado en ¡°la seguridad de nuestros ni?os¡±. Ya lanzaron modelos de mochilas antibala para ni?os y ni?as de cinco a siete a?os. Con cada nuevo desastre, las ventas se triplican.
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