Restaurantes de mercado
La experiencia la viv¨ª el s¨¢bado a media ma?ana en las horas de mayor apogeo.
A la vista, un hervidero de clientes de distintos pa¨ªses. Espa?oles, ecuatorianos, colombianos, peruanos, dominicanos, chinos, bolivianos, coreanos y africanos en un apacible traj¨ªn. Una suerte de Torre de Babel.
Lo que no me pod¨ªa imaginar es que en la planta alta, junto a los puestos de frutas y verduras, me iba a tropezar con dos restaurantitos tan interesantes.
No sin cierto recelo, porque desconoc¨ªa la calidad de la comida, recal¨¦ primero en el Asadero Miguel ?ngel (puestos 39 y 40) que regenta una familia de ecuatorianos. Prob¨¦ un caldo de gallina estupendo, luego arroz chaufal¨¢n, igual de bueno, despu¨¦s una tortilla de papas (nada que ver con la espa?ola) y finalmente un pollo asado all¨ª mismo en parrillas de carb¨®n.
Animado por la experiencia me desplac¨¦ a la esquina opuesta, justo a un chino que ha sustituido a una cafeter¨ªa de r¨®tulo desvencijado (puestos 101 al 106)
Para mi sorpresa me encontr¨¦ con un restaurante chifa de nivel respetable. Un chino / peruano regentado por una familia china, como los mejores de Lima.
Prob¨¦ el arroz chaufa, s¨ªmbolo de la famosa fusi¨®n que me gust¨®. Despu¨¦s un caldo de mote, muy fino, con los granos de ma¨ªz (choclos) reventados. Y para beber chicha morada.
Tendr¨¦ que volver, me dije a m¨ª mismo, dada mi afici¨®n por las aut¨¦nticas cocinas de mercado.
Que quede claro que no se trata de lugares para gourmets con remilgos, sino de dos pistas para foodies sin prejuicios, donde se abonan facturas modestas..
Antes de marcharme recorr¨ª los puestos que visitan muchos cocineros profesionales.
A la vista, tamales, yucas, manojos de cilantro, choclo, ollucos, aj¨ªes, rocotos, pimientos antillanos, pimientos habaneros y un sinf¨ªn de tub¨¦rculos andinos y verduras chinas que pese a mis esfuerzos no controlo en absoluto.
En carteles rotulados a mano se ofrec¨ªan pasta de aj¨ª, de panca, de achiote, chiu?o negro y chiu?o blanco y unas hierbas frescas tan importantes en la cocina peruana y mexicana como el huacatay y epazote.
En un mostrador chino se ofrec¨ªan panes tiernos, hojas de pandan, hojas de loto y patos con cabeza. En otro especias de diferentes or¨ªgenes, y algo m¨¢s all¨¢ un puesto de empanadillas colombianas, as¨ª como las salte?as y tucumanas de Bolivia.
?Y en las pescader¨ªas? Algo muy curioso. En El Bierzo (puesto 55, planta baja), existe un lateral con pescados de consumo frecuente en la cocina espa?ola. Y a su lado otro mostrador con peces que apenas se consumen en nuestro pa¨ªs, bagres, carpas, tilapias y pintos
Puntualicemos las cosas. Los Mostenses no es un mercado de productos exclusivos y precios elevados. Al contrario, se trata de un mercado asequible de precios ajustados. Un emblema del intercambio multicultural, social y comercial de la ciudad.
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