Qu¨¦ hay de lo m¨ªo

Una serie de datos heterog¨¦neos permiten deducir, con prudencia, que las vacaciones de agosto se inician con una leve tendencia al alza de la econom¨ªa espa?ola. La prima de riesgo (alrededor de 300 puntos b¨¢sicos) es estos d¨ªas la mitad de la del a?o pasado, aunque superior a c¨®mo la dejaron los socialistas. El Banco de Espa?a dice, con car¨¢cter provisional, que nuestra econom¨ªa sigue en recesi¨®n (reducci¨®n del PIB en un -0,1% en el segundo trimestre), pero la ca¨ªda es menor que un trimestre antes. La Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros corrobora esta tendencia: la recesi¨®n est¨¢ tocando fondo, aunque la recuperaci¨®n ¡°ser¨¢ lenta¡±.

Y, sobre todo, la Encuesta de Poblaci¨®n Activa ha dado una buena alegr¨ªa: 225.000 parados menos. Ya no son ¡°m¨¢s¡± de seis millones, sino ¡°casi seis millones¡± los sin empleo. Aunque ¡ªla alegr¨ªa en la casa del pobre dura poco¡ª hay menos personas con contrato indefinido, por mor de la espantosa reforma laboral. Lo contrario de lo que pretend¨ªa.

Hay otros datos, relativos al pasado inmediato, m¨¢s cr¨ªticos. La recesi¨®n es menor por la pujanza de las exportaciones, pero la demanda interna y el consumo de las familias siguen a la baja. La Encuesta de Presupuestos Familiares del a?o 2012, recientemente publicada, muestra que el gasto medio por hogar fue un 3,4% menor que un a?o antes; que el vestido, el calzado, el ocio y la cultura o el equipamiento del hogar son los mayores paganos de la crisis. Y, lo que es muy importante, que en los hogares en los que el sustentador principal (la persona que m¨¢s aporta al presupuesto com¨²n) est¨¢ en paro, el gasto se situ¨® un 32% por debajo de la media, lo que permite deducir situaciones de pobreza y exclusi¨®n.

Si fuese cierto que la recesi¨®n toca fondo, es leg¨ªtimo que la gente se pregunte cu¨¢ndo mejorar¨¢ su situaci¨®n

Si fuese definitivo que la eurozona (la principal zona de comercio con Espa?a) vuelve al terreno del crecimiento, y que la recesi¨®n espa?ola terminar¨¢ en octubre aunque la recuperaci¨®n sea tan lenta como pronostican todos los institutos de coyuntura, la ¡°flor de invernadero¡± (Luis de Guindos) de la mejora econ¨®mica permitir¨¢, con todo tipo de prudencia, un nuevo tipo de cuestiones: ?qu¨¦ hay de lo m¨ªo? Cu¨¢ndo y c¨®mo se podr¨¢ recuperar parte de lo perdido en empleo, en protecci¨®n al paro de larga duraci¨®n, en servicios sociales correspondientes al Estado de bienestar, en renta disponible, toda vez que la distribuci¨®n de los sacrificios relacionados con la crisis econ¨®mica han estado muy desigualmente distribuidos.

Si poco a poco, pero de modo continuo, como dice el Gobierno, se ve un cambio de tendencia a mejor, el miedo a perder el puesto de trabajo, a la inseguridad econ¨®mica, a quedarse atr¨¢s en una distribuci¨®n de la renta y de la riqueza cada vez m¨¢s regresivas, a no controlar las condiciones de la vida cotidiana, se ver¨¢ sustituido por un aire de exigencia y de reivindicaci¨®n. Lo que ocurre es que, a¨²n, esa posibilidad es una ucron¨ªa. Habr¨¢ que esperar a ver si la coyuntura se asienta.