Salvar las renovables
Las autoridades deber¨ªan revisar la normativa propuesta, que desalienta el autoconsumo el¨¦ctrico
La Uni¨®n Europea ha establecido una serie de objetivos en pol¨ªtica energ¨¦tica, con objeto de disminuir la dependencia de los combustibles f¨®siles, importados en su gran mayor¨ªa de terceros pa¨ªses. Las razones son de independencia econ¨®mica y pol¨ªtica, tecnol¨®gicas y medioambientales, y se concretan en los conocidos 20-20-20 para el a?o 2020. Se trata de ¡°descarbonizar¡± el suministro energ¨¦tico en los pa¨ªses de la Uni¨®n. Junto al necesario est¨ªmulo a la presencia creciente de las energ¨ªas renovables en el cat¨¢logo de fuentes de energ¨ªa comerciales, se hace un especial ¨¦nfasis en el ahorro energ¨¦tico, necesario para cumplir uno de los ¡°veintes¡±, y en el autoconsumo y la generaci¨®n distribuida. De ah¨ª que muchos pa¨ªses hayan regulado las modalidades de autogeneraci¨®n de energ¨ªa en instalaciones individuales y los eventuales flujos de electricidad entre dichas instalaciones y la red.
Pues bien, el Ministerio de Industria, Energ¨ªa y Turismo acaba de remitir a la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa para su informe preceptivo y no vinculante, un proyecto de decreto sobre autoconsumo. Pero del examen de su contenido lo que se desprende es que, m¨¢s que una norma para regular y estimular la generaci¨®n distribuida, parece m¨¢s bien que se trata de obstaculizar su extensi¨®n mediante peajes que van m¨¢s all¨¢ de lo razonable ¡ªque se estiman en un 27% sobre los asociados a los usos convencionales de la red¡ª y la no consideraci¨®n de las modalidades de balance neto que existen en pa¨ªses de nuestro entorno, es decir, la posibilidad de verter la electricidad sobrante a la red para luego recuperarla, o un valor equivalente, cuando se necesite.
Corregir los errores cometidos en el pasado en materia de regulaci¨®n de las renovables, en particular las condiciones y cuant¨ªas de las primas a su generaci¨®n, no puede resultar en la destrucci¨®n de un nuevo sector industrial que ha creado empleos, que tiene vocaci¨®n exportadora, que disminuye nuestra radical dependencia energ¨¦tica y nos podr¨ªa convertir en l¨ªderes mundiales en ciertas tecnolog¨ªas, como puede estar ocurriendo actualmente. Menos razones hay todav¨ªa para desalentar el despegue de una pr¨¢ctica, el autoconsumo y los intercambios de electricidad con la red, que contribuye a cumplir los objetivos europeos y que comparte muchas de las ventajas enumeradas anteriormente, en particular la aparici¨®n de un nuevo sector industrial y de empleo.
Editoriales anteriores
Es evidente que la generalizaci¨®n del autoconsumo causar¨ªa eventualmente un perjuicio, aunque de dimensiones muy limitadas, a las grandes compa?¨ªas el¨¦ctricas. No es posible pensar que esta es la raz¨®n de una normativa tan claramente restrictiva del autoconsumo, puesto que el inter¨¦s general, y la evoluci¨®n de nuestro sistema el¨¦ctrico conforme a las l¨ªneas impl¨ªcitas en los objetivos europeos, deben ser los factores determinantes a la hora de establecer dicha normativa.
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