Un logro hist¨®rico: pierden las armas
Esta entrada fue publicada originalmente el 2 de abril de 2013 y fue escrita por Francisco Yermo, de Interm¨®n Oxfam
Foto extra¨ªda de la webArmas bajo controlde Oxfam.
Las armas y las balas siguen destruyendo vidas en el mundo. Es algo evidente para cualquier ciudadano y ciudadana. Para la organizaci¨®n en la que trabajo esta evidencia se materializa en realidades intensas y tristes. Es el sufrimiento en el rostro de una madre llegando con sus hijos al campo de refugiados Mbera en Mauritania, huyendo de la violencia en Mali. Es la angustia de dos hermanos separados de sus padres, entrando en el campo de refugiados de Zaatari en Jordania, huyendo de la guerra en Siria.
Muchas organizaciones de la sociedad civil trabajamos entre otras cosas en responder a las necesidades humanitarias y defender los derechos de esas personas. Hombres, mujeres, ni?os y ni?as afectadas por conflictos armados en todos los continentes. Tambi¨¦n intenta identificar las causas de esos conflictos. Y presionar a los responsables de ellos para que tomen decisiones y realicen acciones que los atajen. Tanto las tareas durante la respuesta a una crisis humanitaria causada por una guerra como esa presi¨®n a los que deciden son trabajos duros, largos.
Llenos de frustraciones y decepciones. Pero tambi¨¦n de alegr¨ªas.
La mayor satisfacci¨®n es darse cuenta que ambas tareas - aliviar al sufrimiento y presionar a los causantes del mismo ¨C se refuerzan y surgen y cuentan con el apoyo de ciudadanos y ciudadanas, tanto en los pa¨ªses afectados por la violencia armada como en otros pa¨ªses en paz. Este sost¨¦n puede tomar forma de dinero entregado para una respuesta humanitaria o de gritos con rabia hacia un gobierno que viola los derechos humanos y ataca a su propia poblaci¨®n. O a su propio gobierno, que vende armas a ese r¨¦gimen.
Hace m¨¢s diez a?os varias organizaciones y personalidades de la sociedad civil entendieron que la ecuaci¨®n ¡°armas y munici¨®n igual a violencia¡± deriva en gran parte de la falta de regulaci¨®n y transparencia en el comercio internacional de armas y la ley espa?ola vio la luz en 2007. Entonces, una activista de nuestra organizaci¨®n daba las gracias a todos aquellos y aquellas que ¡°con su entrega y convicci¨®n¡± hab¨ªan sido protagonistas de la consecuci¨®n de la ley. Hoy es un nuevo momento de celebraci¨®n. El Tratado de Comercio de Armas que acaba de ser aprobado en la Asamblea General de Naciones Unidas por unaaplastante mayor¨ªa.
No va a poner fin de manera m¨¢gica a los conflictos ni al sufrimiento derivado de ellos. Pero si va a hacer mucho m¨¢s dif¨ªcil que un r¨¦gimen que reprime y mata a su poblaci¨®n o un grupo armado que recluta a ni?os y ni?as reciba armamento. Eso es un logro hist¨®rico.
Si estuviese con nosotros, mi antigua compa?era recordar¨ªa a aquellos miles de personas que pusieron su rostro y firmas en la iniciativa ¡°Un mill¨®n de rostros¡± en mas 160 pa¨ªses, reivindicando la adopci¨®n de un Tratado. O las m¨¢s de cuarenta mil personas que pidieron al Gobierno espa?ol el a?o pasado que se implicase a fondo en las negociaciones finales del tratado. A ellos y ellas, por su entrega y convicci¨®n, va dedicada esa fecha hist¨®rica. Que da sentido al trabajo. Y esperanza a una historia donde, solo con esfuerzo y apoyo entre todos los convencidos, triunfa la justicia y la paz.
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