Gra?a Machel
Hace no mucho le¨ªa en The Guardian que mientras llevamos semanas hablando de Nelson Mandela, de su salud, de su legado o del culebr¨®n de la disputa de sus familiares, pocos nos acordamos de su esposa y compa?era, Gra?a Machel. Ella, pr¨¢cticamente, no abandona la cabecera de su marido, demostrando, as¨ª, una vez m¨¢s, el amor y la comuni¨®n que une a estos dos figuras claves de los anales africanos de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
No cabe duda de que si Mandela ocupar¨¢ su lugar en la historia como palad¨ªn de la libertad y los derechos humanos, su compa?era, al mismo tiempo, debe ser recordada como una gran luchadora contra la pobreza, el analfabetismo y la injusticia.
Gra?a Machel. Foto The Telegaph.
Gra?a Simbine naci¨® en Mozambique en 1946. Era hija de campesinos residentes en un pueblo costero. Para poder cuidar de su familia, su padre trabajaba en las minas de Sud¨¢frica a temporadas y otras se ocupaba de la granja familiar. Pr¨¢cticamente no sab¨ªa ni leer ni escribir, pero consigui¨® llegar a ser un Ministro metodista. Muri¨® pocas semanas antes del nacimiento de Gra?a e hizo prometer a su esposa que el hijo que naciese recibir¨ªa una buena educaci¨®n.
A pesar de la pobreza de la familia, la madre mantuvo la promesa hecha. M¨¢s tarde conseguir¨ªa una beca para asistir a una escuela secundaria en Maputo, la capital del pa¨ªs. Era la ¨²nica negra en una clase en la que el resto de las 40 alumnas eran blancas. All¨ª empez¨® su opci¨®n por la liberaci¨®n de su pa¨ªs, cuando se pregunt¨® ¡°?por qu¨¦ me tengo que sentir extranjera en mi propio pa¨ªs?¡±.
Continu¨® haci¨¦ndose preguntas y comprometi¨¦ndose cada d¨ªa m¨¢s con la misi¨®n de liberar y educar a su gente. Parti¨® para Lisboa a estudiar en la Universidad filolog¨ªa germ¨¢nica. En 1973 regres¨® a su pa¨ªs, dedic¨¢ndose a la ense?anza. Se uni¨® al FRELIMO (Frente para la Liberaci¨®n de Mozambique) y recibi¨® entrenamiento como guerrillera. Fue en esos a?os cuando conoci¨® al l¨ªder del movimiento, Samora Machel. Empezaron a vivir juntos y se casaron en agosto de 1975, dos meses despu¨¦s de que Mozambique adquiriera la independencia de Portugal.
Samora hab¨ªa sido nombrado el primer Presidente del pa¨ªs y Gra?a se convirti¨® en la primera Ministra de Educaci¨®n y Cultura.
Ella puso el contrapunto a los esquemas marxistas de su marido, siendo una gran impulsora de la modernizaci¨®n de Mozambique. Es famosa por su fuerte car¨¢cter, lo que queda demostrado en una de las frases que se le atribuyen: ¡°yo no soy la esposa de Samora, yo soy yo¡±. Siempre ha sabido compaginar esta fortaleza con su sentido del humor y su amplia sonrisa.
Siendo ministra Gra?a demostr¨® su verdadera val¨ªa. Impuls¨® programas de alfabetizaci¨®n que tuvieron un gran impacto en el pa¨ªs. Poco dur¨® la alegr¨ªa, una guerra civil, provocada por RENAMO, un grupo apoyado por la CIA, destruy¨® el pa¨ªs, lo que har¨ªa que el proyecto no pudiera implementarse con toda su fuerza.
Poco tiempo despu¨¦s de firmarse la paz, el 19 de octubre de 1986, el Tupolev ruso que transportaba a Samora Machel a Malaui sufri¨® un accidente en una zona de selva profunda cerca de la frontera con Sud¨¢frica. Incidente que se sospecha no fue fortuito, sino que ten¨ªa detr¨¢s la mano de los servicios especiales de r¨¦gimen racista sudafricano.
Gra?a, madre y viuda, decidi¨® recluirse de la vida p¨²blica, pero en 1994, el Secretario General de las Naciones Unidas, Butros-Ghali, la nombr¨® Presidenta de la Comisi¨®n de Estudios de las Naciones Unidas sobre el Impacto de los Conflictos Armados en la Infancia. Al frente de este organismo realiz¨® un trabajo tit¨¢nico que tuvo como resultado un informe hist¨®rico publicado en 1996, gracias al cual yo o¨ª hablar por primera vez de esta incre¨ªble mujer: Repercusiones de los conflictos armados sobre los ni?os (A/51/306), m¨¢s conocido como el informe Machel. Cuando lo present¨® ante la Asamblea General de las Naciones Unidas pronunci¨® otra de sus famosas frases: ¡°Nosotros no podemos abandonar a nuestros preciados hijos. Ni uno m¨¢s, ni un d¨ªa m¨¢s. El impacto de los conflictos en nuestros hijos es responsabilidad de todos y nos concierne a todos¡±.
En el informe puso de manifiesto que ¡°se ha hecho m¨¢s f¨¢cil reclutar a ni?os como soldados debido a la proliferaci¨®n de armas ligeras de bajo costo. Anteriormente, las armas m¨¢s peligrosas eran o bien pesadas o muy complejas, pero ahora algunos fusiles son tan livianos que hasta los p¨¢rvulos pueden acarrearlos y tan sencillos que un ni?o de 10 a?os puede desarmarlos y volverlos a armar. El comercio internacional de armamentos ha creado fusiles de ataque baratos y de f¨¢cil adquisici¨®n, de modo que las comunidades m¨¢s pobres tienen ahora acceso a ciertas armas mort¨ªferas capaces de transformar cualquier conflicto local en una masacre sangrienta.¡±
Gra?a junto a Nelson Mandela. Foto The Telegraph.
En 1998 se cas¨® con Nelson Mandela, presidente de Sud¨¢frica. Mandela ya hab¨ªa estado casado dos veces antes, en 1944 con Evelyn Mase, con la que tuvo 4 hijos, y posteriormente con Winnie Madikizela, con la que tuvo 2. Gra?a tambi¨¦n aport¨® dos de su primer matrimonio.La ceremonia tuvo lugar el d¨ªa del 80 cumplea?os de Mandela y luego fueron de luna de miel a Argentina y Brasil.
Gra?a es la primera mujer en ostentar dos veces el t¨ªtulo de primera dama. Pero eso no es lo que marca su vida, sino su continua defensa de los derechos de las mujeres y los ni?os en ?frica y en todo el mundo y su lucha contra la pobreza, el analfabetismo y la injusticia. Labor que en los ¨²ltimos a?os, a pesar de su matrimonio, no ha descuidado. Solo quiz¨¢s en las ¨²ltimas semanas para estar junto a su marido, del que no se ha separado en todo el tiempo que lleva en el hospital.
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