?Podemos cambiar el mundo desde el consumo?
Esta entrada fue publicada el 15 de mayo del 2013.
Autor invitado: ?lvaro Porro
Plantear transformar nuestro mundo exclusivamente desde el consumo puede ser ingenuo e incluso peligroso. Pero pretender transformarlo sin tocar el consumo puede ser ilusorio e irreal. El consumo consciente puede ser transformador, siempre que conozca sus l¨ªmites y potencialidades.
Existen muchas nociones de lo que es el consumo consciente. Una de ellas, quiz¨¢ la m¨¢s extendida inicialmente y m¨¢s asociada con el t¨¦rmino consumo ¨¦tico, entiende que consiste b¨¢sicamente en irsumando personas que en sus decisiones de compra escruten entre las distintas opciones de manera que se vayan desplazando desde las "empresas negativas" y se potencien las "empresas positivas", hasta un punto en que las empresas que no act¨²en con respeto por el medio ambiente y las personas no tengan casi cabida.
Pero a la hora de consumir estamos condicionados por las opciones reales que tenemos. Por ejemplo, no es lo mismo replantearte tu uso del coche en un modelo de ciudad que favorezca la movilidad sostenible, que en un modelo de ciudades con un transporte p¨²blico deficiente y donde peatones y ciclistas son marginados. El entorno nos condiciona.
Nuestra naturaleza psicosociol¨®gica nos limita. La forma en que funciona nuestra percepci¨®n y nuestra acci¨®n como seres humanos tiene unas caracter¨ªsticas que hacen dif¨ªcil funcionar las 24 horas del d¨ªa en base a decisiones calculadas que manejan infinidad de variables y aspectos morales.
Si ignoramos los dos puntos anteriores, es decir, el peso de las estructuras socioecon¨®micas en el proceso de consumo, el planteamiento del consumo consciente transfiere toda la responsabilidad de los problemas sociales y ecol¨®gicos al nivel individual, queriendo dar respuestas individuales a problemas que son colectivos.
En realidad no se trata de sobrevalorar el poder del consumidor, sino de destapar la debilidad del consumismo. Estamos hablando de un cambio de valores, de ideal de bienestar, de estilos de vida y de pr¨¢cticas cotidianas. Todo ello requiere un cambio cultural de gran magnitud y un cambio de muchos elementos estructurales. Necesitamos reflexi¨®n, conocimiento, educaci¨®n, pol¨ªticas, construcci¨®n de alternativas, acci¨®n, cooperaci¨®n, nuevas leyes, regeneraci¨®n democr¨¢tica, una apasionante aventura.
As¨ª pues, ?basta con caminar por la v¨ªa del consumo consciente para cambiar el mundo? ?En absoluto! El consumo consciente se inserta junto con gran cantidad de movimientos y l¨ªneas de pensamiento en la acci¨®n colectiva que persigue la transformaci¨®n: ideas como el decrecimiento, la agroecolog¨ªa, la soberan¨ªa alimentaria, la relocalizaci¨®n de las econom¨ªas, la justicia en el comercio internacional o no, la protecci¨®n y desarrollo de los servicios p¨²blicos, la regulaci¨®n de empresas y mercados, la democracia participativa, la renta b¨¢sica, la potenciaci¨®n de la cultura libre, la reducci¨®n de la jornada laboral, las pol¨ªticas en defensa del territorio...
El consumo consciente y transformador tal y como lo concebimos desde Opciones puede ser efectivo en la transformaci¨®n como fuelle que avive toda una serie de cambios estructurales que necesariamente pasan por la arena pol¨ªtica pura y dura, ya sea institucional o de movimientos sociales. Es por lo tantonecesario generar propuestas especialmente en esos ¨¢mbitos donde el Consumo Consciente act¨²apara que los vac¨ªos que dejan pol¨ªticas fracasadas se llenen con pol¨ªticas transformadoras. Es el momento de ayudar a pensar esos otros mundos posibles. Un ejemplo de lo dicho: si con la crisis baja un 40% la venta de coches, es el momento de apostar por el transporte p¨²blico (m¨¢s y mejor) o por la extensi¨®n de las iniciativas de compartir coche antes que por un en¨¦simo plan renove que no es precisamente sostenible. Y es el momento de reconducir esa industria y esos empleos hacia las energ¨ªas renovables. Y como consumidores y ciudadanos tenemos mucho que decir en esto.En la web de Opciones puedes leer una versi¨®n ampliada de esta entrada.
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