Voy a hablar de econom¨ªa

Muchas personas sin papeles acuden a los hospitales con la esperanza de ser atendidos de sus problemas a trav¨¦s de urgencias. No voy a hablar de sus caras desesperadas cuando, tras un diagn¨®stico grave, no pueden ser tratados, ni de la impotencia que esto genera en el personal sanitario. Voy a hablar de econom¨ªa.

Cuando a un paciente se le diagnostica de c¨¢ncer, por ejemplo, quiz¨¢ nos podamos ahorrar el dinero de su cirug¨ªa, de la quimioterapia o de la radioterapia, pero ?qu¨¦ se propone que hagamos cuando el mismo paciente ingresa por urgencias con una complicaci¨®n de su enfermedad? En ocasiones acabar¨¢ en la unidad de cuidados intensivos, una de las estancias m¨¢s caras de los hospitales, o puede que en el quir¨®fano de manera paliativa. ?Cu¨¢nta gente ser¨¢ infectada con VIH por falta de diagn¨®stico y tratamiento de una persona sin papeles? El coste es muy superior al tratamiento inicial, se lo aseguro.

Ya que la decisi¨®n de no tratar a las personas sin papeles tiene un objetivo econ¨®mico, echen cuentas, pero de las de verdad.¡ª