Indulto bajo sospecha

El ingreso en la prisi¨®n de Soto del Real, ayer, de Daniel Galv¨¢n, el pederasta espa?ol indultado por error por el rey de Marruecos, atempera el esc¨¢ndalo generado por su excarcelaci¨®n, pero en absoluto cierra un episodio que ha desatado la l¨®gica alarma social y que exige explicaciones claras del Gobierno espa?ol.

El suceso deja en mal lugar a todas las partes implicadas. El m¨¢s afectado, sin duda, ha sido el propio Mohamed VI. Un gesto de buena voluntad ¡ªel indulto otorgado a 48 presos espa?oles con motivo de la Fiesta del Trono, tras la visita a Marruecos del rey Juan Carlos¡ª se ha convertido en una de las peores crisis de su reinado. Liberar a un hombre condenado a 30 a?os por abusar de al menos 11 ni?os, en un pa¨ªs tan sensibilizado con la pederastia y el turismo sexual, hab¨ªa colocado al monarca alau¨ª en una situaci¨®n insostenible ante sus ciudadanos. Al rectificar y reconocer que nunca fue informado debidamente ¡°de la gravedad de los cr¨ªmenes atroces¡± perpetrados por Galv¨¢n, Mohamed VI se ha mostrado vulnerable. El error socava su imagen de infalibilidad, por mucho que se haya cobrado la cabeza del director de la Administraci¨®n penitenciaria.

Espa?a, al contrario de lo que sugirieron al principio las autoridades marroqu¨ªes, no pidi¨® la excarcelaci¨®n de los 48 presos, sino de 18, a lo que sum¨® la petici¨®n de trasladado de otros 30 a c¨¢rceles espa?olas. Entre estos ¨²ltimos estaba Galv¨¢n. Pero el hecho de que Marruecos mezclara las dos listas por error no debe servir al Gobierno para escurrir el bulto. El Ministerio de Exteriores falt¨® a la verdad en las primeras horas de la pol¨¦mica cuando responsabiliz¨® a las autoridades marroqu¨ªes de elaborar las listas de los presos, que fueron en realidad presentadas por la Embajada espa?ola. Estas maniobras acabaron dejando en entredicho a la propia Casa Real espa?ola, que tuvo que salir al paso para aclarar que don Juan Carlos se limit¨® a interceder por un preso enfermo.

A¨²n quedan muchas preguntas por responder. Es cierto que Galv¨¢n hab¨ªa solicitado su traslado a una c¨¢rcel espa?ola y que por eso estaba en la lista. ?Pero por qu¨¦ las autoridades espa?olas no alertaron a Marruecos del error del indulto y, por el contrario, le facilitaron en apenas un d¨ªa los documentos que le hubieran permitido quedar libre en suelo espa?ol de no haber saltado a la luz p¨²blica el desaguisado? ?Su inclusi¨®n en la lista fue autom¨¢tica dado que ¨¦l mismo hab¨ªa pedido el traslado o responde a otro tipo de circunstancias? ?Cabe confeccionar ese tipo de listas sin el visto bueno de Justicia? Solo las respuestas claras podr¨¢n diluir las sospechas, sugeridas por la prensa marroqu¨ª, de que Galv¨¢n, oriundo de Irak, recibi¨® un trato de favor al estar protegido por los servicios secretos espa?oles, a pesar de la gravedad de sus delitos.

Afortunadamente, las buenas relaciones entre Espa?a y Marruecos han permitido manejar la crisis con celeridad y deber¨ªan facilitar la resoluci¨®n del embrollo jur¨ªdico que se ha creado.