No al silencio ante Sochi

?Deber¨ªan boicotearse los Juegos Ol¨ªmpicos de invierno que se celebrar¨¢n en Sochi en febrero de 2014? La pregunta es inevitable una vez que se ha asignado su organizaci¨®n a Rusia, lo que produce verg¨¹enza al tratarse de un r¨¦gimen autoritario que viola los derechos humanos. Y se ha hecho m¨¢s aguda a¨²n tras la celebraci¨®n del campeonato del mundo de atletismo que acaba de terminar en Mosc¨². La promulgaci¨®n de una ley que estigmatiza a los homosexuales y les proh¨ªbe hacer ¡°propaganda¡± de sus inclinaciones sexuales ha sacudido al mundo deportivo, levantando una pol¨¦mica que lo trasciende. (...)

A Vlad¨ªmir Putin nada de esto le importa. Su intenci¨®n, tal como acaba de hacer en Mosc¨², es utilizar la cita de Sochi para hacer propaganda. No ser¨ªa el primero en instrumentalizar los Juegos para sacarles partido en la escena internacional. El mismo debate se plante¨® en los Juegos de Pek¨ªn, organizados tras una represi¨®n masiva en T¨ªbet.(...)

Putin quiere convertir las Olimpiadas de Sochi en los Juegos del olvido. Olvido de las masacres de civiles en el C¨¢ucaso del Norte, olvido de su autoritarismo, olvido de su af¨¢n de aplastar cualquier forma de protesta, olvido de los atentados contra las libertades. Por tanto, frente a un boicoteo poco probable, habr¨¢ que evitar que sean otros Juegos en los que reine el silencio. Los l¨ªderes de los pa¨ªses democr¨¢ticos har¨ªan bien en no emitir un cheque en blanco al Kremlin y condicionar su presencia en la ceremonia de inauguraci¨®n a avances concretos en materia de derechos humanos en Rusia. Mantenerse en silencio los har¨ªa c¨®mplices.

Par¨ªs, 20 de agosto