Curiosa coincidencia

Curiosa coincidencia con el caso David Miranda, ramificaci¨®n del caso Snowden. Desde hace d¨¦cadas, en ingl¨¦s jur¨ªdico, la ¡°advertencia Miranda¡± o ¡°derechos Miranda¡± (Miranda rule, o warning) eran la obligaci¨®n que tiene la polic¨ªa de EE UU ¡ªy por extensi¨®n la del mundo civilizado¡ª de advertir a un imputado que se encuentra bajo su custodia sobre su derecho a tener un abogado consigo nada m¨¢s ser detenido y a no declarar en ausencia del letrado, con el fin de evitar que el detenido responda a preguntas relativas a la comisi¨®n (supuesta) del il¨ªcito y pueda incriminarse. La autoincriminaci¨®n est¨¢ proscrita por la Quinta Enmienda a la Constituci¨®n de EE UU (derecho al silencio, garant¨ªa en el procedimiento legal), y desde 1966 la Corte Suprema de aquel pa¨ªs protege a los imputados con la ¡°advertencia Miranda¡±, por el nombre de otro Miranda, Ernesto Arturo Miranda, que fue detenido en 1963 por secuestro y violaci¨®n, lo cual ¨¦l confes¨® sin ninguna advertencia de su derecho constitucional a guardar silencio, o su derecho a tener un abogado presente, conden¨¢ndose con su sola confesi¨®n como prueba, todo lo cual fue recurrido en el famoso Miranda versusArizona de 1966, como decimos, ganando esta nueva garant¨ªa jur¨ªdica.

Pues bien, parece ser que en pleno 2013, en una ir¨®nica coincidencia sucedida en Heathrow, los ¡°derechos Miranda¡± han saltado por los aires merced a otro Miranda, detenido abusivamente, sus pertenencias confiscadas, su privacidad violada, en menoscabo de los derechos y libertades de todos, ganados a trav¨¦s de decenios de lucha y vigilancia en materia de derechos humanos. Parece ser que la Patriot Act de 2001 ha instruido a fieles y voluntariosos alumnos en este otro lado del charco: ?enhorabuena!¡ª Juan Rib¨® Chalmeta.