Acomplejados
El Partido Socialista francés da la paradójica sensación de estar perpetuamente sometido a los ataques ideológicos de la derecha
Las universidades de verano llevan mal su nombre. ?O acaso hay que ver en este abuso léxico una manifestación suplementaria del poder de los sectores profesionalistas? Sin duda la perspectiva de elecciones municipales y europeas no ha hecho más que acentuar el fenómeno, pero este a?o (…) ha proyectado más de lo que es habitual la imagen de un universo político obnubilado por la competición electoral. Comenzando por el partido socialista, que sintomáticamente ha elegido privilegiar la cuestión de la lucha contra el Frente Nacional, en lugar de la lucha contra las ideas de un partido que viene mostrando, desde hace treinta a?os y con éxito, cómo la victoria política no se reduce solo al ámbito electoral. Más que nunca, el partido del Gobierno —que controla el poder ejecutivo y el legislativo a nivel nacional, y casi todo el poder local—, el Partido Socialista, da la paradójica sensación de estar perpetuamente sometido a los ataques ideológicos de la derecha. ?Cómo entender si no esa actitud defensiva y hasta acomplejada en relación a la supuesta “ingenuidad” de las políticas de Jospin en materia de seguridad, el nivel supuestamente “insoportable” de los impuestos obligatorios o la aceptación del dogma idiota según el cual no se podía crear ninguna nueva tasa? Cuando parece que por fin van a tomarse buenas decisiones sobre la reforma penal o a la creación de una fiscalidad ecológica, la izquierda debe asumirlas con orgullo. Comenzando por el presidente de la República, a quien corresponde asumir en primer lugar la responsabilidad de hacer la teoría, y no solo la pedagogía, de su práctica.
Sylvain BormeauParís 26 de agosto.
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