Amina y los cuerpos que hablan
La exactivista de Femen ha convertido su debilidad en instrumento de lucha
A estas alturas poca gente debe dudar que las fotos en topless de Amina, la joven tunecina que se dio a conocer internacionalmente por colgar esas fotos en Facebook, obedece a una estrategia pol¨ªtica que est¨¢ siendo muy eficaz. Hay mensajes que solo pueden transmitirse con im¨¢genes. Al impulso de hablar a trav¨¦s del lenguaje le sustituye entonces una operaci¨®n mental creada con esas im¨¢genes, y el poder de las palabras cede al poder de la imagen. Pero estas ideas son tan viejas como la propia metaf¨ªsica occidental, que jam¨¢s cuestion¨® la absoluta prioridad de la visi¨®n en las actividades mentales. El propio Wittgenstein fue consciente de que la escritura jerogl¨ªfica correspond¨ªa a una idea de verdad entendida a trav¨¦s de la met¨¢fora de la visi¨®n. ?Qu¨¦ tiene de novedosa pues, la estrategia de Amina? ?D¨®nde se encuentra el potencial de la fuerza de su impacto internacional? Sin duda su mensaje ¨²nico y su novedad reside en utilizar un cuerpo que habla, y que habla a trav¨¦s de las redes sociales.
Ya lo dec¨ªa Simone de Beauvoir, ¡°la mujer, como el hombre, es su cuerpo¡±. Pero las mujeres somos m¨¢s cuerpo que los hombres. Si hay alguna circunstancia que determine la situaci¨®n de la mujer en el mundo, esa es su cuerpo, haber sido definida primero como cuerpo. Toda la revisi¨®n feminista trata de demostrar que este hecho ha supuesto negarle la subjetividad para convertirla en objeto. En cuerpo-objeto. Conscientes de ello, en algunas culturas las mujeres deciden ense?arlo, y en otras, taparlo. No deja de ser ir¨®nico pues, que en Occidente los cuerpos invisibles se hagan visibles en el espacio p¨²blico gracias a los velos, y que en Oriente, los cuerpos se desvelen libr¨¢ndose del velo. En ambos territorios la estrategia pol¨ªtica es la misma, transformar el punto d¨¦bil en instrumento de ataque. La reapropiaci¨®n de ese cuerpo reducido a objeto, en imagen subversiva. Desde esa perspectiva podemos aprender que en Occidente debe cuestionarse ese imaginario colectivo que relaciona de forma autom¨¢tica velo con opresi¨®n de g¨¦nero. Y quiz¨¢s en Oriente, que el cuerpo no tiene por qu¨¦ ser un instrumento de opresi¨®n, sino de liberaci¨®n.
Una sola joven ha sido capaz de atentar contra toda una moral p¨²blica al ense?ar sus pechos
Ya lo dijo Butler: ¡°los cuerpos importan¡±. La reapropiaci¨®n de los c¨®digos que lo definen puede mostrar o no la fragilidad de las estructuras que lo mantienen relegado a un simple objeto. De lo contrario, ser¨ªa llamativo que una muchacha semidesnuda representara una amenaza de tal envergadura. Desde que apareci¨®, Amina ha sido acusada de da?ar la moral p¨²blica y de intentar ¡°contagiar¡± a otras mujeres con sus ideas. Muy peligrosa, s¨ª. Una sola joven ha sido capaz de atentar contra toda una moral p¨²blica ense?ando sus pechos y mostrando un eslogan tan aparentemente obvio como el de ¡°mi cuerpo me pertenece¡±. El revuelo causado muestra que a algunas personas su cuerpo le pertenece m¨¢s que a otras. Volvemos a la estrategia feminista: las reglas que estructura la significaci¨®n del cuerpo como elemento opresivo son las mismas que permiten su subversi¨®n. Su fuerza proviene de ese giro, de esa inversi¨®n pol¨ªtica. No se apela a un control por parte del Estado, ni a autoridades pol¨ªticas o religiosas para que limiten o censuren discursos y pr¨¢cticas que atentan contra la libertad de las mujeres. Antes bien, como la Ant¨ªgona de la tragedia de S¨®focles, se utilizan los s¨ªmbolos del ¨¢mbito privado para desafiar las ordenanzas de la esfera p¨²blica. Es la propia Amina, y las mujeres que la siguen, las que han abandonado la esfera hogare?a para convertirse en actoras p¨²blicas desafiando a aquella moral que se siente interpelada sin m¨¢s instrumento que sus propios cuerpos y una cuenta de Facebook. Estos elementos se convierten en espacio de resistencia y confrontaci¨®n pol¨ªtica en el interior de los discursos dominantes.
Por eso es tan importante entender el mensaje. Si bien cuerpo y lenguaje no son la misma cosa, s¨ª que est¨¢n inextricablemente unidos. Porque hay palabras que no dejan de hacer en ning¨²n momento lo que dicen. Decir con el cuerpo que mi cuerpo me pertenece es dejar que el cuerpo hable, que despliegue significados y efectos no previstos. Es permitir una apertura a la palabra dentro de la materialidad del cuerpo capaz de crear un contradiscurso que da cabida a la autonom¨ªa, a la acci¨®n de protesta sin tener que recurrir a una estancia legal o a la violencia. La llamada a una ¡°yihad en topless¡± por parte del movimiento feminista Femen ¡ªal que la propia Amina pertenec¨ªa¡ª tiene que ver con esto. Alejar las palabras y los cuerpos de sus marcos convencionales para darles otra significaci¨®n. El mismo campo de restricciones se convierte entonces en el campo de posibilidades para la acci¨®n. Puede resultar gracioso o naif, casi ofensivo en el momento en el que estamos viviendo. Pero nadie puede negar la repercusi¨®n que las apariciones de Amina est¨¢n teniendo, y el hecho de que con su estrategia ha marcado un punto de no retorno hacia un camino que va m¨¢s all¨¢ de la liberaci¨®n de la mujer.
Ya no se mueve en el terreno
de la liberaci¨®n,
sino en el de la emancipaci¨®n
Efectivamente, Amina ya no se mueve en el terreno de la liberaci¨®n, sino en el de la emancipaci¨®n. El mensaje que reza en su ¨²ltima foto ¡°no necesitamos vuestra democracia¡±, fumando un cigarrillo y sosteniendo un c¨®ctel molotov encendido, da muestra de una postura desafiante. Sobre todo, porque no necesita lanzar ese c¨®ctel molotov. Es casi un elemento tautol¨®gico porque el propio cuerpo as¨ª dispuesto funciona como tal arma. El poder de la sola imagen ya es m¨¢s efectivo. Lo extraordinario es que el instrumento sea la vulnerabilidad del desnudo de una muchacha de 19 a?os. El mensaje pol¨ªtico grabado en su propio cuerpo busca acabar con formas de dominaci¨®n enraizadas en la sociedad y en las instituciones pol¨ªticas. El principio de emancipaci¨®n se arraiga aqu¨ª en una promesa de liberaci¨®n que tiene que ver con el despiece de una idea de autoridad tradicional, tanto social como pol¨ªtica. Y aunque quiz¨¢s me aventure demasiado, es probable que esa idea de autoridad tradicional incluya tambi¨¦n a los tradicionales poderes econ¨®micos. Esa aspiraci¨®n emancipatoria comprender¨ªa un cuestionamiento integral basado en un triple movimiento: social, pol¨ªtico y econ¨®mico. Y ser¨ªa revolucionario porque de manera pac¨ªfica, pasa por la agencia individual que estas mujeres han empezado a desarrollar de formas imaginativas y creativas. ¡°Nunca dejaban de asombrarme cuando las ve¨ªa despojarse de los velos y de los mantos obligatorios y estallar en colores¡± dice Azar Nafisi en Leyendo a Lolita en Teher¨¢n. As¨ª como estas mujeres no dejaban que su pobreza limitara su imaginaci¨®n est¨¦tica, es probable que Amina y las mujeres que la siguen en los pa¨ªses ¨¢rabes y en Europa hayan puesto de manifiesto que bajo el peso de una sociedad estrecha y cerrada es posible imaginar otras posibilidades donde quepan sus voces con la misma fuerza en que estallan sus colores. Por eso el mensaje de Amina es n¨ªtido; la democracia ser¨¢ con ellas, o no ser¨¢ democracia.
M¨¢riam Mart¨ªnez-Bascu?¨¢n es profesora de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
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