La pesadilla de Oriente Pr¨®ximo
Un avance en la negociaci¨®n con Ir¨¢n crear¨ªa un clima m¨¢s propicio para resolver los dem¨¢s problemas
Oriente Pr¨®ximo sigue conmocionado por una espiral de inestabilidad que no parece tener fin. La posible intervenci¨®n militar en Siria y el grave empeoramiento de la situaci¨®n en Egipto tras el golpe militar captan la atenci¨®n mundial. Por otra parte, a pesar de los cambios que se han producido en el pa¨ªs tras las elecciones, la negociaci¨®n nuclear iran¨ª no ha recuperado dinamismo.
Oriente Pr¨®ximo vive una complicad¨ªsima situaci¨®n con tintes parad¨®jicos. Los aliados tradicionales de Estados Unidos en la regi¨®n (Arabia Saud¨ª, Israel, Turqu¨ªa, Egipto y las monarqu¨ªas del Golfo) muestran intereses dispares sobre la regi¨®n. En todos los casos entran en juego otros actores regionales. Arabia Saud¨ª, previendo consecuencias internas, no quiere ver una fuerza islamista legitimada democr¨¢ticamente, y se posiciona en contra de los Hermanos Musulmanes, pese a que estos son m¨¢s moderados que la rama saud¨ª del islam. Israel, por su parte, presiona de dos maneras. Por un lado, para que se reconozca el golpe y a los militares, velando por la estabilidad de la frontera del Sina¨ª. Por otro, juega la carta de la negociaci¨®n con Palestina. Puede supeditar los avances en la negociaci¨®n a los acontecimientos en Egipto o en otros lugares de la regi¨®n ¡ªcomo Ir¨¢n¡ª. Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos, ha puesto todo su capital pol¨ªtico a disposici¨®n del avance de las negociaciones de paz, e Israel lo puede aprovechar.
La guerra civil siria, por su parte, se ha convertido en uno de los m¨¢s claros ejemplos del conflicto latente en toda la regi¨®n: el de los sun¨ªes contra los chi¨ªes, que define tambi¨¦n la rivalidad entre Arabia Saud¨ª e Ir¨¢n, respectivamente. El de Egipto, por el contrario, es un conflicto de naturaleza m¨¢s pol¨ªtica que religiosa, entre una poblaci¨®n mayoritariamente sun¨ª.
El golpe de Estado en Egipto ya ha demostrado ser un error. La persecuci¨®n de los Hermanos Musulmanes es incompatible con la democracia y los militares parecen retomar las pr¨¢cticas de la ¨¦poca de Mubarak. La represi¨®n del Ej¨¦rcito a los Hermanos Musulmanes podr¨ªa no ser tanto una cuesti¨®n religiosa como de poder. Al ser la ¨²nica fuerza organizada del pa¨ªs, los Hermanos Musulmanes son la mayor amenaza para el Ej¨¦rcito, como se demostr¨® con su victoria en las elecciones que auparon a Morsi a la presidencia.
Pero adem¨¢s de todo lo anterior, queda un problema fundamental sin resolver. Se trata de Ir¨¢n. Tras la toma de posesi¨®n del nuevo presidente, Hasan Rohan¨ª, no se ha puesto de manifiesto la voluntad necesaria de avanzar en la negociaci¨®n sobre el programa nuclear. Es necesario.
Nos interesa a todos un Ir¨¢n predecible y no un movimiento chi¨ª desestabilizador
Ante este panorama regional, un avance en la negociaci¨®n con Ir¨¢n crear¨ªa un clima m¨¢s propicio para resolver el resto de problemas de la regi¨®n. La negociaci¨®n nuclear, adem¨¢s, depender¨¢ ahora del Ejecutivo iran¨ª, por lo que Rohan¨ª ganar¨¢ algo de margen de actuaci¨®n. El nuevo ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, asumir¨¢ importantes responsabilidades. Es una persona conocida y respetada por todos los dirigentes de los pa¨ªses que participan en la negociaci¨®n.
Pese a las grandes dificultades y la cautela con que siempre hay que afrontar el tema, se debe reconocer la importancia que tiene la elecci¨®n de Rohan¨ª y su equipo negociador. Se abre una oportunidad que debiera ser aprovechada con determinaci¨®n.
Recordemos que el d¨ªa de las elecciones presidenciales iran¨ªes fue a las urnas casi un 75% de la poblaci¨®n, cuando se esperaba la apat¨ªa, dando la victoria a Rohan¨ª. El hoy presidente venci¨® gracias a una importante movilizaci¨®n ciudadana, por su programa claro sobre la econom¨ªa y sobre la participaci¨®n de Ir¨¢n en la comunidad internacional, incluido su papel en el ¨¢mbito nuclear. Ya en la toma de posesi¨®n respondi¨® con su discurso y con la elecci¨®n de sus ministros a lo que los iran¨ªes le pidieron con sus votos. Un Gobierno que pocos cre¨ªan que ser¨ªa capaz de nombrar, en lo econ¨®mico y en las relaciones internacionales.
Se dieron dos importantes pasos: uno por parte de la ciudadan¨ªa iran¨ª, al entender los desaf¨ªos ante los que se encontraban, y otro del presidente, al elegir a los mejores para una empresa de dificultades enormes. Entre la racionalidad y la imprevisibilidad, el pueblo iran¨ª y su l¨ªder han elegido lo primero.
Ir¨¢n es un pa¨ªs rico en dichos de utilizaciones m¨²ltiples y tiene uno que me gustar¨ªa sacar a colaci¨®n: ¡°Solo se puede despertar a quien est¨¢ dormido, no a quien se hace el dormido¡±. Este dicho es v¨¢lido, en interpretaci¨®n libre, para Ir¨¢n y sus gentes. Pero tambi¨¦n para la comunidad internacional, que debe ser consciente de la importancia de esta elecci¨®n.
En un mundo tan complejo y en un Oriente Pr¨®ximo lleno de incertidumbres, nos interesa a todos un Ir¨¢n predecible, un Estado importante regionalmente y no un movimiento chi¨ª desestabilizador con ambiciones que van m¨¢s all¨¢ de lo que los tratados internacionales permiten. Sin duda, la soluci¨®n pac¨ªfica est¨¢ a¨²n al alcance de la mano, pero requiere del compromiso y la determinaci¨®n de todos.
Javier Solana es distinguido senior fellow de Brookings Institution y presidente del Centro de Econom¨ªa y Geopol¨ªtica Global de ESADE.
? Project Syndicate, 2013.
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