Fracturas suicidas

El Partit dels Socialistes de Catalunya ha vivido en los ¨²ltimos d¨ªas de forma p¨²blica y estridente el creciente enfrentamiento interno entre los partidarios de la actual direcci¨®n, que encabeza Pere Navarro, y el sector llamado catalanista. Una carta del secretario de Acci¨®n Pol¨ªtica, Antonio Balm¨®n, tildando a los cr¨ªticos de ¡°profesionales de la polvareda¡± e invit¨¢ndoles a abanonar el partido si no se sienten c¨®modos, ha puesto en evidencia unas fracturas que de ir a m¨¢s pueden llegar a comprometer el futuro de la formaci¨®n.

La crisis del socialismo catal¨¢n es grave y profunda. Adem¨¢s de la crisis general de la socialdemocracia y de la crisis pol¨ªtica derivada de sus fracasos electorales, el socialismo afronta en Catalu?a problemas adicionales de identidad e ideario, y tiene que hacerlo adem¨¢s en un escenario muy adverso. El debate p¨²blico no se articula ya en torno al eje social y econ¨®mico, en el que el PSC no tiene ning¨²n problema de cohesi¨®n, sino en torno al eje nacional. La reivindicaci¨®n soberanista se est¨¢ apoderando del espacio p¨²blico, crecientemente polarizado en torno a la independencia. Este desplazamiento del eje central de la pol¨ªtica catalana afecta a todos los partidos, pero con mayor intensidad a la formaci¨®n que tradicionalmente mejor ha representado la pluralidad social de Catalu?a.

Cada vez que las fuerzas soberanistas lanzan un nuevo envite, aflora la divisi¨®n interna del PSC. Hace poco fue con motivo de las votaciones sobre el derecho a decidir y ahora es en relaci¨®n a la cadena humana que pretende recorrer Catalu?a de norte a sur el 11 de septiembre. La convocatoria es inequ¨ªvocamente independentista, por lo que la direcci¨®n del PSC ha decidido no sencundarla, pero s¨ª lo har¨¢n muchos cargos y militantes a t¨ªtulo personal.

Navarro ha hecho un llamamiento a la calma y a dirimir las diferencias en un debate interno. El sector catalanista, que ha decidido constituirse en corriente interna, muestra una tendencia al activismo externo que r¨¢pidamente es amplificado y utilizado por los medios soberanistas para resaltar las contradicciones del PSC. Ser¨ªa deseable que en este debate, unos y otros fueran capaces de orillar personalismos y resentimientos, y adoptar como prioridad el preservar la herencia pol¨ªtica de un partido que ha sabido durante muchos a?os representar la complejidad de la sociedad catalana. No deben olvidar que alimentar las tensiones rupturistas puede suponer, en su caso, hacerse el haraquiri.