Obama ante el conflicto sirio

Barack Obama, premio Nobel de la Paz, ha dicho que ¡°nadie est¨¢ m¨¢s cansado de la guerra que yo¡±. Supongo que esta afirmaci¨®n incluye a los millones de personas que han perdido a familiares y amigos, pasan hambre y privaciones o malviven en campos de refugiados que carecen de los m¨¢s elementales servicios higi¨¦nicos. Todos entendemos qu¨¦ quiso decir el presidente. Pero el uso del lenguaje es importante y una frase de este tipo constituye una ofensa a esa gente por parte de alguien cuya ¨²nica relaci¨®n con la guerra consiste en la lectura de informes y reuniones con sus asesores.

Se justifica una intervenci¨®n armada en Siria por razones humanitarias, como respuesta a las cerca de 1.400 muertes por el uso de armas qu¨ªmicas. Una cifra intolerable, por supuesto, pero que resulta incomparable con los 850 millones que pasan hambre severa o los 2,6 millones de ni?os que mueren cada a?o por causa de la malnutrici¨®n. Resulta sospechoso que la indignaci¨®n de nuestros l¨ªderes pol¨ªticos no se extienda a estas tragedias, que hasta el momento no han merecido una reacci¨®n tan exaltada por su parte ni la adopci¨®n de medidas de emergencia para afrontarlas. Si lo que se pretende es contribuir a lograr una divisi¨®n de Siria que la convierta en un poder m¨¢s d¨¦bil para favorecer los intereses occidentales en la zona, que se diga claramente. Pero el recurso a razones humanitarias ante la tragedia que est¨¢ viviendo el pueblo sirio resulta intolerable.¡ª Augusto Klappenbach Minotti.