Seguridades caducas
Los supermercados griegos vender¨¢n productos que sobrepasen la fecha de consumo preferente: la crisis obliga a ajustar las conquistas garantistas
Desde este lunes, los supermercados griegos est¨¢n autorizados a vender, en estanter¨ªas especiales, productos no perecederos que hayan sobrepasado la fecha de consumo preferente. La nueva normativa establece que deber¨¢n venderse a un precio inferior y siempre dentro de unos l¨ªmites precisos: una semana m¨¢s para los productos en los que la fecha se especifique en d¨ªa/semana; un mes m¨¢s para los marcados con mes/a?o, y una anualidad para aquellos en los que solo figura el a?o.
La medida forma parte de la escalada de ajustes en que vive sumergido el pa¨ªs por la crisis econ¨®mica, pero no est¨¢ tan desencaminada como parecer¨ªa a la luz de las reacciones suscitadas. El debate muestra las muchas contradicciones en que incurren las sociedades acomodadas y la dificultad que tienen para adaptarse a los tiempos de penuria. Es cierto que el sistema de caducidades fue un avance social importante destinado a evitar que una gesti¨®n avariciosa del comercio alimentario tuviera repercusiones sobre la salud de los consumidores. Pero de esa actitud garantista destinada a proteger a la poblaci¨®n se est¨¢ evolucionando hacia una especie de dogmatismo de la seguridad en la que la aversi¨®n al riesgo lleva a despilfarrar ingentes cantidades de alimentos que podr¨ªan consumirse sin peligro.
Para eso existe la distinci¨®n entre fecha de caducidad, a partir de la cual el consumo no es seguro y, por tanto, no debe comercializarse, y fecha de consumo preferente, a partir de la cual, s¨ª puede consumirse dentro de unos l¨ªmites. Otra cosa es que se pierda calidad, de ah¨ª que, en el caso griego, se obligue a rebajar el precio.
Algunos grandes supermercados ya han dicho que no los vender¨¢n, pero no por un af¨¢n de proteger la salud de sus clientes, sino por miedo a que la imagen de la marca quede da?ada. Es una reacci¨®n comprensible, pero obedece a unos par¨¢metros culturales que podr¨ªan estar caducos. Los de la sociedad de opulencia capaz de observar sin inmutarse c¨®mo miles de personas rebuscan por las noches en los cubos de la basura de bares y restaurantes, y permitir al mismo tiempo que los supermercados destruyan cada d¨ªa miles de productos que han superado la fecha de consumo preferente pero son a¨²n seguros.
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