Roman Polanski habla sobre la persecuci¨®n que sufri¨®

Del crimen sexual cometido por Roman Polanski contra una menor se sigue hablando y escribiendo m¨¢s de 30 a?os despu¨¦s. Este final de verano coinciden en el tiempo la versi¨®n en boca del propio Polanski de c¨®mo ha vivido la persecuci¨®n ejercida por la justicia norteamericana tras su huida de EE UU en 1978, la biograf¨ªa de Samantha Geimer -la hoy mujer madura que contaba 13 a?os cuando Polanksi consum¨® su violaci¨®n en una velada llena de drogas y alcohol- y un nuevo documental sobre la vida y la persona que es el director polaco-franc¨¦s de mano de la directora Marina Zenovich ¨Ccuyo anterior reportaje fue el que llev¨® a la ley de EE UU a reabrir el caso-.

En una entrevista que se publica en el n¨²mero de octubre de la revista Vanity Fair, el director de la Semilla del Diablo y ganador de un Oscar por El Pianista, asegura que se sinti¨® m¨¢s perseguido despu¨¦s de su detenci¨®n en 2009 en Suiza a petici¨®n de las autoridades estadounidenses que cuando fue condenado por el crimen cometido contra Geimer. ¡°Todo eso no sucedi¨® entonces¡±, explica el cineasta, 80 a?os. ¡°Esto fue m¨¢s parecido a lo que ocurri¨® durante el asesinato de Sharon¡±, relata Polanski al colaborador de Vanity Fair, James Fox, en referencia a los rumores que se vertieron sobre que el director estaba involucrado en el asesinato en 1969 de su esposa, la actriz Sharon Tate (embarazada de ocho meses), y varios amigos de la pareja a manos de la secta formada por la familia Manson.

Polanski fue detenido en 2009 en Suiza cuando se dirig¨ªa al festival de Cine de Zurich. Iron¨ªas de la vida, el director llevaba viajando con total libertad por ese pa¨ªs 40 a?os, manten¨ªa una cuenta abierta en un banco suizo, ten¨ªa un coche registrado a su nombre en esa naci¨®n y pose¨ªa una casa en la estaci¨®n de esqu¨ª de Gstaad, donde finalmente pas¨® siete meses de arresto domiciliario tras pasar dos en una c¨¢rcel de Suiza. Finalmente, Polanski quedaba en libertad en julio de 2012 despu¨¦s de que la justicia suiza rechazara la demanda de extradici¨®n norteamericana por ¡°defectos de forma¡±.

Preguntado por el periodista sobre si posee el alma de un fugitivo ¨CPolanski huy¨® a Francia desde EEUU en 1978 tras cumplir con la condena de 42 d¨ªas de c¨¢rcel que le impuso un juez de California y cuando sospech¨® que ¨¦ste pretend¨ªa de encerrarlo de nuevo con una sentencia de 50 a?os de prisi¨®n-, el cineasta responde con cierto sarcasmo asegurando que escap¨® del gueto de Cracovia (Polonia) y de la Polonia comunista. ¡°He huido de la persecuci¨®n¡±, afirma. ¡°A lo mejor tampoco me ten¨ªa que haber ido del gueto¡­¡±, responde.

¡°Me he movido con libertad durante 32 a?os¡±, resalta el director, que est¨¢ involucrado en su nueva pel¨ªcula, D, un largometraje sobre el caso Dreyfuss, el esc¨¢ndalo por un error judicial rodeado de antisemitismo que conmocion¨® a finales del siglo XIX y principios del XX a la sociedad francesa. ¡°Absolutamente, no¡±, responde a la idea de que ha vivido como un pr¨®fugo. En 2009, seg¨²n explica Vanity Fair, los abogados de Polanski anunciaron que filmar¨ªa una nueva cinta en Alemania (pa¨ªs con acuerdo de extradici¨®n con EE UU); en 2001 film¨® en ese pa¨ªs El Pianista; mantuvo casa en Espa?a durante 20 a?os; ha sido juez en el festival de Cine de Venecia y vivido un a?o trabajando en T¨²nez...

La detenci¨®n en 1977 de Polanski fue uno de los grandes esc¨¢ndalos de la ¨¦poca que sacudi¨® EE UU y expuso una ¨¦poca permisiva de Hollywood con los menores, la fama y el sexo. El director fue acusado de emborrachar y drogar a la adolescente Samantha Geimer durante una sesi¨®n de fotos en la mansi¨®n ¨Cconcretamente en la ba?era- del actor Jack Nicholson en Los ?ngeles ¨Cmientras Nicholson pasaba unos d¨ªas practicando el esqu¨ª-. En una primera instancia, Polanski fue acusado de sodom¨ªa, violaci¨®n con uso de drogas y asalto a un menor, entre otros cargos. El artista solo acept¨® ser culpable de haber mantenido relaciones sexuales con una menor.

¡°Fue una violaci¨®n¡±, asegura Geimer, 50 a?os, esposa y madre, en su biograf¨ªa. ¡°Fue una violaci¨®n no solo porque yo era una menor sino porque no consent¨ª a la relaci¨®n sexual¡±. Geimer cuenta en su libro que siempre ha tenido dudas al usar la palabra violaci¨®n porque en su cabeza ese acto implica un determinado grado de violencia que ella nunca sufri¨® a manos del cineasta.