Prop¨®sitos para una vuelta al consumo responsable
Por Carlos Ballesteros
Aprovechemos lo primero en esta vuelta a casa, que hay que volver a llenar la nevera y la despensa, para cambiar o reforzar alguno de nuestros h¨¢bitos de compra y consumo responsable.
Recordemos aquello de reciclar, reducir, reutilizar
Propong¨¢monos cambiar algunas actitudes y costumbres de consumo
Busquemos nuevos canales alternativos a esas grandes superficies
Tratemos de encontrar formas de consumir acordes con nuestros ideales.
?Qu¨¦ trocito de nevera vamos a reservar para el consumo de alimentos ecol¨®gicos y de producci¨®n local? ?Qu¨¦ estante de la despensa vamos a dejar para productos de comercio justo? ?Cu¨¢ntos platos precocinados y preenvasados vamos a sustituir en nuestra dieta por una comida sana y equilibrada? ?Qu¨¦ parte de nuestra bolsa de la compra puede ser llenada con productos de temporada que fomenten un cultivo sostenible y acorde con el medio? ?Qu¨¦ platos con menos kil¨®metros en su origen vamos a cocinar? Este a?o, este curso, el primer paso lo vamos a dar desde la reflexi¨®n y el cambio de nuestro consumo diario.
La segunda reflexi¨®n que se me ocurre tiene que ver con la forma en que nos enfrentaremos a nuestro trabajo. ?C¨®mo hacer de nuestra ocupaci¨®n algo realmente transformador, constructora del otro y de uno mismo? ?C¨®mo trabajar para generar sentido y no s¨®lo para adquirir los ¡°valores¡± que esta sociedad de consumo y de competitividad nos pide? Quiz¨¢s tenga que ver ¨²nicamente con la sonrisa que se merecen mis compa?eros; quiz¨¢s tenga que ver con el af¨¢n del trabajo bien hecho; quiz¨¢s con el pensar en las consecuencias que tiene lo que yo hago para el/la otro/a, quien quiera que sea; quiz¨¢s es una cuesti¨®n de pensar en c¨®mo mi puesto de trabajo se inserta en un sistema que gira sus ruedas y c¨®mo, desde mi mesa, mi pantalla, mi furgoneta, mis fogones, mi aula¡.. podemos hacer que ese mecanismo gire en un sentido favorable al planeta-mundo o, sensu contrario, en c¨®mo ponerle granitos de arena a unos engranajes para que dejen de girar (o al menos les cueste un poco m¨¢s) en un sentido explotador, injusto y que provoca exclusiones. En este nuevo curso, te propongo que el segundo paso lo demos trabajando por otro mundo mejor.
Y el tercer paso para este septiembre tiene que ver con nuestros momentos de ocio. ?A qu¨¦ vamos a dedicar nuestro mucho o poco tiempo libre en estos meses? ?c¨®mo hacer de nuestro ocio un momento creativo, compartido, transformador? Se trata de reflexionar sobre c¨®mo no convertir Ocio en Neg-Ocio, que niega y mercantiliza. Descansar, cultivar mente y cuerpo, disfrutar y compartir; hacer de nuestro tiempo libre un tiempo que tambi¨¦n sea para los dem¨¢s. Asociarse, comprometerse, recuperar las calles y los parques y los espacios p¨²blicos, participar en la vida de la escalera, de la comunidad, del barrio, del municipio....Un ocio que construya y libere y sonr¨ªa. Un ocio compartido y comunitario, creativo.
¡°La buena gente¡±, dice Bertold Bretch en uno de sus poemas, propone soluciones que exigen a¨²n tareas¡±. No se si a m¨ª se me podr¨ªa dar ese calificativo, pero lo que s¨ª se es que me gusta proponer soluciones que exijan mojarse y remangarse. De ah¨ª que subir la escalera este curso requiera a veces quedarse sin resuello y otras necesite de una paradita en un descansillo. Espero que llenar la nevera como te propongo este septiembre no sea complicado, sino atractivo y retador a pesar de las dificultades. Y, eso s¨ª, sin que se nos borre la sonrisa que hemos cultivado este verano.
Fotograf¨ªa de apertura: Wikimedia commons
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