Isabel I
Un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n salen a la palestra alcaldes que alardean de su franquismo con una memoria de monstruos locuaces
Como bien dice el presidente, nosotros no vivimos de nostalgias. Bastante tenemos con el futuro. Por eso estamos todos atentos a la serie sobre Isabel la Cat¨®lica. L¨¢stima que haya muerto Enrique IV, ese rey posmoderno, con la interpretaci¨®n genial de Pablo Derqui. En Alemania, otra serie, Hijos del Tercer Reich, en la p¨²blica ZDF, ha sido considerada el ¡°suceso televisivo del a?o¡±. Un pu?etazo en la pantalla, que ha hecho vibrar la c¨¢mara oscura. No es nuevo el empe?o alem¨¢n por enfrentarse a lo que Primo Levi denomin¨® con precisi¨®n ¡°el clima de huelga moral¡±, esa suspensi¨®n de las conciencias que dio lugar al nazismo. As¨ª, libros de historia de efecto s¨ªsmico, como Nosotros no sab¨ªamos nada, de Peter Longerich. Me he acordado del Nosotros no sab¨ªamos gracias al mea culpa de los jueces chilenos y su desamparo al pueblo crucificado. Aqu¨ª hemos zanjado la cuesti¨®n de la pu?etera conciencia. En cuanto a la interminable dictadura que casi precedi¨® a Isabel, parece que se van solucionando algunos problemas de amnesia. Es m¨¢s. Desbordamos memoria delictiva. Un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n salen a la palestra alcaldes que alardean de su franquismo con una memoria de monstruos locuaces. Los jueces de los altos tribunales no ignoran la existencia de decenas de miles de desaparecidos, de miles de ni?os robados, de familias desamparadas. Del Nosotros no sab¨ªamos al No queremos saber. Para mayor informaci¨®n, ha salido adelante, a escote, una iniciativa que recoge cientos de testimonios que hacen tiritar la memoria. Se llama, con orgullo, Vencidox. Como paradoja, la mayor¨ªa gobernante ha abierto una rendija con la propuesta de que se incluya el estudio del Holocausto en la educaci¨®n b¨¢sica. Que prospere. All¨ª, en los campos de exterminio, los escolares encontrar¨¢n unidos a jud¨ªos y espa?oles republicanos en esa comunidad a la que Singer llam¨® la ¡°humanidad angustiada y esperanzada¡±. Volviendo al futuro, atenci¨®n a Torquemada.
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