Deseo de cambio en Catalu?a

Me gusta creer que en pol¨ªtica las cosas suelen ir por donde la mayor¨ªa de la gente decide que vayan. Desear la independencia de Catalu?a me parece l¨ªcito por s¨ª mismo y no creo que haya que buscarle fundamentos hist¨®ricos. Despu¨¦s de 500 a?os en comunidad, probablemente es mucho m¨¢s lo que une a Catalu?a con el resto de Espa?a que lo que la separa, aunque ahora se ponga una lupa de gran aumento sobre esto ¨²ltimo.

Un debate serio sobre aspectos pr¨¢cticos de la propuesta de independencia todav¨ªa est¨¢ por llegar. Que prescinda de esl¨®ganes m¨¢s o menos populistas por parte independentista (en crisis econ¨®mica es f¨¢cil comprar la simplificaci¨®n de ¡°Espa?a roba a Catalu?a¡±); y por el lado unionista, que prescinda de abusar de la agitaci¨®n amenazante de las leyes (¡°lo proh¨ªbe la Constituci¨®n¡±) como si estas fueran algo inamovible.

Creo que si hay un problema serio y deseo de cambio en la organizaci¨®n de un pa¨ªs, la sociedad, bien informada de todas las implicaciones, debe manifestarse en un plebiscito. Pero tambi¨¦n creo que ese derecho a decidir debe extenderse a todos, tambi¨¦n a los que vivimos fuera de Catalu?a, porque es algo que tambi¨¦n nos afecta. Catalu?a tambi¨¦n la considero algo m¨ªo, aunque no haya nacido all¨ª.¡ª Roberto A. Pazo Cid.