El a?o clave de Europa

La inauguraci¨®n del curso pol¨ªtico en la UE viene marcada por la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica y las recientes elecciones celebradas en Alemania. Estos comicios han refrendado el modo en el que la canciller Angela Merkel est¨¢ gestionando la crisis y nos confirma que debemos continuar con la senda reformista en la que estamos inmersos la mayor¨ªa de los Estados de la Uni¨®n. La aplastante victoria de la CDU permitir¨¢ desbloquear algunos de los elementos m¨¢s espinosos de la agenda europea, como la profundizaci¨®n de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria. El principio de curso nos ofrece, adem¨¢s, una magn¨ªfica oportunidad para hacer un balance cr¨ªtico de nuestras acciones y poder, de este modo, orientar nuestras iniciativas hacia las necesidades m¨¢s inmediatas y urgentes de los europeos.

No cabe duda de que, a d¨ªa de hoy, la prioridad n¨²mero uno de la Uni¨®n sigue siendo el crecimiento econ¨®mico sostenible, as¨ª como la creaci¨®n de empleo asociada al mismo. Si queremos conservar nuestro liderazgo mundial, tenemos que centrar todo nuestro esfuerzo en superar con ¨¦xito este doble reto. El elevado ¨ªndice de j¨®venes desempleados o carentes de formaci¨®n constituye una important¨ªsima carga para las econom¨ªas europeas, adem¨¢s de un coste socialmente inaceptable. De ah¨ª la necesidad de poner en marcha urgentemente desde la UE iniciativas como la Garant¨ªa Juvenil, entre otras medidas destinadas a revertir positivamente la situaci¨®n actual.

Coincido plenamente con el an¨¢lisis del presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, en su reciente discurso ante el Parlamento Europeo. La receta de combinar austeridad con medidas orientadas al crecimiento est¨¢ produciendo resultados tangibles, sobre los que se fundamenta un cierto optimismo, cada vez m¨¢s palpable, en torno a la cada vez m¨¢s cercana salida de la crisis econ¨®mica y financiera.

Sin embargo, los indicios de recuperaci¨®n econ¨®mica no nos pueden llevar a la complacencia, sino a seguir perseverando en esas v¨ªas que han demostrado su eficacia y a trabajar a¨²n con m¨¢s ah¨ªnco. Los Estados y regiones de la Uni¨®n tienen, por tanto, que acelerar las reformas en curso y continuar con la transformaci¨®n de nuestras econom¨ªas hacia modelos m¨¢s competitivos y sostenibles, y para ello hemos de poner objetivos, establecer prioridades.

La cultura de la cooperaci¨®n deber¨ªa ser obligatoria en todas las iniciativas orientadas a la creaci¨®n de empleo

La UE se ha fijado como gran objetivo que, de aqu¨ª a 2020, el conjunto de su producci¨®n industrial suponga un 20% de todo lo que consumen sus 28 Estados miembros. Hacer realidad tan ambiciosa meta exigir¨¢ la creaci¨®n de 400.000 puestos de trabajo al a?o y un crecimiento anual de la productividad del 4,4%. Todos tenemos un papel muy importante que desempe?ar, a nivel estatal, regional y local, para poder alcanzar el l¨ªmite que nos hemos marcado. Este ejemplo debe servirnos para demostrar que Europa no puede abarcarlo todo; tiene que centrarse en las cosas grandes y fomentar la cooperaci¨®n con el resto de niveles de gobierno para afrontar los desaf¨ªos que se producen a una escala inferior.

Es necesario que Europa implique en mayor medida a los entes locales y regionales. Por ello es fundamental que las regiones estemos involucradas en el dise?o y la puesta en pr¨¢ctica de las pol¨ªticas europeas; as¨ª como es importante incrementar las sinergias presupuestarias entre todas las Administraciones. No hay que olvidar que las regiones y los entes locales representan m¨¢s de dos tercios de la inversi¨®n p¨²blica y m¨¢s de un tercio del gasto p¨²blico en la Uni¨®n Europa.

Esta cultura de la cooperaci¨®n deber¨ªa ser obligatoria en todas las iniciativas europeas orientadas a la creaci¨®n de empleo. En la mayor¨ªa de los Estados miembros, las regiones somos las responsables de poner en pr¨¢ctica medidas en sectores como la educaci¨®n, la formaci¨®n, la investigaci¨®n y el fomento del esp¨ªritu empresarial, cruciales todas ellas para la regeneraci¨®n econ¨®mica.

Adem¨¢s de por las razones anteriormente expuestas, 2014 ser¨¢ un a?o de acontecimientos clave. Los ciudadanos europeos est¨¢n convocados a unos comicios electorales al Parlamento Europeo, instituci¨®n pol¨ªtica fundamental que le da a la Uni¨®n una legitimidad democr¨¢tica directa. Es, por tanto, el momento de unir nuestras fuerzas para evitar cualquier ¨¦xito de aquellos que, mediante argumentos populistas, ans¨ªan destruir Europa as¨ª como los grandes logros obtenidos en todos los ¨®rdenes por el proyecto europeo desde su nacimiento.

Afrontamos tiempos complejos en los que, m¨¢s que nunca, tenemos que demostrar capacidad de liderazgo y actuar unidos por esa causa com¨²n de todos que es Europa. Nuestro deber es explicar las decisiones que se toman a nivel europeo y velar para que el inter¨¦s general prevalezca.

Tambi¨¦n en 2014 se conmemorar¨¢n los 100 a?os del estallido de la I Guerra Mundial, conflicto que tuvo una incidencia fundamental en la historia pol¨ªtica y la divisi¨®n territorial de nuestro continente. El recuerdo de momentos tan tr¨¢gicos no hace m¨¢s que reforzar la importancia de los principios y valores que defiende el proyecto europeo. Nuestras viejas heridas de guerra han sido curadas en las ¨²ltimas d¨¦cadas con la paz, la solidaridad y la concordia entre naciones ayer adversarias y hoy hermanadas en aras de un progreso, una prosperidad y una convivencia en com¨²n.

Europa, aun en tiempos dif¨ªciles, contin¨²a siendo nuestra m¨¢s admirable causa a compartir; el mejor destino que podemos construir entre todos.

Ram¨®n Luis Valc¨¢rcel es el presidente de la Comunidad Aut¨®noma de la Regi¨®n de Murcia y del Comit¨¦ de las Regiones de la UE.