Un compromiso sobre el derecho de veto
Preservar la credibilidad del Consejo de Seguridad requiere cambios
Ha sido preciso esperar m¨¢s de 2 a?os y 120.000 muertos en Siria para que el uso del derecho de veto dejara de paralizar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y para que este organismo se decidiera a tomar una decisi¨®n.
Francia otorga una importancia capital al multilateralismo y a su centro neur¨¢lgico, la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas, que constituye la principal herramienta de regulaci¨®n pol¨ªtica mundial al servicio de la paz y la seguridad. Ahora bien, una par¨¢lisis de la ONU durante dos a?os, con sus dram¨¢ticas consecuencias humanas, es inaceptable para la conciencia universal.
Sin duda, la 68? Asamblea General de las Naciones Unidas que acaba de reunirse ha permitido algunos avances. Hemos llegado a un acuerdo sobre las armas qu¨ªmicas en Siria y abierto la perspectiva de una soluci¨®n pol¨ªtica. El di¨¢logo sobre la cuesti¨®n nuclear iran¨ª se ha reanudado. Francia ha participado en estos avances, concretando las condiciones de una resoluci¨®n aceptable en un caso y respondiendo a la voluntad de di¨¢logo de las autoridades iran¨ªes en el otro. Tambi¨¦n hemos dado la imprescindible voz de alarma sobre la Rep¨²blica Centroafricana, hemos movilizado a la comunidad internacional por la estabilidad y la seguridad del Sahel y hemos trabajado sobre temas multilaterales de largo plazo como el cambio clim¨¢tico.
Todos estos resultados positivos no alteran en absoluto la siguiente realidad: el Consejo de Seguridad mostr¨® su impotencia durante mucho tiempo ante la tragedia siria, bloqueado por el uso del veto. Poblaciones enteras fueron masacradas llegando incluso el r¨¦gimen al extremo de utilizar armas qu¨ªmicas masivamente contra ni?os, mujeres y civiles. Para todos aquellos que esperan que la ONU asuma sus responsabilidades con el fin de proteger a las poblaciones, esta situaci¨®n es condenable.
La ONU mostr¨® su impotencia durante mucho tiempo ante la tragedia siria
Francia es favorable a una ONU m¨¢s representativa ¡ªen particular mediante la ampliaci¨®n del Consejo de Seguridad¡ª, pero a¨²n estamos lejos de alcanzar el acuerdo que permitir¨ªa un avance as¨ª. Salvo si se acepta una p¨¦rdida de legitimidad, debemos aprender de los bloqueos anteriores para evitar este tipo de disfunciones en el futuro.
Para lograrlo, el presidente franc¨¦s present¨® una propuesta a la vez ambiciosa y sencilla ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. En lo que se refiere a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, consiste en que ellos mismos restrinjan voluntariamente el derecho de veto. Este cambio se llevar¨ªa a cabo sin modificar la Carta y mediante un compromiso mutuo de los miembros permanentes.
Concretamente, cuando el Consejo de Seguridad tenga que pronunciarse sobre un crimen masivo, los miembros permanentes se comprometer¨ªan a renunciar a su derecho de veto. Los criterios de aplicaci¨®n ser¨ªan sencillos: a petici¨®n de 50 Estados miembros como m¨ªnimo, se someter¨ªa la cuesti¨®n al secretario general de la ONU para que se pronunciara sobre la naturaleza del crimen. Una vez que el secretario general haya dado su dictamen, se aplicar¨ªa el c¨®digo de conducta inmediatamente. Para ser realista, este c¨®digo excluir¨ªa los casos en que los intereses vitales nacionales de un miembro permanente del Consejo corriesen peligro.
Soy perfectamente consciente de las objeciones de todo tipo que pueden formularse contra esta propuesta. Y les opongo un s¨®lido argumento: este cambio, que ser¨ªa sencillo de poner en pr¨¢ctica, permitir¨ªa preservar lo esencial: la credibilidad de ese pilar de la paz y la estabilidad que debe ser el Consejo de Seguridad. Por otra parte, reflejar¨ªa la voluntad de la comunidad internacional de elevar la protecci¨®n de la vida humana al rango de prioridad efectiva. Restablecer¨ªa la primac¨ªa del di¨¢logo y de la negociaci¨®n constructiva.
Evitar¨ªa que los propios Estados se convirtieran en prisioneros de sus posiciones de principio.
?De qu¨¦ otra soluci¨®n r¨¢pida, sencilla y eficaz disponemos para avanzar? Yo no veo ninguna.
Hoy tenemos una oportunidad a nuestra disposici¨®n. Aprovech¨¦mosla.
Laurent Fabius es ministro de Asuntos Exteriores de Francia.
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