S¨¢nchez Ar¨¦valo: ¡°El cine ha dominado mi vida¡±

El director y guionista en su intimidad. En casa. En su lucha cotidiana por sacar adelante los conflictos y los deseos de sus personajes. Cuenta Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo (Madrid, 1970) que cuando comienza a darle vueltas a una idea, se encierra en su apartamento y escribe, s¨ª, pero sobre todo suele pasar horas subido a la m¨¢quina de el¨ªptica ubicada en un extremo del sal¨®n, un momento de reflexi¨®n y ejercicio f¨ªsico que ha aceptado compartir dentro del proyecto 'Impulso creativo'. Junto a la bailarina y core¨®grafa Blanca Li y a la banda Marlango, participa en una serie de v¨ªdeos que muestran a artistas de distintos ¨¢mbitos en su proceso de creaci¨®n. Una ventana abierta a las ideas, la conexi¨®n, la motivaci¨®n, la inspiraci¨®n y la pasi¨®n de los personajes de 'El Pa¨ªs Semanal'. Tres historias, tres formas de crear y de reinventar para celebrar que la revista del domingo del diario EL PA?S tambi¨¦n se ha reinventado.

El realizador escribe estos d¨ªas el guion de su pr¨®xima pel¨ªcula, y por eso se sube al aparato de la esquina y se agarra a dos bastones y pisa sobre dos paletas y mueve todo el cuerpo como si estuviera corriendo por la nieve con el equipo de esqu¨ª. Pero permanece inm¨®vil en el sitio. S¨¢nchez Ar¨¦valo dice que de eso van las historias que le gusta contar. Gente encerrada, prisioneros de s¨ª mismos, con dilemas que no son capaces de sacar a flote. La el¨ªptica, esa met¨¢fora: ¡°Tienes la sensaci¨®n de que est¨¢s avanzando, pero no lo haces. O le puedes dar la vuelta: te crees que no avanzas, pero s¨ª estas avanzando. Y esas situaciones se dan en la vida. Te encuentras en un sitio que no te gusta y acabas d¨¢ndote cuenta de que no estaba tan mal. Me gustan mucho los relatos c¨ªclicos que acaban donde empezaron. Pero en el viaje has cambiado. Y ahora te vas a enfrentar a la misma situaci¨®n de manera diferente¡±.

El cineasta es hijo de un pintor y una actriz. Su hermana se hizo bailarina. Su hermano trabaja en televisi¨®n. Pero a ¨¦l, seg¨²n cuenta, le dio el punto rebelde, y quiso huir de esa burbuja de profesiones ligadas al arte y la cultura. Se vio a s¨ª mismo ¡°como Gordon Gecko¡±, el protagonista de la pel¨ªcula Wall Street. A los 18 a?os comenz¨® a estudiar Empresariales en la Universidad Pontificia de Comillas, pero durante los dos ¨²ltimos cursos le sobrecogi¨® un aburrimiento sopor¨ªfero, y le dio por escribir relatos y guiones. Despu¨¦s de licenciarse, mientras buscaba trabajo ¡°de banco en banco¡±, su hermano le anim¨® a que inventara un guion que le diera de comer. S¨¢nchez Ar¨¦valo eligi¨® la ¨²nica serie espa?ola que le gustaba: Farmacia de guardia. Pari¨® un cap¨ªtulo y aquella trama le lleg¨® a Antonio Mercero, creador de la m¨ªtica ficci¨®n de los noventa. Le acab¨® fichando. Y gracias a ese ¡°¨¢ngel de la guarda¡±, as¨ª llama a Mercero, comenz¨® su carrera en el oficio audiovisual. A¨²n pasar¨ªa por cinco series y rodar¨ªa cinco cortometrajes antes de parir su primera pel¨ªcula, Azuloscurocasinegro (2006), con la que gan¨® el Goya al mejor director novel y qued¨® como candidato al mejor guion original.

En septiembre de 2013, S¨¢nchez Ar¨¦valo estren¨® su cuarto y ¨²ltimo filme, La gran familia espa?ola, con ¨¦xito notable en las salas, teniendo en cuenta las circunstancias catastr¨®ficas de la industria (el cineasta habla de un mercado ¡°desmoronado y devastado¡±; y reniega de la subida del IVA que ha impuesto un precio abusivo: ¡°Se est¨¢n cargando el h¨¢bito de ir al cine¡±). Un filme que, el pasado 9 de febrero, obtuvo dos de los 11 premios Goya 2014 a los que optaba. Entre ambos t¨ªtulos, rod¨® Gordos y Primos. Y en todas ellas van desfilando siempre los mismos actores: Quim Guti¨¦rrez, Antonio de la Torre, Ra¨²l Ar¨¦valo. M¨¢s que amigos, son compa?eros de viaje. Han debutado, progresado y crecido juntos. Son su ¡°familia¡±, en palabras de S¨¢nchez Ar¨¦valo. ¡°Digamos que en estos siete a?os el cine ha dominado mi vida. Hacer pel¨ªculas ha sido mi vida. No he formado una familia, no tengo hijos, no tengo novia. ?Qu¨¦ desastre! Pero tengo cuatro pel¨ªculas¡±, cuenta satisfecho. Como si se viera por un lado en el punto de partida. Pero tambi¨¦n al final de un largo trayecto.