Un cineasta de familia
El cineasta Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo quiso ser un empresario en Wall Street. Dio el giro a su vida firmando guiones de 'Farmacia de Guardia'. Su pel¨ªcula 'La gran familia espa?ola' parti¨® como favorita en la Gala de los Premios Goya.
A mitad de pel¨ªcula, Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo siente que le falta el ox¨ªgeno. Tiene 10 a?os, se encuentra en la oscuridad de la Filmoteca, sentado en la butaca junto a su padre, el pintor e ilustrador Jos¨¦ Ram¨®n S¨¢nchez, y le dice: ¡°Pap¨¢, que me ahogo¡±. El padre responde: ¡°?Qu¨¦ te vas a ahogar?¡±. Est¨¢n viendo El hombre que mat¨® a Liberty Valance. Y el cr¨ªo insiste: ¡°Pap¨¢, que me ahogo, que me ahogo¡±. Entonces el padre se preocupa. Salen corriendo al coche, un Seat 124, y vuelan por las calles hacia el hospital, aunque justo antes de entrar S¨¢nchez Ar¨¦valo vomita y parece recuperarse. Pudo haber sido un corte de digesti¨®n porque aquel d¨ªa lo hab¨ªa pasado en la piscina. Pero no lo fue. Al cineasta le cost¨® 15 a?os de psicoan¨¢lisis recordar d¨®nde, c¨®mo y cu¨¢ndo le sacudi¨® su primer ataque de ansiedad. En el cine. Lo cuenta ahora en la cocina de su casa, una planta baja en el barrio de Retiro, que antes que su hogar y su espacio de trabajo fue el estudio de su padre, en el que sol¨ªa pasar las tardes de peque?o, ubicado a tan solo un par de manzanas del bloque de pisos donde creci¨®, y en el que a¨²n vive su madre; y donde tambi¨¦n rod¨® AzulOscuroCasiNegro, su primer largometraje; y a un paso de su colegio y del instituto y del parque donde quedaba con la pandilla; en fin, en el epicentro mismo de sus ra¨ªces, en su zona de seguridad, de donde apenas se ha movido en 43 a?os, el cineasta explica lo que hall¨® cuando consigui¨® regresar a esa tarde en la Filmoteca: ¡°Mi madre se hab¨ªa ido ese d¨ªa con mi hermano a Londres una semana de vacaciones. Era la primera vez que mam¨¢ no estaba alrededor¡±.
Somos como su guardia pretoriana Antonio de la Torre
La familia, la ansiedad, el cine. De eso, en gran medida, va la vida, y tambi¨¦n las pel¨ªculas de S¨¢nchez Ar¨¦valo, el director y guionista de La gran familia espa?ola, la cinta con m¨¢s candidaturas esta noche en los Premios Goya (11), incluidas mejor filme, mejor direcci¨®n y mejor guion original, escrito por ¨¦l en el silencio de su apartamento, cuyas ventanas dan a una calle tranquila y umbr¨ªa, con aceras pobladas de pl¨¢tanos y por donde apenas pasan los coches. Es la ¨²nica entre las candidatas a mejor pel¨ªcula que ha llegado a verse de forma notable en los cines, con casi medio mill¨®n de espectadores, sumando una taquilla superior a las otras cuatro nominadas juntas. Y tres de sus actores compiten por un galard¨®n a mejor interpretaci¨®n (dos de reparto y uno como revelaci¨®n). Entre ellos figura Antonio de la Torre, su hombre fetiche, el tipo en el que encontr¨® el rostro y la actitud de ¡°alguien normal, un t¨ªo de aspecto corriente que podr¨ªa ser tu vecino, el espa?ol medio¡±, en sus palabras.
De la Torre ha participado en los cuatro largometrajes que componen la filmograf¨ªa de S¨¢nchez Ar¨¦valo. Lo mismo le sucede al actor Ra¨²l Ar¨¦valo; Quim Guti¨¦rrez ha participado en todos menos en Gordos. Y los tres se han llevado un Goya por su interpretaci¨®n en alguna de estas pel¨ªculas. ¡°Algo tendr¨¢s t¨² que ver, suelo decirle¡±, cuenta De la Torre al tel¨¦fono. La relaci¨®n entre ambos se remonta al cortometraje Profilaxis (2003), ¡°un corto c¨®mico en el que un t¨ªo descubre la masturbaci¨®n anal¡±, explica el actor. ¡°Me daba cierto pudor¡±. Pero fue S¨¢nchez Ar¨¦valo quien lo busc¨®, le dijo que le hab¨ªa gustado su papel en Poniente, le habl¨® de su pinta de ¡°t¨ªo normal¡±, el int¨¦rprete se sinti¨® halagado, le pareci¨® una oportunidad y, luego ya, frente a frente en el set de rodaje, tuvo el p¨¢lpito de que se encontraba ¡°ante alguien que iba a hacer cine, pel¨ªculas, y que iba a tener una carrera larga¡±. Result¨® que adem¨¢s esa carrera marchar¨ªa ¨ªntimamente ligada a ¨¦l. Y tambi¨¦n a Quim y a Ra¨²l. ¡°Somos como su guardia pretoriana¡±.
¡°Sigo trabajando con ellos porque creo que son los actores m¨¢s adecuados para los personajes que escribo¡±, explica S¨¢nchez Ar¨¦valo, ahora en el sal¨®n, sorbiendo una infusi¨®n a media tarde, frente a una estanter¨ªa en la que los DVD est¨¢n colocados por estricto orden alfab¨¦tico (¡°lo vi en casa de Amen¨¢bar y le copi¨¦ la idea¡±). Hay una raqueta de madera en una de las paredes, de cuando ten¨ªa siete a?os e ¡°iba para estrella del tenis¡±. Al lado se encuentra la m¨¢quina de el¨ªptica en la que se ejercita cuando se encierra a escribir, y al fondo, una pantalla de televisi¨®n que debe de rondar las 60 pulgadas y a la que Ra¨²l Ar¨¦valo, que ha visto alg¨²n partido del Real Madrid en ella, califica ¡°de hortera de Miami¡±.
En las paredes tambi¨¦n se encuentran los carteles publicitarios de todas sus pel¨ªculas, y en el cuartito donde tiene el ordenador y una pizarra para esbozar las tramas y los deseos de sus personajes, pegado al escritorio, se yergue un Antonio de la Torre de tama?o real anunciando el m¨¦todo de adelgazamiento que promocionaba en Gordos. Su familia de cine puebla los huecos de la casa, como si fueran las fotos que cualquiera coloca en una estanter¨ªa. Y los tiene siempre presentes. Contin¨²a el director y guionista: ¡°Ahora ya se ha dado la vuelta y escribo personajes pensando en ellos. Y, f¨ªjate, llevo un par de pel¨ªculas diciendo: ¡®Tengo que cambiar, tengo que cambiar¡¯. Pero, curiosamente, despu¨¦s de La gran familia¡he dicho: ¡®?Por qu¨¦, si es mi familia y me llevo bien y seguimos estando motivados, poni¨¦ndonos retos, mejorando, probando cosas diferentes?¡¯. He dejado de resistirme¡±. Hace poco, le mand¨® el primer acto de su pr¨®xima pel¨ªcula a Ra¨²l Ar¨¦valo, para que le fuera echando un vistazo, seg¨²n confiesa.
Los tres actores mencionan esa idea similar a una ¡°compa?¨ªa estable de cine¡± que han edificado desde AzulOscuro¡ ¡°No es una cosa de amiguetes¡±, seg¨²n Quim Guti¨¦rrez, ¡°nos da el resultado que queremos¡±. Lo cual no evita que tambi¨¦n sean ¨ªntimos cuando se apagan las c¨¢maras. Se llaman a menudo. Se van de vacaciones juntos, ya sea una semana en Menorca o un viaje por las carreteras de Milwaukee (Estados Unidos). Guti¨¦rrez lleg¨® a vivir una larga temporada en el mismo edificio en el que S¨¢nchez Ar¨¦valo tuvo hace unos a?os su estudio, por supuesto a un paso de la calle en la que creci¨® y en la que a¨²n vive; en esa zona cero, una burbuja que el actor denomina ¡°una expresi¨®n f¨ªsica de su perspectiva emocional ante la vida: siempre rodeado de gente con la que se siente seguro¡±.
¡°Incluso el equipo t¨¦cnico es el mismo al 85% desde la primera pel¨ªcula¡±, a?ade Ra¨²l Ar¨¦valo. ¡°Son rodajes muy familiares¡±. En ellos uno suele encontrarse al padre de S¨¢nchez Ar¨¦valo, cuyas ilustraciones del rodaje de Primos decoran tambi¨¦n las paredes de la casa del hijo; a su hermano, realizador de televisi¨®n, que ha hecho el making-ofde alguna de sus pel¨ªculas; a su hermana, bailarina, de visita cuando tiene un hueco; a su madre, la actriz Carmen Ar¨¦valo, que ha interpretado un papel en tres de los cuatro largometrajes; y al actor H¨¦ctor Colom¨¦, la pareja de su madre desde hace 20 a?os, al que S¨¢nchez Ar¨¦valo llama directamente su ¡°padre oficial del cine¡± porque ha hecho de progenitor en dos de sus pel¨ªculas y ha participado en varios de sus cortos.
De adolescente ten¨ªa miedo a la vida, a lo desconocido. P¨¢nico", cuenta el cineasta sobre sus ataques de ansiedad
Sobre su padre, el real, S¨¢nchez Ar¨¦valo cuenta que al principio su presencia diaria en el rodaje le pon¨ªa bastante nervioso. ¡°T¨² imag¨ªnate lo que es tener a tu padre aqu¨ª al lado cuando est¨¢s trabajando. Por otro lado, ?qui¨¦n soy yo, despu¨¦s de todo lo que mi padre me ha dado, que probablemente me dedico a esto gracias a ¨¦l, como para decirle: ¡®Gracias, pap¨¢, qu¨¦date en casa?¡±. Cuando habla, S¨¢nchez Ar¨¦valo apenas var¨ªa el tono, se explica con voz suave y despacio, como si pisara descalzo sobre una alfombra, usando siempre la palabra precisa. Resulta elocuente, e incluso cuando dice tacos parecen colocados en el hueco exacto de la frase. Charla con la hondura del que acostumbra a mirarse hacia dentro, quiz¨¢ fruto de los a?os de terapia, y luego los a?os de escritura, y su conversaci¨®n resulta de una sinceridad poco com¨²n: cuenta cosas de sus novias (o la ausencia de ellas), de sus traumas, de sus errores. Dice, por ejemplo, que antes de empezar a frecuentar al psic¨®logo, siendo un adolescente hipocondriaco con taquicardias y mareos, ¡°ten¨ªa miedo a la vida. Miedo a lo desconocido. P¨¢nico¡±. Y que tambi¨¦n le aterra llegar a los 50 y mirar para atr¨¢s y decir: ¡°Co?o, ?qu¨¦ he hecho con mi vida? La he desperdiciado¡±. Le preocupa no haber formado ¡°una familia¡±, no tener pareja, ni hijos. Asegura que se siente ¡°blindado¡± a compartir su vida con otra persona. Pero tambi¨¦n es capaz de verlo a la inversa: ¡°A la vez pienso: ¡®Si estoy bien. Muy a gusto conmigo mismo, hago lo que quiero, trabajo en lo que quiero, tengo amigos maravillosos, gente que me quiere¡±.
Entre su cuadrilla, muchos son directores de cine. Oskar Santos, El¨ªas Le¨®n Siminiani, Mateo Gil, Alejandro Amen¨¢bar. En casa de este ¨²ltimo, con una pantalla a¨²n m¨¢s grande que la suya, es donde suelen organizar los pases de sus pel¨ªculas, ¡°cuando todav¨ªa hay margen de mejora¡±. Quim Guti¨¦rrez estuvo en el de La gran familia¡ Dice sencillamente: ¡°Lo flip¨¦¡±. Tal y como lo explica S¨¢nchez Ar¨¦valo: ¡°Parece un funeral. Somos devastadores. Recuerdo estar viendo un primer montaje de ?gora, y trat¨¢bamos a Alejandro como si fuera un chavalito que est¨¢ empezando. Es ese nivel. No es agresivo. Es como muy cr¨ªtico¡±. Y lo mismo le ha sucedido con las suyas. ¡°Uno sale de all¨ª realmente deprimido, pensando que ha hecho la peor pel¨ªcula del a?o. Pero, bueno, luego somos muy cari?osos¡±. Est¨¢ claro que el m¨¦todo da resultado.
Y hasta aqu¨ª, a grandes rasgos, se extiende la familia de un cineasta al que el amor por las pel¨ªculas le fue calando casi sin darse cuenta, a trav¨¦s de su madre, actriz, y de su padre y su hermano, ¡°los aut¨¦nticos fan¨¢ticos y entendidos¡±. ?l segu¨ªa la estela: ¡°Si ellos iban al cine, pues, bueno, yo iba al cine. Pero no sent¨ªa la misma pasi¨®n que mi hermano, ¨¦l era el que quer¨ªa ser director: con ocho a?os ten¨ªa dibujado el storyboard de una pel¨ªcula; luego entr¨® en televisi¨®n, form¨® una familia¡ A veces tus sue?os de ni?o no se acaban de concretar de la manera que t¨² quer¨ªas. Y curiosamente yo retom¨¦ aquello¡±.
De hecho, y esta es la historia que ha contado a menudo, fue su hermano quien se asom¨® a la puerta de su habitaci¨®n y le dijo: ¡°?Por qu¨¦ no escribes algo que te d¨¦ de comer?¡±. El joven S¨¢nchez Ar¨¦valo acababa de licenciarse en Empresariales, en la que se matricul¨®, seg¨²n la interpretaci¨®n que hace ahora, como un ¡°acto de rebeld¨ªa adolescente¡± frente al entorno familiar, imagin¨¢ndose ¡°en Wall Street siendo Gordon Gekko¡±. Estudi¨® en la Universidad Pontificia de Comillas, donde se ha formado un buen pu?ado de la ¨¦lite empresarial espa?ola, pero durante los dos ¨²ltimos cursos comenz¨® a aburrirse y le sali¨® ¡°de manera instintiva¡± ponerse a escribir relatos, alg¨²n corto, y a notar que no solo se le daba bien, sino que le gustaba. Entonces su hermano se asom¨® a la puerta y S¨¢nchez Ar¨¦valo decidi¨® escribir un cap¨ªtulo de Farmacia de guardia; este le lleg¨® a Antonio Mercero, creador de la ficci¨®n, y decidi¨® ficharlo para el equipo de guionistas.
No sufras, capullo, el primer episodio de S¨¢nchez Ar¨¦valo para la serie m¨¢s vista de la televisi¨®n en Espa?a, se emiti¨® en junio de 1994. ¡°La idea era que Quique descubr¨ªa que ten¨ªa fimosis porque intentaba follar con su novia y le dol¨ªa¡±, recuerda. ¡°Le hizo mucha gracia a Mercero. Me dijo: ¡®Escr¨ªbelo¡¯. Y recuerdo que yo no sab¨ªa si Quique se pon¨ªa con k o con q. Y que ten¨ªa mucha ansiedad por saber si se iban a enfadar conmigo por eso¡±. De nuevo la familia, la ansiedad, el cine. As¨ª fragu¨® el giro en su vida. Y cuando, 13 a?os m¨¢s tarde, se subi¨® al escenario para recoger el Goya como director novel, comenz¨® su discurso dando las gracias a su hermano. Esta noche, llegado el caso, tiene una larga lista de personas (de ¡°familia¡±) de las que acordarse.?
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