La financiaci¨®n auton¨®mica

La compleja realidad reci¨¦n vivida en Espa?a ha evidenciado la necesidad de abordar reformas estructurales de calado. Acometida la reforma laboral, de pensiones, de Administraciones p¨²blicas, bancaria y financiera, la reforma tributaria debe enlazar con la otra gran pendiente: la de la financiaci¨®n de las Administraciones p¨²blicas, y, en particular, las territoriales con especial menci¨®n a la financiaci¨®n auton¨®mica.

Se estudia qu¨¦ nivel administrativo debe prestar los servicios p¨²blicos para eliminar duplicidades, c¨®mo prestarlos... Pero carece de sentido centrarse en la competencia y en la oferta o provisi¨®n de los mismos si no abordamos los instrumentos para su financiaci¨®n, es decir, la financiaci¨®n de las Administraciones p¨²blicas territoriales, lig¨¢ndola a la reforma tributaria mediante el correspondiente reparto de hechos imponibles.

El actual sistema de financiaci¨®n auton¨®mica no permite que la prestaci¨®n de los servicios p¨²blicos fundamentales, con independencia de la comunidad aut¨®noma de residencia, se ofrezca de forma igualitaria, contradiciendo los principios constitucionales de justicia, igualdad y solidaridad interterritorial. Muy al contrario, provoca que algunas autonom¨ªas sufran enormes dificultades para desplegar las competencias constitucional y estatutariamente transferidas o asignadas.

Un h¨¢ndicap achacable al dise?o de los sistemas de financiaci¨®n basados en el principio de coste efectivo al transferirse las competencias, independientemente del a?o de asunci¨®n de las mismas, y del mantenimiento del statu quo inicial, que provoca diferencias injustificadas, perpetuadas en el tiempo y acentuadas en la ¨²ltima revisi¨®n de 2009. Y no es la opini¨®n personal del consejero de Hacienda de una de las autonom¨ªas m¨¢s perjudicadas por el sistema, como es la Comunitat Valenciana, sino un hecho objetivo, contrastable con datos rigurosos y constatado por investigadores, catedr¨¢ticos universitarios y cient¨ªficos como ?ngel de la Fuente a trav¨¦s de la Fundaci¨®n BBVA Research, Standard & Poors o el Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas, a los que sumar el riguroso documento realizado por un grupo de expertos economistas, reci¨¦n presentado en las Cortes Valencianas, para mostrar los efectos del actual sistema sobre cada autonom¨ªa. Grupo que emana de los leg¨ªtimos representantes de los valencianos, cuyo informe constata la abismal desigualdad entre comunidades aut¨®nomas y que el caso de la Comunidad Valenciana es particularmente sangrante.

La redistribuci¨®n de recursos debe realizarse con equidad y eficiencia

Tras analizar la distribuci¨®n de los fondos que llegan a las arcas p¨²blicas, y a la vista de las liquidaciones de 2011 (¨²ltima realizada) y la evoluci¨®n de las entregas a cuenta de 2012 a 2014, los expertos evidencian la reiterada infrafinanciaci¨®n valenciana. Las cifras muestran que cada valenciano recibe 204 euros menos per capita de media que los dem¨¢s espa?oles, lo que supone m¨¢s de 1.000 millones menos anuales ¡ªsomos m¨¢s de 5 millones¡ª y esto sucede de forma hist¨®rica y sistem¨¢tica. Es inevitable comparar con otras comunidades de r¨¦gimen com¨²n: en algunas reciben hasta 850 euros m¨¢s por cada, prueba objetiva de la discriminaci¨®n que sufrimos. Con este importe hubi¨¦semos tenido super¨¢vit en 2012. Y ello am¨¦n del tratamiento singular de los territorios forales.

Los servicios que prestan las comunidades aut¨®nomas van dirigidos a las personas. Los servicios sanitarios, educativos y de protecci¨®n social tienen un componente r¨ªgido. A un valenciano le cuesta igual una estancia hospitalaria, un colegio o la atenci¨®n de sus dependientes que al ciudadano de cualquier otra autonom¨ªa. Esta asimetr¨ªa en lo que recibimos unos y otros se concreta en los valencianos hemos dejado de percibir cerca de 11.000 millones de euros en los ¨²ltimos a?os seg¨²n los expertos. Si sumamos los intereses financieros que esto supone, nuestra deuda actual se situar¨ªa 13.500 millones por debajo si tuvi¨¦semos la misma financiaci¨®n.

Este injusto reparto es consecuencia directa del sistema de 2009, el nocivo statu quo, f¨®rmulas farragosas y el dise?o de fondos opacos, lejos de las necesidades de la Espa?a actual.

Para salir de este atolladero de agravios, desajustes y asimetr¨ªas, para evitar las tensiones territoriales existentes, debe contarse con la propuesta realista, l¨²cida, bien fundada t¨¦cnica y solidariamente presentada por los expertos valencianos para dise?ar un nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica, pues encaja en el ordenamiento jur¨ªdico actual y puede ser perfectamente aceptada por el Estado y las dem¨¢s comunidades aut¨®nomas.

Dejemos atr¨¢s un sistema perverso que nos lleva a situaciones insostenibles

Tambi¨¦n ha de contarse con el informe del profesor Lagares sobre la reforma fiscal y tributaria y con el grupo integrado por los Premios Jaume I, que complementar¨¢ a los anteriores. Honestamente, pienso que la Comunidad Valenciana tiene mucho que aportar al dise?o de ese nuevo sistema de reparto, insto a abrir el debate y a que se consideren las propuestas que emanan de nuestra regi¨®n.

Marcada la ¡°cuesti¨®n t¨¦cnica¡± por los expertos, de nosotros, pol¨ªticos y gestores p¨²blicos, es la responsabilidad de hablar sin crispaci¨®n en los foros y tiempos adecuados, que deben girar en torno al Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera y la Ley de Reforma de la Financiaci¨®n de las Administraciones P¨²blicas.

Tengamos amplitud de miras para analizar con sensatez el reparto de los impuestos que pagamos, afrontar las competencias asignadas a las Administraciones territoriales, para que la redistribuci¨®n de recursos se base en estrictos criterios de eficiencia y equidad, nunca en cuotas o presiones pol¨ªticas. No puede ser que se presten determinados servicios con un mayor coste, en algunos casos, en las comunidades que cumplen con el d¨¦ficit y que otras, que incumplimos con el d¨¦ficit, lo estemos prestando de forma eficiente, porque entonces lo que es ineficiente es el sistema.

Dejemos atr¨¢s un sistema perverso, que en el caso valenciano nos ha llevado a una situaci¨®n insostenible, oblig¨¢ndonos a recurrir al endeudamiento para cubrir gastos que deber¨ªamos cubrir con las aportaciones del sistema. Si hubi¨¦ramos recibido igual que la media, nuestra deuda ser¨ªa sustancialmente menor, no recibir¨ªamos cr¨ªticas y se dejar¨ªa de hablar de recortes.

Queda mucha Pol¨ªtica, en may¨²sculas, para consensuar un modelo de financiaci¨®n que atienda a la premisa esencial de asegurar los servicios p¨²blicos fundamentales; ofrezca las mismas condiciones en todo el territorio espa?ol, con independencia del nivel de renta y establezca un reparto efectivo de los ingresos tributarios entre todos los niveles del Estado existentes.

Cambiar este modelo, cuanto antes mejor, rebajar¨¢ las tensiones entre comunidades y Administraciones, mejorar¨¢ la autonom¨ªa financiera y corresponsabilidad fiscal.

Tenemos la oportunidad de dise?ar un modelo equitativo, sencillo, transparente y convergente, que evite los desequilibrios de los ciclos econ¨®micos y las asimetr¨ªas permitiendo a las autonom¨ªas andar con firmeza y determinaci¨®n en la l¨ªnea de la consolidaci¨®n fiscal y el equilibrio presupuestario. Renunciemos a intereses particulares y aprobemos con nota la asignatura pendiente de la financiaci¨®n auton¨®mica con un sistema sostenible y perdurable en el tiempo.

Juan Carlos Moragues es consejero de Hacienda de la Comunidad Valenciana.