La huelga en educaci¨®n

Escuch¨¦ a la secretaria de Estado de Educaci¨®n decir que quienes hac¨ªan huelga ten¨ªan el trabajo asegurado y hac¨ªa una comparaci¨®n demag¨®gica vomitiva. Pero aunque fuera cierto, ?debo entender que ejercer el derecho a huelga debe avergonzarnos porque hay muchas personas sin empleo? ?No ser¨ªa el Gobierno que ella representa quien deber¨ªa avergonzarse por esta dram¨¢tica situaci¨®n?

La se?ora Gomendio me ha quitado, con sus palabras, la pesadumbre que me llevaba a dudar de si tendr¨ªa sentido seguir insistiendo a un Gobierno sordo que ha aprobado una ley educativa sin consenso, y con la mayor¨ªa de la poblaci¨®n en contra.

S¨ª, es verdad que yo de momento tengo asegurado el trabajo y el sueldo porque soy maestra funcionaria, pero, a pesar de los reproches, el malestar por el descuento de este d¨ªa en mi n¨®mina y el mal pensamiento de ¡°?A ti qu¨¦ te va si no tienes problemas?¡±, he decidido hacer huelga por actuar consecuentemente con mis ideas, por solidaridad con los que no se lo pueden permitir y por justicia social.

Por favor, abst¨¦ngase de echarnos en cara la suerte que tenemos por trabajar, no es a usted a quien corresponde.¡ª Susana Horche Navarro. San Lorenzo de El Escorial, Madrid.

Soy profesor y no he hecho huelga. Comparto plenamente los motivos de los convocantes y aborrezco esta (otra m¨¢s) ley educativa que considero nefasta. Sin embargo, y teniendo en cuenta la cerraz¨®n del Gobierno y su negativa a escuchar cualquier opini¨®n disidente, considero que los paros educativos de un d¨ªa son in¨²tiles.

Al no tratarse de un sector directamente productivo, el perjuicio que causa al sistema una huelga puntual en educaci¨®n es m¨ªnimo, a pesar de que sea una reconfortante muestra de unidad y decencia. Por ello, propongo dos alternativas: o una huelga indefinida hasta que se cree una comisi¨®n para la elaboraci¨®n de una ley justa y consensuada o, segunda opci¨®n, que en la pr¨®xima huelga todos los profesores acudan a su puesto de trabajo, ingresen su sueldo de ese d¨ªa en una cuenta com¨²n que se dedique a financiar todos esos sectores que este Gobierno ha dejado de lado (personas sin hogar, enfermos cr¨®nicos, becas...) y, al salir del trabajo, se dirijan a las sedes de sus respectivas consejer¨ªas de Educaci¨®n y no se muevan hasta que el Gobierno ceda.

Ser¨ªa una maravillosa lecci¨®n de dignidad de los docentes. Otra m¨¢s.¡ª V¨ªctor Mart¨ªn Iglesias. Plasencia, C¨¢ceres.