Otro naufragio

No por esperado deja de ser m¨¢s desalentador que la Uni¨®n Europea haya pasado de puntillas sobre el problema migratorio solo tres semanas despu¨¦s de los tr¨¢gicos naufragios de Lampedusa en los que perdieron la vida 360 personas. En la noche del jueves al viernes, mientras los l¨ªderes pol¨ªticos europeos pernoctaban en Bruselas, las patrulleras italianas rescataban a casi 800 inmigrantes m¨¢s frente a las costas de Sicilia. Pero ni siquiera tales operaciones, que pod¨ªan haber funcionado como recordatorio de la emergencia, lograron arrancar compromisos concretos a Los Veintiocho.

El llamamiento al Consejo Europeo por parte de Italia y Malta, los pa¨ªses m¨¢s afectados por el caos libio y los desembarcos masivos de ciudadanos africanos, ha sido deso¨ªdo. Se demandaba un refuerzo de los instrumentos europeos de control de fronteras exteriores y una pol¨ªtica m¨¢s ambiciosa de inmigraci¨®n. Nada de ello aprobaron los l¨ªderes, que han aplazado el asunto a fechas futuras e inciertas reclamando nuevos estudios y reflexiones para diciembre de 2013 y junio del pr¨®ximo a?o. Son aplazamientos que en Bruselas, de facto, significan un diplom¨¢tico desistimiento sobre un asunto verdaderamente urgente. La inestabilidad pol¨ªtica de algunos pa¨ªses del norte de ?frica, tr¨¢nsito obligatorio para miles de refugiados o de emigrantes econ¨®micos, requiere una respuesta r¨¢pida, que la propia Comisi¨®n Europea concreta en un refuerzo financiero de los pobres utensilios comunes disponibles para controlar el Mediterr¨¢neo previniendo y evitando futuros naufragios. Una general y ambigua declaraci¨®n de intenciones de ser solidarios en este asunto es todo lo que se ha conseguido en esta cumbre.

La alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, presente en Bruselas para presionar a los l¨ªderes, ha sido certera al declarar que sin una nueva pol¨ªtica del derecho de asilo, y no solo de inmigraci¨®n, ¡°tambi¨¦n Europa naufragar¨¢ en Lampedusa¡±. En la UE se abre camino un enfoque conjunto de asilo e inmigraci¨®n como dos fen¨®menos del mismo problema. Mientras el primero lo gestionan, mayoritariamente, los pa¨ªses del centro y el norte, el segundo lo sufren los del sur. Puede que la fuerza de tales asimetr¨ªas conduzca al desbloqueo de la situaci¨®n con una pol¨ªtica de inmigraci¨®n y asilo com¨²n m¨¢s decidida y efectiva; algo que promete seguir haci¨¦ndose esperar.