?Qui¨¦n controlar¨¢ la agricultura del futuro?
Por Montse Escutia, ingeniera agr¨®noma especializada en agricultura ecol¨®gica y colaboradora de la revista The Ecologist
En tiempos de aguas revueltas siempre hay que saber aprovechar el ruido de fondo para moverse silenciosamente y aumentar sus cuotas de poder o sus beneficios. Nos llega tanta informaci¨®n, tantas malas noticias, que nos perdemos apagando fuegos sin darnos cuenta de aquello que verdaderamente marcar¨¢ nuestro futuro.
El pasado mes de septiembre el ETC Group, organizaci¨®n internacional dedicada a la conservaci¨®n y el desarrollo sostenible de la diversidad ecol¨®gica y cultural y los derechos humanos, public¨® un comunicado llamado ¡°El carro delante del caballo¡ ?Qui¨¦n controlar¨¢ los insumos agr¨ªcolas?¡±. El comunicado, que en realidad es un informe de 40 p¨¢ginas pr¨®ximamente disponible en castellano, explica el entramado tejido por las principales corporaciones involucradas en la alimentaci¨®n y la agricultura.
En este informe se alerta de c¨®mo c¨¢rteles y oligopolios han invadido el sistema agroalimentario mundial. Hay 6 multinacionales que se reparten la mayor parte del pastel. Monsanto, DuPont, Syngenta, Bayer, Dow y BASF controlan el 75% de toda la investigaci¨®n del sector privado sobre agricultura; el 60% del mercado comercial de semillas (100% del mercado de semillas transg¨¦nicas) y 76% de las ventas globales de agroqu¨ªmicos.
Con semejante potencial no es raro sospechar el gran poder que tienen para presionar a organismos internacionales y todo tipo de gobiernos con el objetivo de que las reglas del juego se modifiquen en su propio beneficio.
Contra ello nos quedan las iniciativas que defienden una agricultura independiente, practicada por peque?os agricultores, lo que el informe llama redes campesinas de subsistencia. Seg¨²n los datos del ETC Group son 3.000 millones de personas en todo el mundo (contando tambi¨¦n a pescadores y pastores). Ellos son los responsables de la mayor parte de la alimentaci¨®n de la poblaci¨®n, a la vez que conservan la biodiversidad y tienen mucha m¨¢s capacidad de adaptaci¨®n a los cambios como los que nos va a traer la crisis clim¨¢tica. En el otro extremo, la agroindustria consume el 70% de los recursos agr¨ªcolas para producir s¨®lo el 30% de las reservas alimentarias globales.
Hace poco celebramos la Semana Estatal por la Biodiversidad Agr¨ªcola, iniciativa que pretende, mediante la organizaci¨®n de diferentes actividades, defender el derecho de los agricultores a vender sus propias semillas tradicionales. Que legalmente esto no sea posible es un claro ejemplo del poder que ejercen las susodichas empresas con el fin de guardarse la exclusiva del comercio del bien m¨¢s preciado para la agricultura: las semillas. Una reglamentaci¨®n tan estricta en el comercio de las semillas nos condena a una agricultura uniforme, basada en un pu?ado de variedades comerciales mientras centenares de variedades tradicionales se pierden a?o tras a?o.
El 16 de octubre tambi¨¦n se conmemor¨® el D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n, este a?o con un tema central bien sugerente: ¡°Sistemas alimentarios sustentables para la seguridad alimentaria y nutricional¡±. Imagino que cada uno tendr¨¢ su propia definici¨®n sobre lo que es un ¡°sistema alimentario sustentable¡±. Lo tienen muy claro los GAKs (Grupos de Autogestionados de Consumo) y La Garbancita Ecol¨®gica (cooperativa de consumo de alimentos agroecol¨®gicos de Madrid) que han puesto en marcha una campa?a por el D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n Ecol¨®gica porque la lucha contra el hambre es necesaria pero no suficiente.
Mientras el club de los 6 sigue su camino hacia el control total de los recursos alimentarios Brasil ha presentado un proyecto de ley para legalizar la tecnolog¨ªa Terminator (aquella que hace que las semillas se suiciden) y una empresa brit¨¢nica Oxitec ha solicitado autorizaci¨®n para hacer un ensayo con moscas transg¨¦nicas en un olivar de Tarragona.
Nos espera un futuro incierto donde los consumidores tenemos mucho que decir. Nuestro modelo de consumo decantar¨¢ la balanza a favor de unos o de otros. Como muy bien describe la periodista Naomi Klein en su libro y posterior documental ¡°La doctrina de shock¡± la situaci¨®n de desconcierto que provoca en la poblaci¨®n una crisis o un desastre la aprovechan actores sin escr¨²pulos en su propio beneficio. Es tiempo de mantenernos alerta y apoyar a todas aquellas iniciativas que se oponen a un futuro donde la agricultura y la alimentaci¨®n de la humanidad est¨¦n controladas por simples intereses econ¨®micos.
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