El reverso cazurro de Banksy
Si el grafitero decidi¨® en su d¨ªa subvertir algunas inercias del mundo del arte para denunciarlas, ahora le ha tocado a ¨¦l ser el objetivo de mofa por parte de una supuesta n¨¦mesis
Dijo C¨¦zanne que ¡°las pinturas de dentro del estudio jam¨¢s ser¨¢n tan buenas como las de fuera¡±. Hay quien ha intentado localizar esa magia, con los ojos entornados de nip¨®n ante el Gernika, en puertas de lavabos p¨²blicos, cabinas de tel¨¦fono y olmos centenarios.
De hecho, en ese ecosistema ha operado durante d¨¦cadas un misterioso artista. Pero, ?qui¨¦n es Wanksy? Seg¨²n el libro Wanksy: Interpreting a Graffiti Virtuoso (Summersdale Publishers), ¡°el jefe del paso de peatones, el genio del gueto, el Da Vinci de la calle¡±. Sus autores, Marc Blakewill y James Harris, se han dedicado con obstinaci¨®n ciega a recoger las mejores obras de este poeta del stencil y el rotulador Edding 2000, que podr¨ªa ser ¡°un profesor de arte con PHD o un escolar con ADHD¡±. De hecho, los autores no saben con certeza si se trata de un colectivo o de una sola firma, pero los rasgos distintivos los inclinan hacia la segunda hip¨®tesis.
El principal rasgo, que reproducen en la web del libro mediante la animaci¨®n de la A de Wanksy que se convierte en otra cosa, es el tema recurrente del falo escupidor.
Si Banksy decidi¨® en su d¨ªa subvertir algunas inercias del mundo del arte para denunciarlas, ahora le ha tocado a ¨¦l ser el objetivo de la s¨¢tira por parte de esta especie de n¨¦mesis inventada (??). Sobreexpuesto en los medios (en una sola semana ha acaparado los titulares en tres ocasiones: su ¨²ltima residencia art¨ªstica en las calles de Nueva York con la iniciativa Better out than in, el oficial nazi pintado sobre un ¨®leo de K. Sager y comprado por el mismo en la subasta por 450.000 euros, el hotel por ¨¦l dise?ado y decorado en Miami Beach), ahora ¨¦l es el motivo de la chanza.
A partir de la idea de que los an¨¢lisis sobre la obra de Banksy se han vuelto tan pomposos como los que el propio artista denunciaba, Blakewill y Harris impulsaron a trav¨¦s de una web este libro que recoge pintadas callejeras hilarantes, escatol¨®gicas y torpes, que, en un futuro no demasiado lejano, podr¨ªan ser reivindicadas como el mejor art brut. El reverso co?¨®n del legendario The Faith of Graffiti, de Norman Mailer.
As¨ª, los autores reproducen a p¨¢gina entera y a color pintadas de penes gigantes, inscripciones con llave en placas met¨¢licas que alertan de una "Crush Zone" y exaltadas promesas de alivio genital. Adem¨¢s, a?aden eruditos textos que contienen teorizaciones vigor¨¦xicas sobre cada una de las obras. Ante, por ejemplo, una inscripci¨®n como ¡°Joe has a big knob¡± , los autores se ven asaltados por la reflexi¨®n de c¨®mo el transe¨²nte pensar¨¢, con cierta melancol¨ªa, en el tama?o de su miembro y en la cr¨ªtica a una sociedad faloc¨¦ntrica en la que s¨®lo importa el tama?o. An¨¢lisis sociopol¨ªticos no menos enjundiosos acompa?ar¨¢n inscripciones como ¡°Harry was here fucking¡± o ¡°Ryan does anal¡±.
El tomo, que recoge esta obra colectiva a menudo vand¨¢lica pero que, seg¨²n estos dos estudiosos, podr¨ªa ser obra de un solo genio, se anuncia como regalo ideal para estas Navidades porque, seg¨²n los autores: ¡°En una era de ¨ªdolos ca¨ªdos, necesitamos un h¨¦roe: Wanksy¡±.
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