5 trucos y 4 razones para no abusar de la calefacci¨®n
Llega el fr¨ªo y la frase parece que nos ha de dejar helados. Soy de las que piensan que el fr¨ªo es una oportunidad de miedo para disfrutar de estar en el interior de las casas, para zamparse sin cargo de conciencia comilonas copiosas y grasientas y, ?por qu¨¦ no?, es la ocasi¨®n de sentir y disfrutar del tembleque que recorre el espinazo. ?A qu¨¦ se debe la mala prensa del fr¨ªo? A fin de cuentas puedes abrigarte y reabrigarte hasta que te confundan con Bibendum, el mu?eco de Michel¨ªn, pero consigues en alg¨²n momento estabilizar la temperatura corporal.
En cambio, si tienes calor, por mucho que te desabrigues y te vuelvas a desabrigar y al final te quedes en cueros no hay manera de espantar al bochorno. As¨ª que he puesto aqu¨ª por escrito algunos trucos para que no echemos mano de la calefacci¨®n cual posesos a las primeras de cambio y evitemos as¨ª que se dispare la factura -econ¨®mica, social y medioambiental- de la calefacci¨®n. Los trucos y las razones que siguen tienen por objeto tambi¨¦n mejorar la maltrecha e injusta imagen colectiva del fr¨ªo. Que disfrutes del fresquito.
- Aisla mejor tu casa. Cierra persianas durante la noche y de d¨ªa retira las cortinas para permitir que entre la luz solar. Desenrolla las alfombras, c¨²brete con mantas y ref¨²giate en los rincones m¨¢s c¨¢lidos seg¨²n la hora del d¨ªa. Por la ma?ana, antes de encender la calefacci¨®n ventila diez minutos la casa. Es suficiente. Cierra las puertas de las habitaciones que no se utilicen. Eso evitar¨¢ perder calor. ?Tus puertas y ventanas al exterior no encajan bien y hay una corriente de aire que se cuela por all¨ª? Instala burletes.
? - Aprovecha la calefacci¨®n ?extraoficial?. Despu¨¦s de ducharte deja la puerta del ba?o abierta, ya que el vapor que se genera produce tambi¨¦n sensaci¨®n de calor. Lo mismo sucede con el horno. Si lo utilizas, deja la puerta de la cocina abierta para que toda la casa se beneficie del calor que emana. A veces he recurrido incluso a la bater¨ªa del ordenador port¨¢til para en un santiam¨¦n reanimar las manos temblorosas. No me voy a detener en ello pero otras fuentes de calor son, por supuesto, la humana y la animal.
? - Aisla mejor tu cuerpo. Yo era de las que hace a?os com¨ªa helado sin problemas incluso en los d¨ªas g¨¦lidos de invierno. Ahora cuando el term¨®metro se desploma aprovecho cada comida para aumentar sustancialmente la temperatura del cuerpo a base de sopas, guisos, t¨¦s, tisanas y chocolates calientes. Lo aprend¨ª el invierno que pas¨¦ en Berl¨ªn porque all¨ª o bien ingieres productos calientes y con una cierta regularidad o bien te conviertes en el corto plazo en estalactita humana.
? - Usa tu sistema de calefacci¨®n de manera inteligente. Si puedes consigue un termostato para programar qu¨¦ d¨ªas de la semana y a qu¨¦ horas del d¨ªa poner en marcha la calefacci¨®n. No deber¨ªa superar los 20?. No tiene sentido pasearse por casa en manga corta en pleno invierno como tampoco tiene sentido en pleno verano morirse de fr¨ªo y tener que abrigarse porque el aire acondicionado est¨¢ a tope. No tiene sentido desde un punto de vista ecol¨®gico, ni econ¨®mico ni, si me apuran, moral.
Quiz¨¢ haya habitaciones donde puedas tener los radiadores cerrados por regla general, como trasteros o habitaciones para los invitados. Si de repente la temperatura interior de la casa es demasiado elevada, no abras ventanas ni puertas, que es como tirar el calor ¨Cy el dinero que va aparejado- por la ventana. En cambio, baja el termostato o directamente cierra la calefacci¨®n un rato.
? - Mant¨¦n los radiadores en buen estado. Tienden a llenarse de aire. As¨ª que antes de que llegue el fr¨ªo es conveniente purgarlos. Y no hay que obstaculizarlos. Me explico. Una temporada viv¨ª en un piso donde el sof¨¢ estaba justo delante del radiador. Quien se sentaba ah¨ª en invierno disfrutaba de una sensaci¨®n muy real de brasero de los de anta?o, pero la realidad es que ese mueble limitaba la capacidad del radiador de irradiar calor a su alrededor por que lo ten¨ªa que destinar m¨¢s energ¨ªa para alcanzar la temperatura ideal.
?Y las 4 razones:?
- Obesidad. Abusar de la calefacci¨®n engorda. Tal como suena. Es la conclusi¨®n de una investigaci¨®n brit¨¢nica que se public¨® hace unos a?os. La premisa parece razonable: Si no dejamos que nuestro cuerpo se exponga al fr¨ªo, se reduce al m¨ªnimo la necesidad de gastar energ¨ªa para mantener la temperatura corporal, y por lo tanto, de quemar grasa.
? - Ahorro energ¨¦tico. Reduciremos las emisiones de carbono y, por lo tanto, nuestra contribuci¨®n al efecto invernadero. Puedes calcular el impacto de tu consumo de calefacci¨®n y de agua caliente con esta calculadora de la Fundaci¨®n Ecodes.
? - Ahorro econ¨®mico. Cuanta menos calefacci¨®n, menor consumo y por lo tanto, menor gasto econ¨®mico.
? - Disfrute del fresquito. Como he dejado claro al principio de esta entrada me gusta el fr¨ªo y creo que no hay que temerlo como si fuera el Hombre del Saco. Tenemos muchas maneras de enfrentarnos a ¨¦l y de vencerlo incluso antes de encender la calefacci¨®n. E incluso cuando la encendemos podemos hacerlo de manera razonable. ?Para cu¨¢ndo son los jerseys de lana gruesa si nos emperramos en vivir en el Tr¨®pico todos los d¨ªas del a?o al menos de puertas para dentro? Lo dicho: que disfrutes del fresquito.
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